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Hidroituango revuelve las aguas de la subasta de energía

El anuncio de EPM de presentar a Hidroituango como proyecto para garantizar la sostenibilidad del sistema de energía en el país desde 2021 generó las primeras reacciones en el sector.

13 de febrero de 2019

A pocas horas de cerrarse la convocatoria para que las empresas interesadas en llevar sus proyectos a la subasta de energía con cargo de confiabilidad le manifestaran al Ministerio de Minas y Energía que se presentarían a la misma, Empresas Públicas de Medellín (EPM) hizo pública su postulación y abrió el debate.

De acuerdo con EPM, el proyecto Hidroituango estará listo en 2021 para garantizarle a los colombianos la energía que hoy es incierta y que, en parte, motivó la convocatoria de la subasta.

La declaración de la empresa sorprendió al sector pues todavía es incierto el estado real del proyecto y en qué condiciones técnicas y estructurales quedó la casa de máquinas luego de haber tomado la decisión de inundarla, en un proceso que duró casi nueve meses, y que se hizo para mitigar los riesgos que podrían darse si las aguas del embalse crecían y no se terminaba la presa, situación que amenazaba a las comunidades aguas abajo del río Cauca. Además, hoy por hoy, todavía EPM no tiene control del proyecto y se ha señalado que las conclusiones de cómo quedó la casa de máquinas pueden tomar varias semanas.

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De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), es preocupante que EPM presentara su interés en ir a la subasta del próximo 28 de febrero que busca, precisamente, mitigar los posibles riesgos que tendría el sistema energético a futuro ante los retrasos en la obra de Hidroituango.

El director ejecutivo del gremio, Alejandro Castañeda, advirtió que “es bastante paradójico que con el anuncio de EPM sería el mismo proyecto de Hidroituango el que tenga una alta probabilidad de salir ganador de esta subasta, justamente con la energía proveniente del mismo proyecto en mención. Algo que sin duda genera incertidumbre para el sistema eléctrico nacional”.

Una postura similar tiene la Termoeléctrica La Luna, que prefirió no presentarse a la subasta dado que EPM asegura que Hidroituango podrá garantizar el mismo volumen de energía que estaba ofreciendo la termoeléctrica.

Ricardo Roa, presidente de Termoluna, agregó que “esta coyuntura ha provocado desconfianza e incertidumbre en los inversionistas del proyecto y ha incrementado los riesgos existentes de cara a la financiación de este tipo de obras”.

Roa añadió que “las condiciones de competencia en la subasta se tornan inciertas por cuanto en la circunstancia actual se estaría dejando la seguridad de abastecimiento futuro de energía en cabeza de un solo proyecto cuyo estado ha demostrado alto riesgo en su desarrollo técnico, social y ambiental”.

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Para Termoluna es “bastante apresurado que el proyecto esté disponible en 2021 porque no se conoce el estado técnico ni estructural de casa de máquinas”, lo que hace peligrosa la postulación del proyecto hidroeléctrico Ituango en la subasta de energía en firme para 2021.

Por su parte, Castañeda, de Andeg, también señaló que “en el gremio causa una enorme preocupación e incertidumbre que con la decisión de EPM de participar en la subasta, el sistema eléctrico pueda verse altamente expuesto a cualquier tipo de eventualidad, al hacer partícipe a un proyecto que tiene los riesgos que la opinión pública ya conoce”.

De acuerdo con los cálculos de Andeg, si Hidroituango realmente entrara en funcionamiento en 2021, la subasta que se adelantará el próximo 28 de febrero no sería necesaria para garantizar la confiabilidad de la matriz de energía del país desde 2022.

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