Arrancan las ventas de activos del Estado

Con el anuncio del Ministerio de Hacienda, de iniciar la invitación de firmas especializadas para evaluar la venta de la participación de la Nación en Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), arrancó en firme la estrategia del Gobierno de la enajenación de activos públicos.

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“En el marco de la planeación fiscal de mediano plazo, el Gobierno se encuentra evaluando la estrategia de administración de activos que le permita optimizar la rentabilidad del portafolio conformado por las empresas en las cuales la Nación tiene participación. En el desarrollo de este proceso, el examen de diferentes empresas, entre esas ISA, en la cual la Nación cuenta con una participación del 51%, requiere de una asesoría de alto nivel para evaluar el portafolio de esta compañía. En ese sentido, el Ministerio ha extendido una invitación para contratar firmas especializadas en este tipo de análisis”, dijo anoche el Ministerio de Hacienda en un comunicado.

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Una de las estrategias firmes del Gobierno para solucionar la estrechez fiscal es buscar nuevos recursos vía la venta de las participaciones que tiene en empresas y cambiar, en principio, un activo por otro y mantener vivos los flujos de inversión. Esto, tras la limitación que surgió de la pasada ley de financiamiento, que dejó un hueco cercano a $7 billones en recursos para atender programas y planes del Gobierno, y el congelamiento de cerca de $10 billones en planes.

El Estado colombiano tiene participación en cerca de 107 empresas, cuyo valor de mercado asciende a $160 billones, y a juicio de algunos expertos en muchas de ellas no hay una rentabilidad social, económica y financiera. La meta del Gobierno es conseguir recursos en este cuatrienio por $30 billones, y para este año llegar al menos a $5 billones en ventas de activos.

Sin embargo, el grueso de la participación pública se concentra en el 88% en Ecopetrol, cuyo valor de mercado total es de más de $120 billones y sus filiales, y en ISA, donde tiene 51% y su valor de mercado es de $17 billones.

A principios de este año, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, anunció el interés de vender Ecopetrol, en especial el tramo de 8,5% que quedó pendiente del proceso de democratización que se hizo a finales del año pasado. Posteriormente, en el mercado se empezó a especular sobre la posible venta de Cenit, la transportadora de crudo de Ecopetrol, y hace unas semanas uno de los rumores más fuertes en el mercado era el interés del Gobierno de vender su participación en ISA. De hecho, según conoció Dinero, ya hay una lista corta de bancas de inversión que podrían participar en la estructuración del proyecto.

Además, EPM también había anunciado la venta de su participación en ISA –cerca del 10%- para atender las contingencias que surgieron por la emergencia de Hidroituango.

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ISA se ha convertido en una verdadera joya de la corona. Además de ser una de las primeras multilatinas colombianas y la primera con capital público en conquistar mercados internacionales en América Latina, su modelo de negocio le ha permitido un mayor desarrollo: mientras Ecopetrol está al vaivén de los precios internacionales de petróleo, unas reservas que llegan a 9 años y la transformación de la matriz energética, ISA está en el negocio de transporte de energía, que aunque competido, no tiene muchas variaciones en el tiempo y lo ha complementado con el de concesiones viales con apuestas de largo plazo y el de telecomunicaciones.

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En principio, la operación de venta de ISA le daría al Gobierno más de $8 billones en recursos, pero la posibilidad de vender el control, más las expectativas de crecimiento de la compañía en la región y el hemisferio, podrían aumentar su valor.

Sin embargo, el proceso de venta de ISA no será fácil, precisamente por ser un activo rentable, con un modelo de negocio exitoso. La discusión política podría revivir los debates que se dieron, en su momento, en torno a la venta de Isagen y la oposición de distintos grupos políticos.

El anuncio del Ministerio de Hacienda, sin duda, será para el presidente Iván Duque una prueba de fuego, pues tendrá que explicar su oposición a la venta de Isagen cuando ejercía como senador del Centro Democrático y por qué hoy sí es partidario de vender un activo como ISA. El debate apenas empieza.