En los últimos tres años aumentó el número de estudiantes de intercambio colombianos en esa nación europea, de 1.700 a 2.600. | Foto: Bloomberg

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¿Qué puede aprender Colombia de la experiencia alemana en materia de ciencia y tecnología?

Colombia tiene una gran deuda en materia de creación de productos con valor agregado (conocimiento), una situación que podría afectar su competitividad en un escenario enmarcado por el incremento del precio del dólar y la abismal caída de los precios de las materias primas. ¿Qué puede aprender de la experiencia de otros países?

7 de octubre de 2015

Con exportaciones de US$198 billones en productos de alta tecnología y ganancias por US$13 billones por el uso de la propiedad intelectual de sus habitantes, Alemania se ha consolidado como un referente en materia de conocimiento a nivel global.
El país de origen de Alexander von Humboldt, uno de los principales exponentes de la geografía moderna; Max Planck, considerado el padre de la teoría cuántica o del famoso diseñador de cohetes Wernher von Braun, invierte el 2,92% de su Producto Interno Bruto (PIB) en investigación y desarrollo de nuevos productos. 
Colombia, por su parte, prevé aumentar los recursos que invierte en ciencia, tecnología e innovación, al pasar del 0,5% actual al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018, este monto sigue siendo bajo si se tienen en cuenta las grandes falencias del sector.
Muestra de ello es que de las 2.417 patentes de invención solicitadas en el país en 2014, “el 88 % fueron presentadas por extranjeros y solo el 12 % por nacionales”, según advierte la Universidad Nacional (UNAL) en un reciente informe sobre el tema.
Cifras del Banco Mundial, citas por esa institución, revelan que Colombia pasó de pagar US$118.088.950 a US$500.583.340 por el uso de la propiedad intelectual de otros países entre 2005 y el año pasado. Esta cifra contrasta con el monto que recibe el país por la utilización de sus creaciones (unos US$56.000 millones).
¿Qué tiene por enseñar Alemania?
La conexión entre la academia y la empresa privada es una de las principales claves de éxito de esa nación europea, que se ubicó en la posición número 12 en el índice de Innovación Global de este año con una calificación de 92 puntos sobre 100 por encima de Corea del Sur, Japón, Francia, entre otros.
El favorable clima de negocios, el espíritu emprendedor de las personas y las facilidades a la hora de conseguir capital semilla, son algunos de los factores que explican por qué ese país ocupa un lugar privilegiado en este tipo de clasificaciones.
Y es que la tradición científica de Alemania, considerada la cuarta economía más importante del planeta (su PIB es de US$3,73 billones), se enriquece cada día gracias a los sorprendentes hallazgos de la industria aeroespacial, así como en el área de la nanotecnología, generación de energía, química, entre otras. 
Una de sus mayores contribuciones corren por cuenta de los fabricantes de vehículos, que han logrado grandes avances en materia de nuevos tecnologías, a pesar de los recientes escándalos que han empañado el nombre de Volkswagen, una de las firmas más importantes de ese país.
De hecho, en el listado de las marcas más valiosas del mundo publicado recientemente por la Revista Forbes, destacan las alemanas BMW (en la posición número 16 con un precio de US$27.5 billones), Mercedes-Benz (24 – US$22.5 billones) y  Audi (39 - US$12.8 billones).
Se requiere cambiar la página 
El embajador de Alemania en el país, Günter Kniees, afirmó en una entrevista concedida a Dinero que el mundo se enfrenta “al fin de la bonanza de la materia prima”, y por ello es necesario que Colombia se inserte en el nuevo modelo en el que predomina “la tecnología de punta y la innovación productiva”. 
 
Kniees aseguró que el desafío es “definir las áreas estratégicas en las que va a dirigir el desarrollo” económico en los próximos años, aunque pronosticó que este seguirá apuntando al sector agrícola, dada la vocación histórica del país.
Lo importante, según el diplomático, es aprovechar las soluciones tecnológicas que brinda la era digital para así alcanzar un mayor grado de competitividad en esa industria, que requiere de una profunda modernización para no quedarse rezagada.
Otro de las actividades económicas que podría impulsar una nueva era en Colombia es el turismo, que se verá beneficiado si la guerrilla de las FARC y el Gobierno colombiano logran poner fin al conflicto armado luego de más de cincuenta años.
 Günter Kniees manifestó su total apoyo al proceso de paz e invitó a los colombianos a tener “paciencia” porque “no es fácil” lograr la reconciliación entre los distintos actores involucrados en la confrontación cuando se han generado tantas heridas. 
El funcionario también destacó que este escenario ha motivado a un sinnúmero de empresas alemanas a invertir en el país, ya que “todo el mundo tiene la idea de que hay que estar aquí cuando el conflicto termine”.
Tuvieron que pasar varias décadas para que el presupuesto de la educación en Colombia superara al de la guerra. Esa inversión llegó a los $9,4 billones (3,6% del PIB), lo que supone un aumento del 7,5% frente a lo asignado en el 2014.
El sector defensa, por su parte, obtuvo una partida de $28,2 billones para sostener a los 450.000 uniformados (entre policías y militares) que conforman uno de los pies de fuerza más robustos en todo el mundo. 
Los estudiantes colombianos se interesan por Alemania
El embajador de Alemania en Colombia sostuvo que ambos países mantienen unas dinámicas relaciones de cooperación desde hace 40 años. Una de las áreas que más se ha favorecido es la educación, ya que en los últimos tres años aumentó el número de estudiantes de intercambio en esa nación europea, de 1.700 a 2.600. 
Cada año, Alemania ofrece más de 800 becas para estudiantes, que viajan motivados por la excelencia de las universidades y la reputación que tiene ese país en materia de nuevas tecnologías, detalló Kniees.
Precisamente, la Fundación de Ciencia  y Tecnología Colombo-Alemana (FunCyTCA) cerró recientemente su primer ciclo de becas de innovación productiva para investigadores, técnicos y tecnólogos colombianos.
Los ocho estudiantes beneficiados, que provienen de Bogotá, Caldas, Valle del Cauca, Huila y Tolima, fortalecerán sus capacidades en las mejores instituciones de Alemania en el campo de la infraestructura, energía, biotecnología, agricultura y salud.