En duplas los oficiales de la OIM recorren los puntos por los que pasan los migrantes venezolanos para recoger sus datos. | Foto: Nathalia Angarita

NACIÓN

Con tres herramientas la OIM colabora con la regularización de los migrantes venezolanos

Se trata del DTM, el registro y las mesas de trabajo. Estas son invenciones de la Organización Internacional para las Migraciones para orgazinar y caracterizar a los ciudadanos del vecino país que están entrando al país.

25 de septiembre de 2018

No los detienen más de diez minutos. Las preguntas son cortas y precisas: ¿Por qué salió de Venezuela? ¿Cuánto tiempo tiene pensado quedarse en Colombia? ¿Si regresa mañana qué le pasaría? ¿Presenta alguna enfermedad crónica? ¿Está afiliado a algún sistema de seguridad social? ¿Lo han discriminado? El objetivo es recoger datos exactos que permitan establecer las causas de su desplazamiento, los grados de vulnerabilidad y el perfil de los migrantes, entre otros factores. A esta herramienta técnica se le conoce como Matriz de Monitoreo al Desplazamiento (DTM por su sigla en inglés), la desarrolló la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en 2004 y en Colombia se probó por primera vez hace tres años.

En ese momento (2015) el país experimentaba la primera ola migratoria desde Venezuela. Con el cierre de la frontera cientos de colombianos se vieron obligados a retornar. A hoy, ya se han hecho cinco DTM con el apoyo de socios como el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF), ACNUR y la Alcaldía de Bogotá, es decir, que se han tomado cinco fotografías de momentos específicos de este fenómeno, que al compararse permiten tener mayor claridad de lo que está sucediendo, así como identificar los cambios en la dinámica migratoria para ajustar la respuesta al fenómeno.

El próximo DTM se realizará en un mes. Al igual que en los anteriores, una dupla de funcionarios, equipados con tabletas, donde consignan la información, recorrerán los lugares a los que llegan los migrantes para formularles un cuestionario, que aunque parte de una línea base, se va modificando de acuerdo con el contexto y las circunstancias.

Gracias a los datos de esta matriz, que se ha aplicado en 72 países del mundo, se sabe que al comienzo de 2016 los migrantes eran 70 por ciento colombianos y 30 por ciento venezolanos, y que poco a poco esa proporción comenzó a cambiar. Hoy, el 91 por ciento de la población proveniente de Venezuela nació en ese país. Luego vinieron a Colombia venezolanos jóvenes con la intención de conseguir recursos para enviarles a sus familiares, organizarse y, en un tiempo, traerlos con ellos. Actualmente, los grupos de migrantes se han diversificado, hay un aumento en el porcentaje de mujeres –algunas en estado de embarazo y con hijos pequeños–. Este cambio podría obedecer a los procesos de reunificación familiar.

El registro

El 21 de marzo de este año se expidió el decreto 542 mediante el cual, entre otras disposiciones, se creó el Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV). Una medida que permitirá a 442.000 personas regularizarse. Esta fue una iniciativa del Estado colombiano apoyado por la OIM, ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) y USAID.

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Para acceder al registro, los migrantes se acercaron a los puestos instalados por todo el territorio nacional para consignar su información personal. A partir de ella se logró caracterizar a esta población. La migración de manera ordenada genera beneficios para los migrantes y los territorios que los reciben. Colombia no estaba preparada y por eso se han presentado tantas dificultades. Sin embargo, tanto el DTM como el registro han permitido dar pasos en la dirección correcta y todavía a tiempo. El resultado del RAMV fue el decreto 1288 de 2018, que busca la regularización de los migrantes venezolanos en uno de los procesos más ambiciosos de este tipo, realizado por primera vez en América Latina.

Mesas de trabajo

Además de propiciar las herramientas metodológicas para la recolección de datos, que han sido fundamentales para comprender el fenómeno migratorio y para que el Estado implemente medidas efectivas, la OIM se ha preocupado por propiciar espacios de discusión que contribuyan a proponer soluciones desde distintos campos.

El pasado 4 y 5 de julio se realizó un foro académico en conjunto con Presidencia de la República, el Sena, la Alcaldía de Bogotá, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y PNUD, que reunió a 71 expertos de 19 universidades colombianas. Desafíos de la política migratoria en Colombia: una perspectiva desde la gestión del conocimiento, fue el nombre de este encuentro durante el cual se compartieron experiencias internacionales y se analizó el caso colombiano en ocho mesas de trabajo: salud, educación, generación de ingresos, ayuda humanitaria y gestión de frontera, seguridad y convivencia, protección y género, niñas, niños y adolescentes; y grupos étnicos.

Fue una jornada enriquecedora de la que surgieron lineamientos básicos que complementaron los resultados del DTM y el registro de cara a la formulación de una política pública. A su vez, dio luces de acciones urgentes. Por ejemplo, la necesidad de establecer medidas de integración de los migrantes que prevengan la xenofobia, asegurar la salud de esta población, difundir masivamente la información sobre las rutas de atención, diseñar estrategias de generación de ingresos, prevenir la explotación y trata de personas y fortalecer la presencia del Estado, especialmente en las zonas de frontera para mejorar la convivencia.