Presidente de Asobancaria, “frustrado" por uso de efectivo en Colombia

Uno de los objetivos que siempre tuvo Santiago Castro al frente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), cargo en el que permanecerá hasta el final de 2020, fue fomentar la disminución del uso del efectivo en el país, con el fin de tener una economía más digitalizada y formalizada.

“Me queda la gran frustración de que Colombia mantiene un sobreuso del efectivo muy por encima de lo que sería normal para un país de desarrollo medio-alto. Nuestro nivel de efectivo está por encima del 15%. Esa meta no la hemos cumplido”, dijo Castro.

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Explicó que el alto uso del efectivo en Colombia es un problema que está ligado a la informalidad laboral y a las actividades al margen de la ley.

“Ahí influyen muchos factores como el tema de la informalidad laboral que es permanente en varios sectores de la economía. El efectivo también influye y está presente en las actividades delictivas como los cultivos ilícitos, el lavado de activos y el contrabando”, dijo.

Y agregó que el nuevo presidente de Asobancaria, Hernando José Gómez, deberá trabajar para implementar políticas que sigan desestimulando el uso del efectivo e impulsen las transacciones por medio de vías digitales y electrónicas.

Por otra parte, Castro dijo que durante su gestión se logró avanzar en inclusión y educación financiera en el país.

“Nosotros fuimos más allá de lo que es la gestión normal de un gremio. Convertimos a Asobancaria en un referente de modernidad, credibilidad, de sostenibilidad y de educación financiera”, dijo. 

En cuanto al panorama económico del país, Castro reiteró la importancia de llevar a cabo reformas estructurales que ayuden a garantizar la sostenibilidad fiscal, disminuir el desempleo y reducir la inequidad.

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“Es innegable que el país tiene pendientes en temas como una reforma laboral que haga a Colombia más competitiva para mejorar los índices del mercado laboral que se han visto tan afectados”, dijo.

Finalmente, agregó que la reforma fiscal que implemente el Gobierno debe buscar una estructura tributaria más competitiva que revise las excepciones de algunos sectores de la economía y que la reforma pensional debe hacer que el sistema sea más sostenible y que se elimine la regresividad.