ECONOMÍA

¿Qué le pasa al consumidor colombiano?

No fue una buena navidad para el consumo en Colombia. La discusión tributaria desaceleró las decisiones de compra y por eso el resultado a finales de 2018 fue una menor dinámica. ¿Qué tan preocupante es la tendencia?

14 de enero de 2019

Según Camilo Herrera, presidente de Raddar, firma que revela mensualmente el comportamiento de este indicador, el consumo de los hogares creció apenas 1,24% en términos reales, cuando al cierre de 2017 había crecido a 31,52%.

El crecimiento en diciembre del gasto de los hogares moderó su dinámica, como consecuencia de la incertidumbre del mercado y el menor crecimiento en Bogotá”, comentó Herrera en el informe revelado este domingo.

No obstante cabe recordar que el crecimiento extraordinario del consumo a finales de 2017 implicaba un efecto estadístico importante, pues hacia el último trimestre de 2016, cuando se discutía igualmente una reforma tributaria, el indicador de confianza del consumidor tocó mínimos históricos, lo que significó que muchos consumidores moderaran sus decisiones de compra en ese momento.

Raddar destaca que en todo 2018, el promedio en el crecimiento del consumo fue de 3,33% “logrando acercarse al promedio histórico y mejorando el gasto per cápita, rompiendo la tendencia de congelamiento”.

No obstante, es claro que la discusión tributaria volvió a asestar un golpe a las expectativas de compra de los colombianos a finales del años pasado.

Antes que Raddar, Fedesarrollo había dejado en evidencia una preocupante tendencia a la baja en el Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que mide el balance de respuestas entre los encuestados sobre sus expectativas de gasto para los meses que se aproximan.

Hacia mediados de 2018, el ICC había alcanzado su máximo registro en dos años, alcanzando un balance positivo cercano a 15,5. A ese indicador se llegó luego de que, por cuenta de la aprobación de la tributaria a finales de 2016 y la implementación del incremento en la tasa del IVA de 16% a 19%, el ICC hubiera tocado mínimos históricos hacia enero de 2017, cuando el índice llegó a un balance de -30,2.

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Lo preocupante es que desde junio de 2018, el ICC no ha hecho otra cosa que retroceder, lo que deja en claro que de nuevo las expectativas de los consumidores tienden a la baja. El asunto es tan preocupante que en solo cuatro meses (de junio a noviembre), el ICC cayó de nuevo a un balance negativo de 19,6.

Las expectativas de los consumidores habían sido fuente de inquietud entre las autoridades económicas durante prácticamente todo 2016 y 2017. Entonces, desde el Ministerio de Hacienda y el Banco de la República se lanzaron voces de alerta, porque el consumidor colombiano había tenido una sobre-reacción frente a la incertidumbre que le generaron muchos acontecimientos como la tributaria, el proceso de paz con las Farc y las elecciones presidenciales, entre otros.

Lo que preocupa en esta nueva coyuntura es que la confianza del consumidor venía por una senda de recuperación, hasta hace seis meses; ahora, de nuevo en terreno negativo, vale la pena preguntarse hasta cuándo durará este impacto.

El tema es clave si se tiene en cuenta que en general el consumo pesa prácticamente dos terceras partes del PIB de Colombia y que dentro de él, el de los hogares es un segmento vital para la recuperación.

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Hasta dónde llegará la desaceleración del consumo en Colombia es una pregunta todavía sin respuesta, pues al final de cuentas la reforma tributaria no se volvió a meter con la canasta familiar y por eso cabría esperar una recuperación en la confianza de los consumidores en los primeros meses de este año.

No obstante, que en el cierre de 2018 los colombianos se hayan mostrado más cautelosos en materia de gasto puede ser una señal de alerta y de que para muchos actores económicos, el panorama todavía no está del todo claro. Es necesario hacerle seguimiento a esta tendencia.