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La actividad en la frontera se ha dinamizado por las remesas y esto beneficia el comercio y el turismo. | Foto: Guillermo Torres

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Así se siente la dolarización de Venezuela en Cúcuta

Los venezolanos cruzan a diario para cambiar dólares o retirar las remesas que les envían sus familiares. El aumento de la demanda ha traído beneficios al comercio de la ciudad.

22 de febrero de 2020

En los últimos meses se han alargado las filas en las casas de cambio de Cúcuta. En su mayoria, clientes venezolanos llegan a Cúcuta con dólares en efectivo, del interior del vecino país o de estados fronterizos como Táchira y Zulia, en donde la dolarización informal es una realidad. La migración pendular, es decir, la que se mueve entre los dos países regularmente, es muy alta en esta parte de la frontera. En los primeros días de enero de 2020 solo en Norte de Santander hubo un promedio de 47.000 entradas y 40.000 salidas por día, según Migración Colombia.

Generalmente cambian parte de sus dólares a pesos para comprar los productos que escasean en su país. La economía vecina ha tenido un respiro ahora que el régimen de Nicolás Maduro ha flexibilizado, por la vía informal, el uso del dólar en Venezuela.

Ese dinero proviene en buena parte de las remesas que envían los venezolanos en el exterior a sus paisanos, la mayoría en dólares y euros. Esta es la dinámica que vive la frontera desde mediados del 2019, y con mayor intensidad en época navideña.

Como dice Juan Fernando González, presidente de Asocambios, “que lleguen muchas divisas no implica per se que nosotros podamos sacar provecho de eso. En años anteriores, cuando llegaban muchos bolívares había sobreoferta y como esa moneda venía perdiendo valor, las casas de cambio se vieron afectadas. Desde el año pasado nos hemos beneficiado, no por la oferta de divisas que siempre ha habido, sino por la dolarización que nos da la posibilidad de hacer transacciones de manera más segura, cosa que no pasaba con los bolívares”.

Así que la crisis del vecino país afecta directamente a Colombia, pero hay unos efectos positivos de la migración. En la capital nortesantandereana aumenta la demanda venezolana, lo que ha reactivado el comercio.

Antes de que empezara la dolarización informal en el vecino país, la ciudad registraba un repunte en el comercio de productos de primera necesidad, dada la escasez en Venezuela. Sin embargo, en el segundo semestre de 2019 los venezolanos cruzaron la frontera para comprar, además, bienes de lujo. En noviembre pasado Cúcuta vivió un Viernes Negro o Black Friday sin precedentes. Calculan que la afluencia de venezolanos se duplicó.

En 2019 Cúcuta recaudó $73.887 millones en el impuesto de industria y comercio, un crecimiento de 64% frente a 2018, año en que el recaudo fue $44.846 millones, según cifras de la Secretaría de Hacienda. Esto indica que el comercio local ha mejorado y, por lo tanto, la ciudad tiene más recursos para invertir en la malla vial y en los espacios públicos.

Para Mario Zambrano, docente de la Universidad Libre de Cúcuta y coordinador del programa Cúcuta Cómo Vamos, "el mejor recaudo implica que hubo una dinámica económica comercial que se vio reflejada en el pago de impuestos. A pesar de la crisis social, hay unos efectos positivos de la migración que están anclados en la capacidad adquisitiva de cierta población venezolana, gracias a los giros que hacen los familiares y mejoran su capacidad de compra, lo que incrementa las utilidades de ciertos sectores como el hotelero y el comercio”.

Además, este aumento de la demanda por el flujo de venezolanos podría afectar el Índice de Precios al Consumidor (IPC). El IPC de Cúcuta en enero de 2020 fue de 4,19%, mientras el promedio nacional fue del 3,62%, según el Departamento Nacional de Estadística, Dane.

Sin embargo, este repunte del comercio no es suficiente para reactivar la economía de Norte de Santander a largo y mediano plazo. Felipe Muñoz, gerente de la Frontera con Venezuela, dice que "la zona de frontera necesita una economía más permanente, por eso es clave la decisión del Gobierno y del Congreso de aprobar en el Plan de Desarrollo el incentivo tributario Zese para Arauca, Norte de Santander y La Guajira, el cual busca atraer inversión nacional y extranjera y generar empleo”.

Se trata del régimen tributario para las Zonas Económicas y Sociales Especiales, Zese, que trae beneficios para las sociedades comerciales de los tres departamentos. Dinero supo que el Gobierno contrató a José Andrés Duarte García, exsecretario de Desarrollo Económico de Bogotá, como consultor para que le ayude en principio a Norte de Santander a estructurar proyectos de inversión que permitan aprovechar el beneficio tributario.

El presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Héctor Santaella, dice que este régimen tributario está impulsando el aumento de personas jurídicas en 7%, con respecto a 2019. En enero se crearon 1.495 empresas, de ellas 190 sociedades en su mayoría de comercio al por mayor y al por menor y la reparación de vehículos (669 matrículas), las industrias manufactureras (223 matrículas) y los alojamientos y servicios de comida (182).

El aumento en la demanda ha beneficiado a una parte del sector empresarial. Sobre este punto hay dos miradas. Por un lado, hay un sector empresarial que ha respondido muy bien porque han aumentado sus ventas, y han identificado un mercado potencial muy fuerte. Por el otro, no se puede desconocer que hay una parte del sector empresarial muy afectada por el cierre de la frontera y porque no pueden exportar.

Lo que pasa al otro lado de la frontera afecta indiscutiblemente a Colombia, sin embargo, aunque el movimiento de dólares trae beneficios a corto plazo, este no puede ser el modelo de desarrollo de la región.