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INTERNACIONAL

El futuro mundial, según la primera mujer en dirigir el Banco Central Europeo

La francesa Christine Lagarde asumió este viernes oficialmente la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), sustituyendo al italiano Mario Draghi, anunció la institución monetaria.

22 de noviembre de 2019

Lagarde "fue nombrada por el Consejo Europeo del 18 de octubre de 2019 para un mandato de ocho años", indicó el BCE en un comunicado.

Se trata de la primera mujer que asume la presidencia del BCE desde su creación en 1998. Lagarde fue ministra de Economía en Francia (2007-2011) y luego directora gerente del Fondo Monetario Internacional (2011-2019).

Su llegada coincide con el lanzamiento este 1 de noviembre de un nuevo programa del BCE de compra de deuda, aprobado en septiembre para apoyar la economía de la zona euro.

En total la institución comprará cada mes 20.000 millones de euros de obligaciones públicas y privadas.

El movimiento Attac convocó una protesta este viernes frente a las oficinas del BCE en Fráncfort para exigir una política monetaria más social y medioambiental.

En septiembre Lagarde prometió un BCE con más presencia de mujeres, comprometido con la lucha contra el cambio climático y con una comunicación menos tecnocrática.

En su primer discurso este viernes, Lagarde elogió al exministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y dejó decepcionados a los mercados que esperaban pistas sobre la política económica.

"Este evento no es sobre el BCE. No se trata de política monetaria u otras políticas económicas. Se trata de ti, Wolfgang", declaró de entrada en un discurso pronunciado por la tarde en Berlín, después de que Schäuble hubiera recibido un premio de manos de editores de la prensa alemana.

"Primera decepción para los mercados", reaccionó en Twitter Carsten Brzeski, economista de ING Bank. "El discurso elogioso a Wolfgang Schäuble ha sido lo que debía ser: un discurso elogioso", y no dejó vislumbrar nada sobre "una hoja de ruta para la política monetaria del BCE en las próximas semanas. Qué sorpresa...", añadió.

Schäuble, defensor de la política de austeridad, fue el arquitecto de la estricta política presupuestaria alemana de no acumular nuevas deudas, pese a las súplicas de otras capitales de la Unión Europea para incrementar el gasto público.

Alemania fue también uno de los países que se opuso a las medidas de estímulo del BCE en los últimos años, bajo el argumento de que sus tasas récord de bajo interés y crédito barato perjudicaban a los ahorradores alemanes.

La francesa alabó el "rigor intelectual" del exministro de Angela Merkel, actualmente presidente de la cámara baja del Parlamento (Bundestag), que comprendió, según Lagarde, que "la unión monetaria que incluye a diferentes Estados soberanos solo puede ser duradera si existe una confianza mutua".

Lagarde citó al exministro, que en el pasado dijo que "seguir las reglas [...] no significa una falta de creatividad u originalidad", para reformular la frase: "debemos canalizar nuestros esfuerzos en este sentido para profundizar nuestra Unión económica y monetaria".

En su anterior cargo como jefa del Fondo Monetario Internacional, Lagarde se unió a menudo a los llamados para que Alemania gastara e invirtiera más, pues así ayudaría a impulsar el crecimiento de la eurozona.

La presidenta del BCE invitó el miércoles a los miembros del consejo de gobernadores a un "retiro" en un lugar que no fue revelado, para discutir sobre el modo de funcionamiento de una instancia marcada últimamente por sus divisiones.

"Los miembros del Consejo de Gobierno se reunieron a invitación de la presidenta Lagarde para un retiro [...] para discutir en un marco abierto e informal del funcionamiento del Consejo de Gobierno para el futuro", declaró una portavoz del BCE en un mensaje enviado a la AFP.

Una fuente cercana a los bancos centrales habló de una reunión celebrada en un "castillo", sin dar más detalles.

Lagarde adelantó por la mañana la celebración de la parte formal de la reunión ordinaria del Consejo, dedicada a temas no relacionados con la política monetaria, para dejar la tarde y la cena al intercambio de opiniones entre guardianes del euro, indicó otra fuente cercana a los bancos centrales.

Para Lagarde, que asumió el cargo el 1 de noviembre, la tarea más urgente es suavizar las divisiones en el seno del Consejo de Gobierno, el órgano que decide el nivel de las tasas de interés en la zona euro.

Compuesto por 25 miembros -seis procedentes del Comité Ejecutivo y diecinueve gobernadores de los bancos centrales de la región-, este cónclave vivió en septiembre un enfrentamiento sin precedentes entre partidarios y adversarios de un paquete de medidas destinadas a relanzar la economía, según lo deseado por el expresidente Mario Draghi.

Los presidentes de los bancos centrales alemán (Bundesbank) y holandés mostraron públicamente su desacuerdo al día siguiente de estas decisiones y la alemana Sabine Lautenschläger, única mujer en el Comité Ejecutivo, anunció más tarde su dimisión.

Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, se disponía el miércoles a participar en este intercambio de opiniones "sin ningún prejuicio", ya que lo importante, según él, es que "las decisiones tomadas en el Consejo de Gobierno estén bien preparadas, y no dictadas por el presidente", indicó por la mañana a la AFP un portavoz del Banco Federal alemán.

Ningún informe oficial saldrá de esta reunión, que inaugura el método Lagarde para dirigir el BCE. 

Algunos mensajes

Lagarde, en su primer discurso oficial en Fráncfort, pidió "innovar e invertir" ante los desafíos económicos y climáticos.

Si los países europeos "estimulan el crecimiento invirtiendo en sectores productivos de la economía", sostendrán la demanda garantizando al mismo tiempo "el mantenimiento de su competitividad" a más "largo plazo", declaró Lagarde en un congreso bancario.

La funcionaria subrayó hasta qué punto la política monetaria flexible adoptada por el BCE "fue un factor determinante de la demanda interna durante la recuperación" en la zona euro.

"Pero está claro que la política monetaria podría alcanzar su objetivo (de inflación) más rápidamente si otras políticas apoyan el crecimiento", aseguró.

Esto implica, según Lagarde, "progresar hacia un nueva combinación política europea".

Las políticas presupuestarias nacionales son "un elemento clave", al no abarcar solamente la suma del gasto público sino también su composición.

Si las necesidades de inversiones son específicas para cada país, tienen en común que sirven para diseñar "un futuro común más productivo, más digital y más verde", declaró la francesa.