Noruega, un ejemplo mundial en utilización de vehículos eléctricos e híbridos

La nación que vio nacer al pintor Edvard Munch, autor de la famosa pintura el ‘Grito’, o al reconocido matemático Caspar Wessel, es hoy el lugar en el mundo con el mayor número de vehículos eléctricos por habitante.

Sin embargo, el país del mundo que tiene más de estos coches circulando en las carreteras es China, la cual se ha propuesto tener 5 millones de unidades para el año 2020. 

Con más de 100.000 coches de este tipo, Noruega ha demostrado que una política medio ambiental a largo plazo tiene efectos reales en las conductas de consumo de los ciudadanos.

Un reporte de Rosamond Hutt replicado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), señala que esta nación acaba de lograr un hito en materia de movilidad ya que los vehículos eléctricos o híbridos participaron con más de la mitad  de las nuevas matrículas.

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Y es que según cifras de Norway’s Road Traffic Information Council (OFV), citadas por Hutt, en enero de 2017 el 17,6% de las matrículas de vehículos nuevos correspondió a eléctricos, mientras que 33,8% a híbridos.

"Es importante demostrar que es posible lograr una transición tecnológica y una transformación del transporte. Desde este punto de vista Noruega es un laboratorio político donde demostraremos que se puede avanzar rápido", destacó el ministro de Clima y Medio Ambiente de ese país, Vidar Helgesen.

En declaraciones recogidas por AFP el ministro asegura que “el sector de transporte es el mayor desafío en la política climática de la próxima década”.

En este sentido manifiesta que el gran reto es lograr reducir las emisiones al menos un 40%, lo cual a su juicio solo será posible “electrificando el parque automotor".

Para lograr este objetivo esa nación europea, que también participa en el mercado de la exportación de petróleo, se propuso prohibir la venta de automóviles con motores basados únicamente en combustibles fósiles en 2025.

Una mentalidad muy parecida tienen los líderes de otros Gobiernos europeos como el de Holanda y Alemania, los cuales planean reemplazar los motores propulsados por combustibles fósiles con los eléctricos para cuidar el medio ambiente.

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Esta mentalidad viene de varias décadas atrás, Noruega comenzó a tomar esta serie de medidas en la década de 1990 cuando presentó varios incentivos para la compra de vehículos de esas características.

Entre estos beneficios destaca, por ejemplo, la exención de varios impuestos, la utilización de carriles exclusivos y hasta el derecho de parquear de manera gratuita en varias zonas destinadas por el Gobierno.

A estos beneficios se suman importantes adelantos en materia de infraestructura, dado que los conductores no tiene que preocuparse por conseguir una estación de carga disponible.  

Los avances en esta materia son notables, de hecho Noruega cuenta con la que es considerada hasta la fecha la estación de carga más rápida del mundo. Esta puede alimentar con energía a unos 28 vehículos de manera simultánea y en un tiempo récord de media hora.

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En Colombia la situación es muy distinta ya que el segmento de los vehículos eléctricos no ha logrado posicionarse como quisiera, dado que temas arancelarios, de precios y de infraestructura, no han permitido su expansión.

Actualmente en Colombia se encuentran registrados 400 vehículos eléctricos y 370 híbridos en un parque de 5 millones de vehículos. Estas cifras muestran una pobre penetración, teniendo en cuenta que representan únicamente el 0,0015% del total de vehículos en Colombia.

Además, según cálculos de la Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), el parque automotor colombiano registra una edad de 16 años con tendencia a aumentar y demandará cada vez más consumo de energía.

El reto es mayúsculo y hasta ahora empiezan a ponerse las primeras piedras. ¿Logrará Colombia ponerse a punto con los referentes mundiales?

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