GREGORIO GANDINI

Los precios continúan subiendo

El 5 de octubre el Dane publicó el dato de inflación para el mes de septiembre que con un crecimiento anual de 3,82 % superó las expectativas del mercado, creo que este dato tiene ramificaciones interesantes que vale la pena revisar, por eso dedico mi columna de esta semana.

Gregorio Gandini, Gregorio Gandini
16 de octubre de 2019

El nivel de precios es una variable vital para el seguimiento tanto del estado de la economía, como de expectativas futuras y por supuesto, decisiones de política monetaria lo cual hace que su publicación mensual sea siempre un referente a tener en cuenta. Este 5 de octubre no fue la excepción cuando el Dane publicó el dato para septiembre, que con una tasa anual de 3,82 % sorprendió al alza a los analistas que de acuerdo a la Encuesta de Opinión Financiera esperaban 3,73 %, 9 puntos básicos por debajo.

En términos del comportamiento histórico, se puede ver en el gráfico 1 que los precios se han mantenido por encima de una tasa anual de 3,75 % desde julio cuando pasaron de 3,43 % a 3,79 %, lo que, por supuesto muestra que la presión alcista no solo fue del último mes, sino que se ha mantenido en el tiempo. Hay varias formas para poder entender esta tendencia del índice una es a través del comportamiento de los componentes de su canasta, que cambió sus clasificaciones para este año como puede verse en el gráfico 2, pero también podemos apoyarnos en dos índices cuyo cálculo se deriva del índice total, el que no incluye alimentos y el que no incluye además energéticos. 


Grafico 1. Elaboración propia. Datos DANE

Estos dos índices, buscan remover del cálculo de la canasta las variables más volátiles y analizar si en verdad están aumentando los precios de forma estructural o si se debe a factores temporales. Al ver el comportamiento del IPC sin alimentos, es claro que su tendencia ha sido bastante estable en 2019 moviéndose en un promedio alrededor de 3,3 % de crecimiento, inclusive en los últimos tres meses de aumentos en el índice total, lo que podría indicar que todo el efecto se da vía aumento en los alimentos. Pero esa conclusión es adelantada, ya que, si observamos también el comportamiento del índice no solo sin alimentos sino sin energéticos, es decir excluyendo de su cálculo no solo alimentos, sino gas y energía para los hogares y combustible para los vehículos, si se ve un aumento en algunos de los componentes estructurales de los precios.

Si bien el gráfico 1 muestra el comportamiento medido en tasas anuales, es decir comparando el índice con el mismo mes del año anterior, es importante entender que estas variaciones se alimentan de las variaciones mensuales, y como mencioné antes del comportamiento de sus grupos de gasto, por eso el gráfico 2 tiene el peso de cada uno de dichos grupos, así como su aporte en términos mensuales y en lo que va corrido del año.


Grafico 2. Elaboración propia. Datos DANE

Es claro que los dos grupos que más han aportado son los de Alimentos y Bebidas no alcohólicas con 0,07 puntos porcentuales en septiembre y 0,95 en lo corrido del año y Alojamiento, Agua, Electricidad y Gas con 0,07 y 0,91 puntos respectivamente. La característica que hace que el grupo de Alimentos sea el más volátil en el cálculo es que su oferta puede verse afectada por diferentes factores difíciles de anticipar como el clima y el estado de las carreteras, donde es precisamente este último el que ha llevado al aumento de sus precios en los últimos tres meses, con los derrumbes y consecuentes cierres de la vía al Llano, que han restringido el flujo de mercancías desde el pasado 15 de junio.

Otro grupo que ha tenido un impacto significativo es el de Alojamiento, Agua, Electricidad y Gas que ha mostrado aumento en un componente cuyo precio es más volátil como el de la electricidad que aportó 0,4 de los 0,7 puntos porcentuales de septiembre y que está exceptuado del índice sin alimentos y energéticos del gráfico 1. Pero dentro de este grupo también se puede notar que un aporte importante de 0,03 puntos porcentuales viene de una variable estructural: la combinación de arriendos efectivos e imputados, que ha venido aumentando a lo largo del año, hasta aportar 0,58 puntos porcentuales a la variación de 3,26 % del año corrido.

Es claro que este año los precios están presentando una combinación de factores tanto estructurales como coyunturales, que ha llevado desde julio a un aumento importante en su nivel hasta situarnos en niveles de tasa anual de 3,82 %. Si bien parece que la tendencia del consumo se mantiene muy sólida en los hogares, que es un elemento clave en los hogares, aumentos generalizados en el nivel de precios podría terminar deteriorándolo, lo que muestra la implicación más directa del continuo aumento en precios.

Pero también existen otras implicaciones menos directas, como la de la política monetaria y si bien todavía nos encontramos dentro del rango meta del Banco de la República definido entre 2 % y 4 % por lo que no se prevé ningún cambio de postura, si se recorta el margen de maniobra si se quisiera realizar una reducción de tasas para impulsar el crecimiento. Con esto es claro que los tres datos de inflación restantes de este año serán cada vez más esperados por los analistas y los mercados ya que pueden modificar el panorama no solo del consumo y consecuentemente la expectativa de crecimiento del gobierno, sino también de la capacidad de toma de decisión del Banco de la República en términos de la tasa de interés.