Hyperloop TT es una de las empresas que se ha dedicado a desarrollar este sistema. Fundada en 2013, ha firmado acuerdos con Estados Unidos y China para poner en marcha el hyperloop en estos países. | Foto: fotografía_ Afp

MOVILIDAD

Emprendedores se proponen conectar Bogotá y Medellín en 30 minutos

Dos emprendedores colombianos estudian la posibilidad de desarrollar un hyperloop. ¿Cómo sería?

27 de junio de 2020

Ya han pasado ocho años desde que Elon Musk habló por primera vez sobre el hyperloop. En este medio de transporte, cápsulas o vagones viajan por un tubo al vacío, sin fricción ni resistencia al aire, a velocidades de hasta 1.200 kilómetros por hora. Para el empresario y principal accionista de Tesla y Space X, es sin duda un sistema que revolucionaría la movilidad en el mundo.

Musk basó su idea en los estudios del ingeniero británico Isambard Kingdom Brunel y la dejó en código abierto para que cualquiera pueda desarrollarla. El sistema promete conectar Los Ángeles y San Francisco, o Washington y Nueva York en solo media hora.

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La propuesta despertó gran curiosidad en empresas y expertos tecnológicos que iniciaron la carrera por poner en marcha esta especie de tren supersónico. Las más reconocidas son Virgin Hyperloop One, iniciativa fundada en 2014 por Richard Branson con el inversionista Shervin Pishevar y los ingenieros espaciales Josh Giegel de Virgin Galactic y Brogan BamBrogan de SpaceX; Hyperloop Transportation Technologies (Hyperloop TT), y The Boring Company, empresa de excavación e infraestructura para el sistema de Musk.

Varias de estas startups han mostrado avances. Por ejemplo, Virgin Hyperloop One espera presentar el primer prototipo en 2021 y tener en funcionamiento el sistema en 2030. Así mismo, varias iniciativas han logrado ganarse la confianza de inversionistas que ven grandes oportunidades en esta tecnología. En mayo de este año la empresa española que lidera el desarrollo del hyperloop en Europa, Zeleros, cerró una ronda de financiación por 7 millones de euros.

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Mientras llegan estos avances, en Colombia dos emprendedores plantean la posibilidad de desarrollar esta tecnología también en el país. Se trata de Bruno Ocampo, cofundador y CEO de Mi Águila, y Forrest Heath, cofundador de Somos, una empresa de telecomunicaciones que brinda opciones de conectividad a internet en barrios marginados de Medellín.

Los dos, grandes amigos y apasionados por el mundo de los negocios y la carrera espacial, decidieron hacer eco de una conversación que tuvieron en un encuentro a finales de agosto del año pasado.

Ocampo contó que en dicho encuentro consideraron viable en Colombia realizar este tipo de proyectos, pues la tecnología ya existe y los avances han demostrado su aplicabilidad en cualquier lugar del mundo.

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Gracias a los contactos de estos emprendedores con el ecosistema de Silicon Valley, y a la relación de Ocampo con Branson, empezaron a conversar con grandes de la industria sobre la posibilidad de aterrizar el hyperloop al contexto colombiano. Ya tienen un sus manos un primer borrador del proyecto.

Bruno Ocampo, CEO de Mi Águila; y Forrest Heath, fundador de la red Somos.

El documento asegura que, dada la combinación única de densidad de población, su actividad económica y la proximidad entre ciudades, en América Latina, Colombia se presta en especial para poner en marcha un proyecto de esta magnitud. Incluso, aseguran que este sistema podría ayudar a mejorar los estándares logísticos del país, que desde hace algunos años le han restado puntos en competitividad a la nación.

También ven un gran potencial en el turismo de negocios. “Consideramos que el hyperloop podría permitirle al país avanzar en desarrollo económico. El poder conectar ciudades principales, en las que te demoras cerca de 8 horas en solo minutos traería grandes ventajas, desde mejores estándares logísticos hasta un crecimiento sustancial en industrias como el turismo, los servicios y la tecnología”, afirma Ocampo.

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El sistema que proponen los dos emprendedores tendría el potencial de unir 40% de la población colombiana y cerca de dos tercios del PIB del país en una “megarregión integrada”.

El proyecto tiene dos fases. La primera conectaría a Bogotá con Medellín en menos de 30 minutos gracias a 240 kilómetros de túneles utilizables en ambas direcciones.

La segunda fase, plantean, expandiría la red para conectar a Cali, Buenaventura y parte del corazón agrícola de Colombia, con 1.700 kilómetros de túneles adicionales.

Todo esto, según cálculos basados en otras experiencias a nivel mundial, costaría aproximadamente US$14.250 millones.

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“Colombia es un país maravilloso con un gran potencial económico. Implementar sistemas de este tipo, que permitan conectar estas tres ciudades y mejorar exponencialmente los trámites logísticos, generaría prosperidad para todas las regiones y sentaría un precedente económico que no existe en Latinoamérica”, dice Heath.

La inspiradora idea, que todavía no han presentado al Gobierno, sin duda tiene grandes retos por sobrepasar. El primero, vencer la mala imagen que ronda a los grandes proyectos de infraestructura en el país. También, convencer a la industria en la viabilidad de ejecutar este tipo de proyectos pocos convencionales y, claramente, conseguir los recursos.

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"Si queremos prosperidad y catapultar a Colombia como uno de los países que más crece en la región tenemos que pensar en grande y ver otras oportunidades que realmente tienen potencial para dinamizar la economía", resaltan Ocampo y Heath.

Ambos empresarios afirman que este es un acercamiento, pues convertirlo en realidad requiere varias etapas y diferentes análisis. No en vano las empresas que ya trabajan en desarrollarlo estiman que solo en unos 10 años podrían poner en marcha estos sistemas.

Aún así, señalan que este tren futurista en el país es posible y que solo pretenden compartir su propuesta y poner la discusión sobre la mesa. Un trabajo que tomará tiempo y que, seguramente, a algunos les parecerá una idea algo fantasiosa. Pero como dice el dicho, soñar no cuesta nada.

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