De qué depende el crecimiento

La necesidad de tener mayor crecimiento se ha convertido en el objetivo primordial del diseño y la ejecución de la política pública de los países en el mundo, es apenas lógico que los gobiernos así lo deseen. Se supone que en la medida que exista mayor crecimiento del PIB, es decir un aumento en la producción de bienes y servicios en la economía, la renta de los factores de producción incluyendo el trabajo también lo hace, y por ese camino se incrementa el bienestar de la sociedad.

Ese crecimiento está atado a la productividad de la economía en su conjunto, es decir conseguir elaborar o prestar un mayor número de productos o servicios usando la misma cantidad de recursos, o igual cantidad, pero con menos recursos. Lograrlo depende en gran medida de la capacidad de producción que tienen los diferentes medios usados en la economía. Por ejemplo, usar tecnología de última generación en los procesos productivos permite obtener más unidades que cuando se utilizan tecnologías obsoletas que requieren una cantidad superior de materias primas o demandan más horas de trabajo. De la misma forma trabajadores mejor calificados cumplen con más eficiencia sus tareas que aquellos que no tienen una adecuada cualificación, los últimos añaden menos valor que los primeros.

La productividad de las empresas y la cualificación de los trabajadores no depende completamente del mercado ni son provistos por este, pero si guardan una estrecha relación con el mismo. Los empresarios están dispuestos a invertir en el desarrollo de nueva tecnología o su implementación, si conocen o tienen certidumbre de que las nuevas inversiones tendrán un retorno mayor a los costos. Por su parte los trabajadores están dispuestos a invertir en su cualificación (educación superior o técnica) si creen que en el futuro tendrán un ingreso mayor (salario) por adquirirla.

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Como existen riesgos entre las inversiones en mejorar la productividad de unos y otros, es necesario que exista otro agente que tienda el puente para juntar las dos orillas. Quien puede hacerlo es necesariamente el Estado, que debe actuar disminuyendo los riesgos de empresarios y trabajadores en la adquisición de mayores capacidades productivas, para hacerlo debe dotar a la economía de diversos bienes públicos que son utilizados por toda la sociedad y que incrementan la productividad. Unos son la infraestructura física relacionada al transporte y el abastecimiento de energía que están directamente relacionado con la productividad de las empresas, otros son la seguridad, la justicia, y un marco regulatorio adecuado, e indispensablemente la educación.

Por el lado de la productividad de los trabajadores proveer y facilitar el acceso a la educación superior y el desarrollo de sistemas de investigación en ciencia y tecnología, garantiza que estos incrementen su capacidad productiva y contribuyan al aumento de la productividad y además puedan acceder a mejores salarios, con ello se incrementa el consumo de los hogares favoreciendo la expansión de la demanda agregada, donde el gasto de los hogares responde por cerca del 65%, mientras que la inversión empresarial y el gasto del estado responden por el 35% restante. Cuando la demanda agregada aumenta fruto de incrementos en la productividad se convierte en una senda sostenible de crecimiento, puesto que la economía estará en capacidad de absorber el aumento de la producción y el sector exportador estará en capacidad de competir para vender los excedentes.

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En Colombia definitivamente se requiere dar por fin vuelo, al Conpes del Programa de Transformación Productiva y un sistema de investigación en ciencia, tecnología e innovación, el reciente anuncio de la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología es un paso en la dirección correcta. Pero además, se necesita fortalecer el sistema de educación superior público para que continúe formando profesionales altamente calificados, y avance hacia la articulación de la investigación con las necesidades del sector productivo en el desarrollo de tecnología y mejores procesos.

El crecimiento económico superior sostenido es posible de lograr, pero el rol del Estado es fundamental en esta tarea, y como el mercado no lo provee por si mismo hay que crear esas condiciones, basta ver que la mayoría de los países industrializados aplican políticas industriales activas permanentemente, aunque suelen despreciarlas en los foros o eventos públicos y en sus recomendaciones de política.

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