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Cantina La 15, que combina oferta gastronómica con venta de licores y espectáculo nocturno, es una nueva apuesta de los dueños de Studio F. | Foto: Diana Rey

ENTRETENIMIENTO

Armando Records, Cantina La 15 y Plaza México, los reyes de la rumba

Poderosos empresarios quieren convertir a Bogotá en un referente regional de la rumba. Estas son sus marcas y sus apuestas.

10 de septiembre de 2019

La actividad comercial, financiera e industrial de Bogotá se empieza a apagar a las 9 p.m. y vuelve a encenderse sobre las 4 a.m. Se puede decir que durante ese periodo de tiempo la ciudad de los 8 millones de habitantes se diluye en el frío sabanero, brotes y zonas de inseguridad y la timidez propia del capitalino.

Otra explicación sobre este comportamiento social es que no hay mucho por hacer en esa franja horaria y que lo mejor es ‘guardarse’ temprano. Esa característica rola está empezando a cambiar con una mayor y mejor oferta de entretenimiento, que incluye nuevas salas de cine, coliseos, teatros y una mayor cantidad de bares y discotecas que encienden el ambiente en la ciudad.

El gremio de los restaurantes y bares de Bogotá, Asobares, calcula que cada noche están saliendo a este tipo de sitios entre 500.000 y un millón de personas, dependiendo del día o la temporada. Esa cifra ha venido en aumento en los últimos años; en 2016 había registro de 7.346 bares, mientras que el año pasado estaban registrados – de manera legal– 14.761, según la Cámara de Comercio de la ciudad. Para ese año se estima que la facturación superó los $500.000 millones.

En el caso de los bares se evidencia una tendencia en los últimos años en donde varios inversionistas –una buena parte de ellos entre los 30 y 40 años–, vienen prosperando con verdaderas holding de la rumba. Por ejemplo, Evedesa, dirigida por el empresario Andrés González, conocido en el gremio como ‘Coti’, es un grupo que integra cerca de 13 sitios con todo tipo de ofertas musicales; desde la electrónica, pasando por el vallenato y la música urbana, hasta las tonadas típicas de una cantina donde se destacan exitosos artistas como Paola Jara y Jessi Uribe, entre otros muchos.

Esta música popular, hasta hace unos años proscrita a barrios populares, se está tomando los bares y discotecas de todo el país, incluyendo los sitios diseñados para estratos altos. De hecho, las calles y polígonos más reconocidos de las principales ciudades ya cuentan con lugares dedicados a la música de ‘cantina’. Este formato se volvió cool.

Un claro ejemplo de esta tendencia es Cantina La 15, que abrió sus puertas hace apenas un mes en Bogotá. Este moderno e imponente bar restaurante está ubicado en plena zona T y dispone de sótano y varios pisos decorados con ambientes a la mexicana.

Sin embargo, uno de los datos más interesantes es que este negocio para el entretenimiento de los bogotanos es una nueva apuesta de los dueños de Studio F, la reconocida cadena de almacenes de ropa de origen caleño. En Cali el éxito de un sitio similar llevó a replicar la apuesta, pero ahora en pleno corazón de la rumba capitalina.

“El perfil de nuestros clientes corresponde a los estratos altos y, generalmente, mayores de 35 años. También hay mucho público que se puede ubicar en el campo aspiracional”, comenta Óscar Reyes, director creativo de Cantina La 15.

En un recorrido por las instalaciones de 1.600 metros cuadrados, se puede evidenciar el esfuerzo de los responsables por la decoración, alta tecnología de sonido y cocina y el entrenamiento de personal, características a las que no se les ponía tanta atención hasta hace unos años. Incluso, el edificio cuenta con una plataforma interna para presentaciones de mariachis u otros grupos que pueden subir –mediante un mecanismo eléctrico– hasta el piso 5. En el sótano se realizan las terminaciones de un lujoso bar que estará listo en algunos días y que curiosamente fue bautizado como “El Antro”.

Según Alejandra Reyes, directora de mercadeo y publicidad de Cantina La 15, a diferencia de lo que piensan muchos, en Bogotá se baila más que en Cali. “El consumo per cápita en Bogotá dobla al de Cali y hemos visto que incluso se baila más (tiempo) acá. En ese sentido, un estudio de la Secretaría de Desarrollo Económico concluyó que los capitalinos destinan cada año 3 horas y 27 minutos al baile. Claro, hay que decir que en Bogotá una buena parte de la población proviene de las regiones, eso sin contar que, según el Observatorio turístico de Bogotá, llegaron a Bogotá 1‘772.564 turistas internacionales para 2017, 44% por motivos de ocio y recreación.

Además, el sector de espectáculos musicales creció en la ciudad más de 350% en los últimos 4 años, según el mismo Distrito. En sitios como el Movistar Arena la agenda está casi copada, mientras que el empresario y promotor musical Henry Cárdenas acaba de invertir US$35 millones en una segunda Arena, ubicada al occidente de la ciudad. Está claro que hay nuevo dinamismo, una economía nocturna que florece en Bogotá.

Otro empresario que se destaca en la noche capitalina es Andrés Felipe Gutiérrez, socio de Plaza México y otros bares ubicados en la calle 116 y en el barrio Modelia.

Se puede decir que por sus pistas de baile y espacios de ocio pasan cada año unas 250.000 personas en bares y discotecas distribuidos según el gusto de cada rumbero.



Andrés Felipe Gutiérrez, socio de Plaza México.

Gutiérrez, que es graduado en administración de empresas del Cesa e inició su recorrido profesional en la multinacional colombiana Quala, le imprimió hace 5 años un nuevo aire corporativo a este negocio que le compró a su suegro. “Desde el principio sabía que esto debía funcionar como una empresa y no como un simple bar o discoteca. La clave del negocio está en ofrecer una buena experiencia y en contar con colaboradores bien entrenados y capacitados”, dijo en diálogo con Dinero.

Es por esto último que Gutiérrez decidió abrir la Universidad Plaza México, como centro de entrenamiento para meseros, bartenders y demás cargos en la atención al público. Así mismo, la renovación de la decoración y espacios es una inversión recurrente en este tipo de negocios; por estos días Plaza México recibe una inversión $1.000 millones solo para temas de decoración. “Tenemos todo un equipo viajando por varias ciudades de México comprando decoración y artesanías porque sabemos que la experiencia del cliente es fundamental”, cuenta Gutiérrez, quien recuerda que este año el emblemático sitio cumple 25 años.

Los planes de este joven empresario de 30 años y su socio Ricardo Rojas son ambiciosos. En un año tienen previsto abrir versiones de Plaza México en Medellín, Cali y Barranquilla. “Tenemos una visión ambiciosa y es lograr en 2 a 3 años doblar nuestras cifras actuales”, dijo. Y es que la venta de licor deja buenos márgenes a pesar de pagar una de las cargas impositivas más grandes de América Latina.

De acuerdo con Asobares, una botella de ginebra en España cuesta $40.305, en Panamá $57.317, en Perú $67.257 y en Colombia $81.200. Es decir, con dos botellas de ginebra en España se compra una en Colombia.

A esto se suma que en los últimos 6 años el IVA de arriendos pasó de 10% a 19%, una situación que impacta este tipo de negocios debido a que 78% de los comercios operan bajo esta modalidad inmobiliaria.

Sin embargo, en este negocio ya no basta con poner una buena botella sobre la mesa, es necesario innovar con una buena experiencia –que pasa por la calidad de la música y la decoración– hasta el nivel de servicio de los meseros y demás personal. “Como los licores han subido tanto por cuenta de los impuestos, es necesario encontrar alternativas como la venta de artículos. Es así como estamos abriendo una tienda con zarapes, catrinas, guadalupanas, entre otras cosas para generar nuevos ingresos”, comentó este empresario bogotano.

Ahora la compañía tiene planes de abrir un punto Plaza México en Estados Unidos, lo que pondría a la compañía en una órbita distinta.

Otra de las particularidades de este negocio es que parece impermeable al tema de la crisis económicas o la incertidumbre para gastar dinero (confianza del consumidor) que claramente afecta a otros sectores como el comercio. “Con las crisis la rumba no se afecta tanto como en otros sectores. La gente dice: después de tanto estrés o trabajo me merezco una buena rumba o estoy estresado y me voy a un sitio de rumba”, explicó Gutiérrez.

En otra élite

Otro inversionista que lo está haciendo bien es Juan Sebastián Molina, socio fundador de Armando Records, un reconocido sitio de rumba que fue incluido en 2018 en el top 100 de mejores bares del mundo (puesto 87), según el International Nightlife Association. Andrés Carne de Res, el otro establecimiento colombiano clasificado, quedó en la posición 98. Este año Capachos de Villavicencio hace fila para entrar a este importante clasificación, que entre otras cosas es dominada por bares de Ibiza (España) y Las Vegas.



Juan Sebastián Molina, socio y gerente de Armando Records.

Molina fue mesero en Nueva York y luego estudió mixología (arte de mezclar bebidas) en New York Bartending School.

“Empecé recogiendo platos en un restaurante italiano de Nueva York. Por eso días me di cuenta que los bartenders se divertían y tenían una buena experiencia laboral que incluía buenas propinas”, dijo.

Luego, el joven Juan Sebastián llegó a Bogotá y se instaló en una habitación de un edificio construido en los años 70 en lo que hoy es Armando Records.

La empresa nació en octubre de 2008 y ha crecido en espacios y calidad de entretenimiento. En la actualidad, este sitio puede albergar a unas 2.400 personas por noche en 6 ambientes diferentes.

“Nos esforzamos como empresarios para que la ciudad se desarrolle en el sector del entretenimiento. La gente piensa que porque vendemos licores y funcionamos en la noche somos negocios oscuros y eso no es así. Somos una industria legal y sofisticada. Armando Records cumple con los requisitos logísticos para obtener el certificado de sello seguro que entrega la Alcaldía; hasta cobramos impoconsumo por el cover”, dice el empresario, quien agrega que Bogotá es una de las ciudades de América Latina que más se destaca por su nivel de calidad en bares y discotecas.

Molina explica que la variable más compleja de la ciudad es el clima. Si llueve en un día de show o rumba esto puede representar una merma en la asistencia de hasta 40%. Armando Records tiene planes para seguir creciendo. Este reconocido bar hace parte del plan parcial Proscenio, que lidera el socio de Amarilo, Cimento. La idea es renovar varias manzanas entre la calle 85 y 88 entre carreras 13 y 15. "El proyecto prevé que el nuevo Armando Records funcione en una gran terraza que será construida en esta misma zona", cuenta con orgullo Molina.

Con una nueva oferta de bares y restaurantes aumenta cada año su vida y economía nocturna. Seguro vendrán más inversiones y proyectos, pero es necesario mejorar la seguridad.

Cifras de consumo

Según datos de Asobares, el gasto (2016) per cápita de licores en Bogotá es de US$196, algo bajo si se compara con México (US$208), Buenos Aires (US$241) y ni hablar de plazas europeas, Londres (US$1.125). Las estadísticas también muestran que los bares en Bogotá generan unos 61 empleos directos y que hay unos 154 establecimientos por cada 100.000 habitantes. En Cali y Barranquilla esa tasa es mayor. Así mismo, establecimientos como Armando Records indican que cerca de 15% de sus clientes son extranjeros, una cifra que se ha incrementado sustancialmente en los últimos años como consecuencia del boom turístico de la ciudad. También hay que decir que hay planes de la Alcaldía para ir convirtiendo a Bogotá en una ciudad 7/24. Sin embargo, eso requiere ampliar los sistemas públicos de transporte, mejorar la seguridad en los principales polígonos y seguridad jurídica a los inversionistas. Hay varias firmas de ocio de Europa y EE.UU. que quieren llegar a Bogotá.