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Conformaban la Misión 45 expertos, como Cristian Samper, director de Wildlife Conservation Society, y el neurocientífico Rodolfo Llinás. | Foto: Guillermo Torres

EDUCACIÓN

¿Cuál será la función del nuevo Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación?

La Misión de Sabios emitió una serie de recomendaciones para desarrollar la ciencia, la tecnología y la innovación. ¿Cuáles fueron?

13 de diciembre de 2019

A comienzos de 2019 el Gobierno convocó una Misión Internacional de Sabios, conformada por un grupo de expertos en varios campos. Buscaba definir el camino que debe seguir el país en materia de ciencia y tecnología e innovación. El tema toma especial relevancia por estos días, pues justamente varios sectores sociales demandan más recursos para el sector científico y educativo.

Entregaron un diagnóstico preocupante, y los recientes resultados que obtuvo el país en las Pruebas Pisa lo ratifican. De 79 países evaluados, Colombia ocupó el puesto 58. Las principales dificultades se concentran en asignaturas como ciencia y lectura; y aunque hubo una leve recuperación en matemáticas, el país no muestra señales de mejoría. El problema va más allá. Casi la mitad de los jóvenes que terminan la educación media y logran ingresar a la educación superior, a nivel universitario o técnico, no reciben la formación adecuada para los desafíos que enfrenta el país.

En este momento la pertinencia de la educación juega un papel fundamental, dado que el sistema educativo de un país determina en gran medida sus transformaciones sociales. El sistema actual no ayuda a cerrar las brechas sociales. Por el contrario, debido a la acentuada diferencia entre la educación privada y pública en términos de calidad, el sistema, en vez de contribuir a reducir la desigualdad, la acentúa.

El 5 de diciembre la Misión conformada por 45 expertos como Moisés Wasserman y Orlando Ayala publicó el informe que condensa las principales recomendaciones para convertir a Colombia en una sociedad que valore mejor el conocimiento, y en donde este sirva de base del desarrollo social.

De 79 países evaluados, Colombia ocupó el puesto 58 en las pruebas Pisa.

El documento reconoce que en los últimos 17 años el PIB per cápita se duplicó y la clase media creció exponencialmente. Pero advierte que el país aún tiene grandes debilidades estructurales que lo hacen vulnerable frente a los cambios en el contexto internacional, sobre todo en materia tecnológica.

Por esto sugiere diversificar la economía, teniendo en cuenta que 80% de las exportaciones del país provienen de la minería y que la productividad de los factores “hizo un aporte nulo al crecimiento económico entre 2000 y 2016”.

Tambien recomienda crear un Instituto Superior de Investigación para maestros, investigar más en temas de biodiversidad, sostenibilidad y equidad y aumentar la inversión en ciencia y tecnología.

La transformación de Colciencias en el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación (CTI) es uno de los resultados tangibles de la Misión. Esta cartera debería convertirse en el eje de políticas públicas que permitan desarrollar el potencial del país en esta materia.

Sin embargo, crear un ministerio no garantiza que el país pueda superar el rezago que padece en materia de ciencia, tecnología e innovación. Para ello se necesita plata, más allá de los aumentos de presupuesto paulatinos e insuficientes hechos para ciencia y educación por los últimos gobiernos.

Para responder a esta realidad, la Misión propone aumentar progresivamente la inversión hasta llegar a 1,2% del PIB en 2028, y pasar de 10% a 25% el porcentaje de las regalías destinado para actividades del CTI. También contempla contratar préstamos internacionales con la banca multilateral por el orden de US$300 millones para los próximos 4 años, con el fin de disminuir en parte las restricciones fiscales y darle tiempo al aumento de los recursos de regalías. En efecto, esto requiere una Ley Constitucional y mezclar tanto inversión pública como privada.

En este punto las empresas entran a jugar un papel decisivo. Diego Molano Vega, exministro de las TIC, considera que el sector privado debe participar para cumplir con esta transformación. Insiste en que la experiencia internacional demuestra que todos los ecosistemas exitosos en materia de innovación han tenido el apoyo del sector privado.

Orlando Ayala señaló que el país atraviesa por un momento decisivo, donde convergen tres factores fundamentales.

El primero tiene que ver con la explosión tecnológica y el poco emprendimiento del país como consecuencia de no estar preparado para este escenario. El segundo factor se refiere a los acuerdos de paz y el tercero tiene que ver con el reto de intervenir el sistema educativo para modernizar las prácticas académicas, basadas en las necesidades del pasado e incapaces de enfrentar los desafíos del futuro.

El panorama es desafiante, pero también una oportunidad para que la ciencia y la educación superen las grandes brechas sociales de este, uno de los países más desiguales del mundo.