CLAUDIA VARELA

¿Autosabotaje?

Es imposible proyectar algo diferente a lo que nosotros mismos pensamos y sentimos que somos.

Claudia Varela, Claudia Varela
15 de julio de 2018

Por qué es tan frecuente encontrar que buscamos formas de sabotearnos a nosotros mismos y de sabotear a los demás. Solo piensa la última vez que le dijiste a alguien que iba a ser capaz de lograr lo que se proponía.

He encontrado en el camino almas de esas que quieren hacer daño solo por el placer de sabotear. Parece un vicio humano tratar de echar a perder los sueños ajenos. En el fondo sabemos lo poderosas que son las palabras, pero en el momento de construir las medimos y en el de destruir solo nos saciamos con ellas.

Nuestras palabras son energía pura. Nuestras acciones vienen codificadas por las palabras que decimos. Para humanizar esta reflexión y entender que todos hemos podido estar alguna vez inmersos en un sabotaje emocional como actores o receptores, pensemos cuántas veces por decir alguna palabra fuera de lugar hemos generado malos entendidos que han podido provocar la ruptura de vínculos sociales y laborales.

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Tal como tú te ves, te ven los demás. Es imposible proyectar algo diferente a lo que nosotros mismos pensamos y sentimos que somos. Deberíamos siempre enviar mensajes positivos y atraer la buena energía que nos permita fluir mejor, lograr lo que queremos y ayudar a otros a lograrlo.

Si nuestro vocabulario y nuestras declaraciones son cortas, así será nuestra vida. Si queremos abundancia, felicidad y paz, no podemos declarar lo contrario con nuestras palabras. Si hay incoherencia en nuestra vida, lo que deseamos no se cumplirá.

Aunque se dice que las palabras se las lleva el viento, hay algunas que no se van. Michel de Montaigne decía que las palabras son la mitad de quien las pronuncia y la mitad de quien las escucha, así que decir palabras negativas que atenten contra nosotros mismos es sabotear nuestros pensamientos y convicciones para que no pase.

Como líderes es muy importante controlar y manejar las palabras que decimos sobre nosotros mismos y sobre los demás. Un líder (no necesariamente un jefe) es un referente natural de diversos temas y por tanto debe cuidar lo que dice con mayor razón.

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¿Somos víctimas de autosabotaje? Creo que muchas veces sí. Nos metemos en un nudo eterno de pensamientos destructivos que solo damos poder a través de las declaraciones de nuestra propia boca.  Frases como “no soy buena para eso” , “no me va alcanzar el tiempo”, “no soy capaz de lograrlo”, “yo no nací para esto” hacen que volvamos hipótesis en irreversibles hechos.

Culpar también a los demás de lo que no logramos es una trampa inmensa del ego. No podemos sabotearnos a nosotros mismos y mucho menos mentes y almas ajenas.

Lo único que verdaderamente debería importar son los sentimientos propios, las convicciones propias, las invitaciones del destino a mirar en positivo. Si alguien te dice que ese amor no es para ti, preocúpate más en saber qué sientes tú, si alguien te dice que no apliques a una nueva posición primero piensa si quieres hacerlo o no, si alguien cree que eres demasiado liberal de pensamiento, solo concibe tu pensamiento desde tu propia paz.

El mundo es bien ancho y todos cabemos. Deja de sabotearte buscando darle poder al destino y procastinando tus decisiones. Solo tú eres dueño de tu verdad, ese es tu poder. No sabotees más tu propio espíritu y bajo ningún punto de vista sabotees un alma que te escucha. Sin excusas, recuerda siempre que quien quiere hacer algo encuentra su propio motivador , pero quien no quiere realmente tomar una decisión encuentra un culpable, una excusa o una buena forma de sabotearse.

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