ESTADÍSTICAS

¿Qué fue lo que midió mal el Dane?

En un debate de control político, el director de la entidad, Juan Daniel Oviedo, señaló al anterior gobierno por cuenta de los errores que se han presentado en varios de los más importantes estudios que se han realizado. ¿Qué es lo que está pasando?

8 de mayo de 2019

Según Oviedo, tanto el Censo Nacional Agropecuario como el Censo Nacional de Población “estuvieron asociados con el ciclo político del país y tuvieron unas dificultades de planeación presupuestal y planeación operativa”.

Puso como ejemplo, luego de terminado el debate, un dato: según las cifras del Censo Agropecuario, cada uno de los habitantes del Colombia tendría que comer 300 gramos de plátano y yuca de acuerdo con los estimativos de esa encuesta, algo que consideró inviable.

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Además, Oviedo aseguró que el anterior gobierno fue advertido por organismos internacionales sobre las consecuencias de esos errores en estos censos y la administración Santos no aceptó esa crítica.

Las críticas de Oviedo recaen sobre Mauricio Perfetti, director del Dane durante la administración de Juan Manuel Santos.

El caso más palpable fue el del censo que arrojó que la población colombiana apenas llegaba a 46 millones de habitantes, muy por debajo de los 50 millones esperados.

“El gobierno del momento no quiso asumir las responsabilidades de actualizar esas proyecciones (de población) y nos siguió haciendo creer que el reloj poblacional iba a tocar la campana de los 50 millones en octubre de 2018 cuando eso nunca iba a ser realidad”.

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Las críticas de Oviedo han puesto una nube de dudas sobre una entidad fundamental para el desarrollo de las estrategias sociales y de inversión en el país.

Las cifras del censo sirven de base para determinar temas claves como las transferencias de recursos del presupuesto general de la Nación, las clasificaciones de los municipios en función del número de habitantes y las necesidades básicas insatisfechas. Igualmente, el censo agropecuario rige la estrategia para desarrollo el agro colombiano.

Las afirmaciones de Oviedo tienen que ser sustentadas y, además, deben incluir medidas que lleven a enfrentar los problemas derivados de esos inconvenientes técnicos.

Es muy grave que el director de la entidad de estadística nacional no le tenga fe a las cifras que produce la institución que dirige.

No es la primera vez que Ovideo se ve en el medio de una polémica. Recientemente tuvo que explicar las razones por las que revisó a la baja los resultados de crecimiento de 2017 y recién llegado a la entidad aseguró haber encontrado inconsistencias en las cifras de crecimiento departamental que produce la entidad.

Este es un tema sensible y Ovideo debería dar mayor claridad sobre todas estas denuncias, el impacto que ellas tendrán en las estrategias de desarrollo del país y qué está haciendo para enmendarles.

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