Las razones por las que los analistas esperan un repunte en 2018

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se ha dedicado el último año a repetir insistentemente que “lo peor ya pasó”, que la desaceleración económica del país por fin tocó fondo y ahora vivimos un camino de ascenso que ciertamente fue más lento de lo esperado.

A ese discurso se le unieron en los últimos meses el Banco de la República y los analistas nacionales e internacionales, que aunque redujeron sus expectativas de crecimiento para Colombia en este año y las llevaron hasta alrededor de 1,6%, para el 2018 mantienen una visión mucho más optimista de entre 2,4% y 2,7%.

Las razones para tal optimismo ya empiezan a notarse. La inflación logró un descenso más rápido de lo esperado inicialmente y ahora se calcula que terminaría el año incluso en el 4%, el límite superior del rango meta tras dos años en los que incluso alcanzó a triplicar la meta de largo plazo de 3%. Y de la mano de los descensos en la inflación, llegaron las reducciones en las tasas de interés para estimular el consumo de los colombianos y por esta vía la actividad productiva nacional.

Por su parte, las exportaciones empiezan a repuntar pese al rezago de las manufacturas, ayudadas entre varias razones por el incremento del precio del petróleo que ya rodea los US$60 y un mejor comportamiento en la economía global, con medidas como la recién aprobada reforma tributaria de Donald Trump en Estados Unidos, que estimula las compras en otros países de los bienes y productos colombianos. Además, la tasa de cambio ya habría encontrado nuevamente la estabilidad y podría rodear los $3.000 durante todo el año.

En el mismo sentido, la agricultura ha sido el sector estrella del PIB con crecimientos incluso superiores al 7% este año, con grandes noticias especialmente provenientes de la producción cafetera. Para el próximo año, no solo se espera que este sector continúe entre los líderes del crecimiento nacional sino que las buenas cosechas garantizarían una inflación de alimentos estable en alrededor de 2%, un parte adicional de tranquilidad para las tasas de interés.

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La construcción también sería uno de los sectores líderes del 2018. El Gobierno sigue entregando subsidios a la tasa de interés para viviendas nuevas inferiores a los $320 millones para estimular la compra hipotecaria en los estratos del uno al cuatro y tras un año de escándalos de corrupción, que frenaron los avances en los cierres financieros, se espera que finalmente las obras de infraestructura se ejecuten y dinamicen así una buena parte de la economía mediante empleo y demanda de producción de sectores relacionados con esta actividad.

Por otro lado está la inversión. Si bien desciende la entrada de capitales extranjeros este año, lo hace ligeramente y los portafolios se mantienen en el país, pese a la incertidumbre que genera la gran cantidad de candidatos a las elecciones presidenciales del 2018, un proceso natural en todos los países.

Así las cosas, parece que al país le falta mucho por resolver en materia política pero un poco menos en la económica.

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