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Carlos M. Vásquez cree firmemente en el ejercicio como en una religión, por la disciplina y constancia que genera. | Foto: Archivo particular

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Un financiero con alma social, el nuevo director de Compensar

El nuevo director de Compensar quiere ajustar la caja de compensación a la realidad demográfica del país y a la era digital. También planea crecer en el área de salud.

23 de julio de 2019

Carlos Mauricio Vásquez Páez

Pocos profesionales hacen carrera en una empresa y logran llegar a la posición más alta.

Carlos Mauricio Vásquez Páez, con 49 años, es hoy el nuevo director de la caja de compensación Compensar, en donde ha trabajado los últimos 20 años, casi la mitad de su vida.

Luego de estudiar finanzas y relaciones internacionales, este bogotano comenzó su carrera como consultor en el almacén de depósito Almaviva, en el área de tesorería. Justo para esa misma área llegó luego a Compensar, a reemplazar a una persona que se pensionaba.

Además de trabajar en tesorería tuvo la oportunidad de representar a Compensar en juntas directivas de empresas en donde la caja era accionista. Y participó en otros proyectos como la Cooperativa Unimos y la tarjeta de crédito Compensar, asuntos muy asociados al área financiera.

No obstante, seis años después la pensión de otro directivo le abrió campo en la subdirección operativa, cargo que ocupó a partir de 2007. Allí realmente aprendió lo que hace una caja de compensación, así como a combinar su perfil financiero enfocado en la rentabilidad, con temas de relacionamiento y búsqueda del impacto social que tienen como objetivo estas organizaciones.

En sus 40 años de historia Compensar ha tenido tres directores. El primero lo creó, el segundo ejecutó un proceso de crecimiento acelerado. Y el tercero comienza lo que él mismo denomina una etapa de transformación, para ajustarse a los cambios demográficos del país y a la era digital, al tiempo que amplía la cobertura de las caja en zonas rurales y entre trabajadores informales.

"Para lograr esas metas estamos en red con otras 27 cajas, lo que permite a nuestros afiliados usar los servicios de cualquiera de ellas en su misma categoría de tarifas. Además, trabajamos con alcaldías de varios municipios de Cundinamarca como Caparrapí, Yacopí, la Palma, e incluso Soacha, en la construcción de buenas prácticas para el bienestar de los trabajadores", explica.

La labor de las cajas se limita a los departamentos en donde operan, pero en cuanto al servicio de salud, no tienen restricciones geográficas. Por eso Compensar comenzó a expandirse en ese campo a otras zonas del país.

Tiene la EPS más grande de Bogotá y ahora abrió sedes en Villavicencio y Boyacá. Planea llevar la marca a ciudades como Barranquilla y Cartagena. "En esto vamos muy prudentes, haciendo lo que nos permite la Ley", precisa. Confiesa que estuvieron interesados en Saludcoop (hoy Medimás), pero que su oferta no resultó ganadora. No obstante, tiene claro que solo pueden recibir la población que tengan capacidad de atender.

Hoy esta caja, una de las más jóvenes del sistema, pues la mayoría tiene 60 años, cuenta con 92.000 empleadores y alrededor de 2,8 millones de trabajadores y beneficiarios afiliados. En salud registra 1,5 millones de afiliados.

Algunos sectores piden eliminar los aportes del 4% que hacen las empresas para el funcionamiento de las cajas, con el argumento de que encarece la nómina. Frente a ellos, Vásquez Páez responde que ningún estudio ha demostrado que el aporte a las cajas afecte el empleo y que habría que preguntarse más bien qué pasaría si las cajas no existieran, en un entorno en el que cada vez más las empresas deben estar atentas a su gente y a sus comunidades de influencia. "Ahora ya no solo prima la rentabilidad y el Ebitda, sino también el tema social y eso es lo que hacemos las cajas. Les damos un subsidio a quienes devengan hasta cuatro salarios mínimos, o sea a la mayoría de los trabajadores".

Padre de tres hijos, Vásquez asegura que como líder tiene la ventaja de conocer bien a Compensar y a sus compañeros. "Desde que llegué no he estado en una posición de jefatura lejana, sino de cercanía, descubriendo el valor de cada persona. Es una ventaja crecer juntos", precisa.