Gerardo Herrera, director general de Asesoría para Marsh en Latinoamérica | Foto: Cortesía

PROYECCIONES

¿Se volvió el mundo un lugar más peligroso para todos?

Gerardo Herrera, director general de Asesoría para Marsh en Latinoamérica, plantea que muchos riesgos se están potencializando ahora mismo y que hay que estar atentos para entender esta nueva situación.

25 de junio de 2020

La falta de información parece ser hoy la regla del juego, por cuenta de la peor pandemia que ha enfrentado la humanidad en los últimos tiempos. Eso ha llenado de incertidumbre la tarea de establecer los riesgos y medir sus probabilidades de materialización. Lo cierto es que la naturaleza es impredecible y ahora mismo nos tiene en sus manos.

Es una de las conclusiones que se pueden sacar del panorama de riesgos futuros que están viendo los expertos. La firma Marsh, una de las más importantes del mundo en materia de seguros, fue uno de los aliados en la elaboración del informe “Reporte global de riesgos 2020”, divulgado por el Foro Económico Mundial a comienzos de año, y en el que se abordan las grandes tendencias en este frente.

Según Gerardo Herrera, el ritmo y la naturaleza de las cosas que se han desarrollado en estos pocos meses ha exigido que el panorama sea actualizado. Hoy la realidad está enmarcada y dominada por lo que ocurre con la covid-19. Esta ha generado un ambiente en el que falta mucha información sobre cómo se comporta la enfermedad, de qué manera se transmite y a quiénes afecta en mayor medida.

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Hoy, la humanidad ni siquiera cuenta con información que le permita construir un panorama claro sobre lo que va a ocurrir en los próximos 12 a 18 meses. Eso se agrava cuando se trata de establecer las interrelaciones entre muchos de los riesgos que se levantan en el panorama.

“Por ejemplo, se acerca la temporada de huracanes y aún no sabemos de qué manera ello va a agudizar los problemas en las zonas afectadas por el coronavirus”, explica el experto.

El informe del Foro Económico Mundial deja de presente que los cinco riesgos de mayor probabilidad de ocurrencia este año (clima extremo, falla en la acción climática, desastres naturales, pérdidas de biodiversidad, desastres ambientales de origen humano) son todos de tipo climático y ambiental. Por su parte, tres de los cinco riesgos que de concretarse tendrían más impacto tienen ese mismo origen (falla en la acción climática, pérdidas de biodiversidad, clima extremo).

Esto quiere decir que, por cuenta de la pandemia, es más difícil dimensionar el alcance de los daños, en caso de que se concrete alguno de esos fenómenos.

Herrera explica que para determinar el panorama futuro de riesgos es necesario enfocarse en varias áreas de análisis.

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La primera es el tipo de giros que va a tener la economía. Aquí destaca que básicamente todos los países han quedado muy vulnerables y con indicadores de deuda y fiscales muy precarios. Así, la capacidad de respuesta de los países frente a otros fenómenos que se presenten es más reducida.

Eso va a condicionar mucho las relaciones económicas entre todos los actores. Por ejemplo, la discusión sobre cómo atacar el fenómeno del desempleo en la pospandemia, qué políticas sociales deben desplegarse para los menos favorecidos o cuál es el régimen tributario para la nueva normalidad son temas que van a generar enormes tensiones en todos los niveles de discusión social.

A esto hay que sumarle que el mundo se encuentra “bajo de nota”, dice Herrera. Eso queda en evidencia en las encuestas de confianza empresarial y confianza del consumidor que siguen revelando que los actores de la economía están viendo un panorama oscuro. El origen de ello es la ya mencionada carencia de información.

Herrera igualmente destacó el mayor nivel de ansiedad social que se agudiza por dos fenómenos: el confinamiento obligatorio de buena parte de la población y el impacto de la crisis económica en el bienestar de muchos.

Otro aspecto clave es el de la agenda ambiental. Aquí, el experto básicamente señala que la principal preocupación es que los temas de sostenibilidad prácticamente salieron del panorama, pues ahora mismo no son la prioridad. Eso podría frenar procesos muy importantes como la meta de reducción de emisiones a nivel mundial.

El panorama mundial de riesgos es hoy más complejo que nunca. Todo luce más enrevesado, porque la humanidad atraviesa un terreno en el que la incertidumbre es cada vez mayor y en el que la naturaleza no juega a favor de sus intereses.

Lea aquí el informe The Global Risk Report 2020