Tres plataformas de crowdfunding para financiar proyectos

Los crowdfunding, algo así como ‘financiamiento de multitudes’ en español, son comunidades digitales en las que los emprendedores pueden exhibir sus proyectos con el fin de cautivar la atención de patrocinadores que les ofrezcan apoyo monetario para el desarrollo de su idea de negocio. Aquí le mostramos tres ejemplos de plataformas de crowdfunding y cómo funcionan:

Kickstarter

Siendo una de las más populares, esta comunidad digital que comenzó en abril de 2009, a la fecha ha financiado más de 120 mil proyectos en todo el mundo con una inversión de US$3 millones gracias a la contribución de 13 millones de financiadores.

Esta plataforma digital permite a los emprendedores recibir el apoyo y los recursos que necesitan para hacer realidad sus proyectos. Hasta la fecha decenas de miles de ideas han logrado ser realizadas gracias a la ayuda que brinda esta comunidad.

Los creadores de esta plataforma digital la definen como “una inmensa comunidad global de mentes creativas”, agregan que por ella han pasado artistas, diseñadores, cineastas y periodistas entre otros creadores.

¿Cómo funciona?

Los creadores de la plataforma señalan que desde el principio cada emprendedor  está al mando de la creación y diseño de su proyecto, así como el derecho de tener la responsabilidad absoluta sobre el mismo.

“Pasan semanas construyendo las páginas de sus proyectos, filmando los vídeos y analizando cuáles serían las mejores recompensas para sus patrocinadores. Cuando están listos, publican su proyecto y lo comparten con la comunidad”, explican la metodología que opera en Kickstarter los fundadores de la comunidad digital. 

Cuando el diseño del proyecto está completamente montado, los emprendedores establecen una fecha y meta de financiamiento que buscarán cumplir con el apoyo de los financiadores.

Una vez esta meta se cumpla el monto aportado por cada financiador le será descontado de su tarjeta de crédito, por el contrario, si el proyecto no alcanza a cumplir este objetivo, del bolsillo del patrocinador no se descontará valor alguno. “El financiamiento en Kickstarter es todo o nada”, concluyen los creadores de la comunidad digital.

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La empresa Colombiana que se financió en Kickstarter

A diferencia de otras plataformas listadas más adelante, Kickstarter permite su uso solo a personas cuya residencia y cuenta bancaria se encuentren en el listado de países en los cuales opera.

Colombia no se encuentra en la cobertura de estas naciones, pero el proyecto colombiano que logró entrar en esta comunidad, pudo hacerlo gracias a que su CEO dispone de una residencia y cuenta bancaria en Estados Unidos.

Mova es un emprendimiento que fabrica chaquetas para ciclistas inspiradas en Bogotá. En entrevista a Dinero el CEO de esta empresa, Roland Harper, contó su experiencia de financiamiento en Kickstarter.

“Publicamos un video a principios de diciembre de 2015 y en cinco horas logramos recaudar US$5.000, más adelante logramos otros US$130 mil en la siguiente campaña que duró dos meses”, recuerda en su diálogo con este medio el empresario que en la actualidad exporta sus chaquetas a más de 60 países.

No obstante afirma Roland que es importante invertir tiempo en la precampaña de lanzamiento para lograr tráfico a la comunidad digital que verá el producto y decidirá financiarlo. En el caso Mova esta precampaña duró 6 meses, por lo que la obtención de los recursos no siempre resulta fácil.

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Indiegogo

Es una de las principales plataformas de crowdfunding utilizadas por los emprendedores colombianos para financiar sus proyectos. A la fecha esta comunidad opera en 223 países logrando recaudar cerca de US$1 billón invertido en 650.000 proyectos, gracias al aporte de 11 millones de contribuyentes.

Indiegogo opera de una manera muy similar a Kickstarter, definiendo en 3 las etapas por las que deben atravesar los proyectos, estas son: prelanzamiento, crowdfunding y mercado.

Frenchie es una de las tantas empresas colombianas que buscan financiamiento por medio de esta comunidad digital. En entrevista a Dinero su CEO Camilo Mejía Plata dijo: “el uso de una plataforma como Indiegogo es la mejor forma de validar una idea de negocio”, argumentando que es mejor a comparación de pedir un préstamo bancario o invertir de los ahorros donde no hay certeza si finalmente el emprendimiento va a funcionar.

Indiegogo no solo permite que el proyecto sea financiado, además facilita su evaluación por la comunidad que la conforma. En el caso de Frenchie ha logrado juntar US$500 mil en un periodo de tres meses.   

“La primera etapa es la precampaña que básicamente consiste en crear una página o hacer un video y recolectar los correos de las personas interesadas. Luego viene el lanzamiento, allí se aconseja pagar por publicidad para dar a conocer la idea. Por último, cuando se cierra la campaña, y si ésta cumplió con la meta de financiamiento, en unos días la plataforma le envía al emprendedor el dinero recaudado para la puesta en marcha del proyecto empresarial”, resume Camilo Mejía la dinámica de Indiegogo.

Los financiadores de Frenchie reciben a cambio el artículo que patrocinaron como recompensa. “Es como una venta anticipada aunque legalmente no se vea así”, concluye el creador de esta empresa.

Help

También existen plataformas de crowdfunding 100% colombianas, pensadas en las necesidades de los proyectos que tienen los habitantes del país cafetero.

El iniciar una carrera universitaria también puede considerarse como un emprendimiento, y en Colombia existe una comunidad digital que busca financiar este sueño de muchos jóvenes que no cuentan con los recursos necesarios para pagar sus estudios superiores.

Help, el crowdfunding colombiano, hasta la fecha ha logrado recolectar de la filantropía de personas naturales y empresas, 750 en total, una cantidad de $72 millones destinados en un 88% a la educación de 11 estudiantes en el país.

Diego Escallón Arango, fundador de esta iniciativa, en entrevista a este medio reveló que a groso modo los requisitos que deben tener los candidatos para aplicar son tener aprobado en un 60% el programa académico cursado, demostrar que tiene necesidades económicas y manifestar un interés de hacer algo más allá que el simple hecho de estudiar.  

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