DECISIONES

Cinco nuevas preocupaciones para la economía mundial

Crecen los casos de contagio, y el mundo se prepara para evitar mayores daños a la economía. Por ahora nadie tiene la receta para evitar la inminente recesión.

7 de abril de 2020

La expectativa de recesión global, las divisiones en Europa, el mayor encierro en India, la volatilidad en el mercado petrolero y los tropiezos de Estados Unidos en su lucha contra el Covid-19 se han convertido en nuevos desafíos para la economía.

Nadie se salva del peligro que representa para la salud pública esta pandemia. Y lo peor es que hasta ahora ninguno tiene la fórmula para salvar la salud y la economía. Mientras los países insisten en procesos de prueba y error para encontrar la cura al coronavirus, o al menos paliar los efectos negativos de la enfermedad en sus ciudadanos, la economía está atrapada y sin salida. Varios factores se han combinado para visualizar un panorama sombrío en el frente económico. A la caída en los precios internacionales del petróleo se suman las dificultades de los países para encontrar fórmulas que permitan reactivar el crecimiento global. Desde peleas políticas hasta problemas logísticos tienen en jaque la contención del problema. ¿Cuáles ‘papas calientes’ tienen al mundo en ascuas? Aquí se las contamos.

El mayor encierro

India protagoniza hoy la mayor cuarentena en la historia. Desde el 24 de marzo el primer ministro, Narendra Modi, convocó a los 1.350 millones de habitantes a quedarse en sus casas para frenar la ola de contagios. Sin embargo, en una economía con 30% de la población en pobreza extrema no todos tienen esa opción y muchos recuerdan cómo anteriores epidemias han provocado muerte y devastación en regiones enteras. La gripa porcina, menos contagiosa que el actual coronavirus, mató a 2.000 personas en el norte de India.

El gran encierro hace prever lo peor para esta economía. Nomura calcula una caída de 2,6% este año si las medidas de aislamiento son moderadas. El virus llegó en el peor momento para la economía, que ya venía en desaceleración y con la tasa de desempleo más alta en cuatro décadas. Pero también en un mal momento para el sistema de salud, incapaz de atender las nuevas necesidades. Esto motivó al gobierno de Modi a suspender las exportaciones de uno de los medicamentos utilizados con cierto éxito contra el Covid 19, la hidroxicloroquina, también utilizado para la malaria. India es uno de los mayores productores de este medicamento a nivel mundial, y el cierre de las ventas externas tiene como propósito darles prioridad a sus ciudadanos.

El Covid-19 es el nuevo látigo para las familias pobres y los miles de migrantes que no tienen otra opción que salir de sus hogares a diario en busca de ingresos para no morir de hambre.

En India la orden de confinamiento afecta a millones de pobres y a un servicio de salud deficiente.

Lo que sea necesario

Desde que Europa se convirtió en epicentro de la pandemia, los líderes de los 27 países de la Unión Europea han desplegado políticas para salvar la economía.

The Economist recuerda que en 2012 el entonces presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo estar dispuesto a "lo que sea necesario" para salvar la economía y eso calmó el nerviosismo de los mercados. Ahora le corresponde el turno a Christine Lagarde, que en su cuenta de Twitter ha dicho que “tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias”.

Al efecto, a comienzos de marzo el BCE llevó a terreno negativo las tasas de intervención (a -0,5%), el 12 de marzo anunció 120.000 millones de euros para comprar bonos de deuda pública y privada y como siguió el nerviosismo, una semana después lanzó un paquete extraordinario por 750.000 millones de euros. Busca apoyar los planes de estímulo de varios países comunitarios con economías en los rines. Pero, aunque han pedido solidaridad, han surgido roces. A nivel comunitario plantearon lanzar unos ‘coronabonos’ para financiar, con el respaldo de los 27, las economías más afectadas por tener los mayores déficits fiscales, como España, Italia y Grecia, Pero eso no les ha hecho gracia a Holanda y Alemania, que se oponen a respaldar esas deudas. Hasta ahora la división entre estos dos bloques de países ha marcado el escenario y todavía no es claro de dónde saldrá más plata para las alicaídas economías europeas, si no llegan a un acuerdo.

Pese a los millonarios anuncios de ayudas, los mercados siguen nerviosos, aunque mejora la confianza.

Barril sin fondo

La caída en los precios internacionales del petróleo se ha convertido en una mala noticia para los países productores, como Colombia. Se originó en el desacuerdo entre Rusia y Arabia Saudita, primer productor mundial y líder de la Opep, para recortar producción y hacer rebotar los precios. Ante la negativa rusa, Arabia lanzó la guerra de precios. La controversia ha escalado al punto que el 30 de marzo el crudo de referencia WTI estuvo por debajo de US$20 el barril. Una llamada entre Donald Trump y Vladimir Putin para coordinar esfuerzos que permitan salvar la economía mundial en tiempos de coronavirus, permitió sentir el 31 de marzo una reacción. Pero nadie sabe hasta cuándo durará la tregua. Lo cierto es que la producción mundial supera la demanda. Según la consultora Bersntein, en lo corrido del año la demanda de crudo cayó entre 10% y 20% frente a 2019. Un verdadero desastre para los productores que tienen menor capacidad de almacenamiento. Algunos países han ‘rematado’ barriles a US$7, provocando más desorden en el mercado petrolero. Los acercamientos entre Putin y Trump animan un posible arreglo en este mercado, pues el magnate Trump es el principal aliado de los árabes. Pero todavía es pronto para saber si la caída de los precios seguirá en un barril sin fondo.

El nuevo acercamiento entre Rusia y Estados Unidos ha generado expectativas de que el precio del crudo reflote.

La recesión se acerca

La presidente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, confirmó la semana pasada lo que ya todos anticipaban: la recesión está más cerca de lo que el mundo esperaba. Por eso, tanto el FMI como el Banco Mundial y el Banco Central Europeo han hecho un llamado a los gobiernos para que activen sus medidas extraordinarias y pongan a andar de nuevo a la economía a corto, mediano y largo plazo. Los efectos son igual de graves aunque divergentes en cada región. Según reportó The Economist, Poul Thomsen, director del departamento para Europa del FMI, dijo recientemente en un blog que por cada mes de confinamiento y parálisis en las actividades económicas, la eurozona perderá 3 puntos de su Producto Interno Bruto.

Los cálculos del impacto en Estados Unidos no son más alentadores. El Instituto de Finanzas internacionales calcula que, mientras la economía global podría caer 1,5%, la de Estados Unidos podría bajar hasta 2,8% y la de Japón 2,6%, mientras China solo crecerá 2,8% frente al 6% del año pasado.

Sobreponerse a esta situación requerirá medidas heterodoxas como las que ya están probando Estados Unidos y Europa –más deuda y más emisión, entre otras–. Y también de un trabajo coordinado entre autoridades monetarias y fiscales.

Kristalina Georgieva - Directora del Fondo Monetario Internacional / El FMI ha advertido que la economía podría estar ya en recesión, mientras los países coordinan medidas desesperadas.

Estados Unidos, en el ring

La primera potencia del mundo está en observación en estos momentos. Es el país con el mayor número de infectados, y uno de los más cuestionados por su sistema de salud y la poca preparación con la que el gobierno asumió esta pandemia.

En medio de una de las campañas más polarizadas, en la que Trump se juega su reelección, el presidente ha dado tumbos ante la declaratoria de emergencia y la adopción de medidas de aislamiento. Pero también ha conseguido algunos triunfos relacionados con un mega paquete de ayudas para defender su economía.

En un Congreso muy dividido y con muchos políticos en contra, Trump logró que aprobara un paquete por US$2 billones, el más ambicioso en la historia de ese país, con el que busca usar ‘todas las formas de lucha’ para reactivar la economía. Allí habrá plata para ayudar directamente a las empresas a punto de quebrarse, para refinanciar sectores e incluso US$500.000 millones que enviarán en cheques a cada una de las familias estadounidenses. O ‘dinero en helicóptero’, como bautizó la estrategia el economista Milton Friedman. Pero todo indica que algunas de las medidas de aislamiento han llegado tarde y que el impacto en la salud pública le pasará una costosa factura al país y particularmente a la reelección del magnate.

Donald Trump - Presidente de Estados Unidos / El presidente Donald Trump se juega su reelección en momentos en que recrudece la pandemia en su país.