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Foto: Getty/Ilustrativa

TECNOLOGÍA

Google desplegará un cable de fibra óptica submarino que irá de EE.UU. a Chile

El gigante tecnológico Google desplegará un cable submarino privado de fibra óptica que atravesará una gran parte del continente americano con el objetivo de convertirse en el líder del negocio del cloud.

16 de enero de 2018

Esta es la primera vez que una compañía de tecnología, no de telecomunicaciones, invierte en el desarrollo de un cable submarino totalmente privado.

‘Curie’ es el nombre de este cable submarino que ha sido bautizado en honor a Marie Curie, la renombrada científica que condujo una serie de investigaciones pioneras en el campo de la radioactividad.

 Google afirmó que “Curie es excepcional” ya que “es el primer cable submarino que llega a Chile en aproximadamente 20 años”. Una vez instalado, será una de las ‘autopistas’ de datos más grandes del país, conectando a Chile y California en el año 2019.

"Curie es el primero de muchos cables privados que instalaremos en el mundo. Google continuará instalando cables submarinos, ya sea de manera privada o como parte de consorcios, en un esfuerzo continuo por hacer la información del mundo universalmente accesible", agregó.

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El despliegue del cable, que irá desde Los Ángeles, California hasta Valparaíso, es una megaobra con la cual la empresa de tecnología busca interconectar sus centros de datos en el continente.

 Básicamente, el cable submarino permitiría un flujo de datos mucho más eficiente entre los principales centros de datos del continente, algunos de los cuales se ubican en San Pablo (Brasil) y Santiago de Chile.

 Todos los centros de datos trabajan en red

 Los centros de datos en Chile, que se encargan de realizar las búsquedas de Google Search, almacenan las fotos de Google Fotos, los videos YouTube y hacen funcionar las aplicaciones de GSuite. Otro elemento importante son las regiones de Google Cloud Platform, como la que lanzó Google el año pasado en San Pablo, Brasil.

 En todo el mundo, la red de Google tiene más de 100 puntos de presencia y 7500 nodos. Todas estas “partes” de la nube están conectadas por una gran red que incluye 11 cables submarinos y miles de kilómetros de fibra óptica alrededor del mundo.

 “Google eligió instalar a Curie en Latinoamérica porque si bien la región tiene una alta penetración de internet, no está servida de forma óptima por las conexiones de datos internacionales existentes”, informó la compañía de tecnología.

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 La idea es que estos puntos estén interconectados con nuevos centros de datos que serán construidos en ciudades como Los Ángeles, aunque Google también tiene planes de inaugurar unos nuevos en Europa y Asia.

 La compañía manifestó además que esta megaobra representa “una increíble oportunidad para que Google Cloud Platform pueda servir a nuevos negocios” y “continuar avanzando en la meta de largo plazo de llegar a ‘los próximos 1.000 millones’ de usuarios de internet”.

 Entre las ventajas de instalar cables de datos submarinos privados está la flexibilidad de tomar decisiones sobre el enrutamiento de datos para así optimizar la latencia y velar por los intereses de los usuarios de Google y de los clientes de Google Cloud Platform.

 Aunque Google ha invertido en cables submarinos desde hace ya varios años, esta es la primera vez que destina recursos en tecnología de fibra óptica submarina para mejorar su conectividad.

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 En una entrevista concedida a Dinero el manager of Infrastructure Partnerships para América Latina de Google, Cristian Ramos, señaló que la compañía ha destinado un monto considerable para la obra. Aunque no especificó el monto, afirmó  que esta inversión es similar a la que ha hecho Google en los últimos tres año para fortalecer su infraestructura y expandir su negocio en la industria de cloud (US$30.000 millones).

 “La particularidad de esta obra es que es el primer cable privado internacional de una empresa de tecnología y no de una empresa de telecomunicaciones”, aclaró Ramos.

El directivo dijo que con la instalación de este cable, la compañía busca fortalecer la infraestructura de Google Cloud principalmente para los negocios que cuentan con este servicio.

 “Gracias a este cable submarino podemos manejar totalmente nuestro tráfico y controlar las latencias, eso va ser fundamental para los clientes de cloud”, dice el vocero de Google.

 Uno de los objetivos de la marca es producir “un efecto derrame”, al reducir los costos y trasladar los beneficios a todos sus clientes en el servicio de cloud en la región.

 Cristian Ramos concluyó diciendo que la nueva infraestructura además de reducir los niveles de latencia y los costos asociados, garantizará que la red no se caiga.

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