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¿Por qué los nuevos aranceles de Trump no afectan tanto a Colombia?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, finalmente impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio con el fin de modificar el comercio con algunos países. Sin embargo, Colombia se lleva un impacto mínimo.

25 de junio de 2018

De los 3,5 millones de toneladas de acero que Colombia consumió durante el 2017, la industria local produjo apenas 1,2 millones de toneladas y de los 33 millones de toneladas de material que importa Estados Unidos, nuestro país le vendió el 0,12%.

De acuerdo con Andrés Ramírez Suárez, presidente de la Cámara Colombiana del Acero (Camacero), por ahora el único efecto que tuvo el incremento de los aranceles en Estados Unidos, que para el acero aplica con una tarifa de 25%, es el de encarecer las compras que las empresas en dicho país mantienen al mismo nivel de siempre.

Lo que implica que hasta el momento la estrategia del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sido como ‘pegarse un tiro en el pie‘.

Ramírez explica que el objetivo de Trump es ejercer presión a sus socios comerciales para obtener una renegociación de los tratados comerciales, con un sector que es simbólico para su país como el acero. Por el momento, la estrategia no ha funcionado bien con China, y México y Canadá se niegan a permitir que la presión les lleve a una renegociación del Nafta que no les beneficie.

Por su parte, Colombia intenta demostrarle a Estados Unidos que la medida no tiene ningún sentido en su caso, dadas las exportaciones marginales de acero a ese destino.

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Por el momento, el país tampoco ha experimentado un incremento importante de las importaciones del material, como producto de un menor arancel que podría llevar a prácticas de dumping, que era el principal peligro para el comercio nacional y de otros países importadores de acero y aluminio.

Camacero destacó que las importaciones de acero en Colombia incrementaron 7% durante el último año, pero no por las medidas comerciales de Donald Trump sino por un incremento en la demanda interna como consecuencia de la construcción de infraestructura.

Mientras Colombia produjo 1,2 millones de toneladas en acero, proveniente en un 80% de chatarra y otro 20% de mineral de hierro, se consumieron 3,5 millones de toneladas de dicho material.

De acuerdo con cifras del gremio, el consumo de acero en Bogotá llegó a 589.984 toneladas y se espera que para este año incrementen a 613.490 toneladas. Por su parte Antioquia, la segunda región de mayor consumo de acero en el país, consumió 482.757 toneladas en 2017 y la proyección para este año es de 502.067 toneladas.

Datos: Cámara Colombiana del Acero. Gráfico: Dinero.

Este sector productivo atraviesa por una conyuntura importante pues además de las medidas de Estados Unidos, se enfrenta a un alza en el precio impulsada por el cambio en la estrategia económica y productiva de China.

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En el ámbito nacional, se espera que el 2017 sea por fin el año de la recuperación con un crecimiento de 4% anual, luego de haber reportado una variación negativa durante el año y con apoyo de la recuperación en la construcción de vivienda, así como un mayor impulso a las obras de infraestructura que se espera continúen creciendo durante los próximos 8 años.

Además, el país votó por un presidente de derecha que le da tranquilidad al sector industrial dado que se espera que garantice las inversiones en infraestructura, permita la construcción de las obras ya contratadas y mantenga el apoyo nacional al Metro de Bogotá.

Proteger el sector

Hace casi dos meses el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) anunciaron medidas en los puertos y aeropuertos para evitar la entrada de acero a un menor precio.

Una de esas medidas fue el reporte anticipado de las importaciones, un requisito que de acuerdo con el presidente de Camacero le permite a las autoridades aduaneras tener un control adecuado que impida el contrabando técnico “pero es demasiado amplia e implica mayor papeleo”, por lo que merece un ajuste que le permita llegar al punto medio.

Ramírez añadió que las medidas que tomen las autoridades, deben contar con el consenso de todos los sectores de la industria del acero ya que una medida que no tome en cuenta a alguno de los eslabones podría afectarle y terminar dañando parte de la cadena productiva.

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