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Xavier Vargas es el gerente de Cargill en Centro América y Colombia | Foto: Karen Salamanca

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La firma que vende US$104.000 millones al año y apuesta por Colombia

El pasado martes, una comitiva de la multinacional de materias primas Cargill, encabezada por su CEO David Maclennan, se reunió con el presidente Duque. Durante el encuentro ratificaron que tienen planes de invertir hasta US$300 millones en una nueva fase de adquisiciones y proyectos en el país.

28 de marzo de 2019

En esa reunión estuvieron igualmente Xavier Vargas, presidente de Cargill para Centro América y Colombia; Brian Sikes, presidente mundial de Proteína de la compañía; Pilar Cruz, presidente mundial de nutrición animal y Ana Ricco, abogada de la firma a nivel mundial.

Vargas explicó a Dinero que esto muestra el compromiso de la compañía con nuestro país. Cargill empezó a desarrollar desde hace dos años un plan de inversiones que va a llegar hasta US$500 millones en una primera fase. La mitad de esos recursos ya fue destinada a la compra de dos de las más importantes productoras de pollos del mercado colombiano: Pollos Bucanero y Campollo, compañías que tienen fábricas en el Valle del Cauca y en Bolívar.

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Estas dos firmas producen 250.000 toneladas de pollo al año y sumadas se convierten en el segundo actor de este negocio en el mercado local.

Según Vargas, los US$250 millones restantes de esta primera fase van a ser invertidos en ampliar las capacidades de estas plantas adquiridas y en lograr las sinergias suficientes, alcanzando la mejor integración posible.

Pero lo sorpresivo es que además de esos US$500 millones, Cargill anuncia otros US$300 millones en nuevas adquisiciones en el segmento de nutrición animal, otra de las divisiones de Cargill en el mundo.

La compañía es una de las líderes en los negocios de proteína y nutrición animal e ingredientes alimenticios. Según los reportes anuales de Cargill, en 2018 vendió en todo el planeta US$104.000 millones y logró utilidades netas por US$3.200 millones.

Vargas, encargado de la operación en Colombia, explicó que hoy tienen tres divisiones en el país: granos, nutrición animal y proteína animal.

“Estos negocios son hoy nuestra punta de lanza y estamos buscando lograr una buena integración entre las empresas que adquirimos”, comentó el ejecutivo. Destacó que en el caso de las líneas de producción de pollo, el año pasado fue aceptable aunque no del todo bueno.

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Básicamente, para Vargas, este es un negocio de bajos márgenes y en el que muchas cosas tienen que sincronizarse bien, para lograr resultados financieros aceptables.

“Primero está el proceso de la gallina poniendo huevos, después la incubadora, luego el pollito en la granja, que cuando crece pasa a la planta de sacrificio. Entonces tienes la carne fresca que no puede durar muchos días y debes venderla”, comentó. Lograr la perfecta sincronización de todo esto es la clave del éxito para llegarles a tiempo a los 40.000 clientes con que cuenta actualmente Cargill en el país.

Sin embargo, esto tiene una implicación bien particular: “lo que significa es que tú estás tomando una decisión de oferta con tres meses de anticipación”, explica Vargas. Así las cosas, esas decisiones tomadas con tanta anticipación pueden significar que la empresa llegue a un escenario de sobreoferta o un escenario de escasez, lo que implica que los precios finales fluctúan mucho y eso condiciona los resultados financieros.

El año pasado, los precios estuvieron muy deprimidos y por eso fue necesario mucho esfuerzo para lograr los objetivos planteados.

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La consecuencia es una alta tensión sobre los balances de las empresas productoras de pollo. De hecho, solo el año pasado varias de estas compañías del sector entraron en ley de reestructuración en Colombia.

Vargas explicó que no tuvieron ninguna presión por el lado de los costos, especialmente por cuenta de las cotizaciones del maíz y la soya que importan desde Estados Unidos y Brasil.

La mirada de esta compañía sobre sus negocio es muy amplia, pues cuenta con operaciones en cerca de 70 países, lo que da una especial significación a la decisión de invertir en Colombia. Esto queda en evidencia en un hecho: de los US$1.000 millones que serán puestos en nuevos proyectos en toda Latinoamérica, hasta US$300 millones quedarán en Colombia.

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Vargas aseguró que contemplan la posibilidad de iniciar exportaciones desde nuestro país, aunque todavía queda mucho trámite por cumplir, por ejemplo en los aspectos sanitarios. Recordó que Chile exporta prácticamente una cuarta parte de su producción de pollo bajo un modelo interesante: se le vende a Estados Unidos y Asia la pechuga, mientras que se deja para el consumo interno la pierna y el muslo que son los preferidos por los consumidores de ese país. Para el directivo, esta sería una fórmula que valdría la pena considerar en el caso de Colombia.

Cargill está apostando duro por Colombia. En total su plan de inversión (si se suman las adquisiciones recientes más las que se harán en los próximos años) llega a cerca de US$800 millones. Ese es un case interesante para la economía colombiana.