"Colombia se transformaría si permitiera pagar impuestos con criptomonedas": David Roberts

Uno de los principales expertos de Singularity University en disrupción tecnológica, innovación y liderazgo exponencial es David Roberts, quien ha sido vicepresidente, director y alumno del Programa de Estudios de Posgrado de esa institución.

Este informático e ingeniero egresado del MIT, especializado en inteligencia artificial e ingeniería de bio-computación, es un apasionado por crear nuevas intenciones para el bien mundial por medio de la disrupción. Roberts llegó a Colombia para ser parte del primer SingularityU Colombia Summit y esto fue lo que dijo en entrevista con Dinero.

Dinero - ¿Cómo se usa la tecnología para el bien mundial?

David Roberts - La tecnología es solo una herramienta. Con el fuego puedes quemar o puedes cocinar, con un cuchillo puedes cortar un sándwich o hacer daño, es solo una herramienta.

La tecnología no es buena o mala, solo son personas que la usan para bien o para mal, lo que realmente hay que controlar es la gente. Solo algunas tecnologías son muy peligrosas y necesitan ser controladas solo para evitar a las personas que quieren usarla para mal. Es un malentendido pensar que la tecnología es buena o mala.

Por estos días si se quieren más cosas buenas, es un problema de las personas, no de la tecnología.

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D- ¿Qué quiere decir con tecnologías peligrosas?

D.R.- Una tecnología peligrosa es algo que en realidad podría causar daño a un gran número de personas. El cloro es uno de los elementos más venenosos de la tabla periódica, pero cuando se usa en pequeñas cantidades, lo usamos para mantener fuentes limpias y para limpiar el agua. La mitad de las hospitalizaciones en el mundo se deben al hecho de que no hay acceso a agua potable. Creo que es importante entender el lenguaje.

D- ¿Qué puntos ha venido a tratar en Colombia?

D.R. - Es emocionante para mí ver Colombia ahora, porque vine hace algunos años y creo que han ocurrido cambios en una dirección realmente buenos.

Por un lado, creo que la paz tendrá un impacto extraordinario si el mundo realmente se entera de que eso sucedió, es un desafío. La seguridad del país tiene una reputación que ahora pueden superar y mejorar. Esto atraerá el turismo y los negocios, Colombia es un país fantástico para hacerlo en estos momentos.

Vengo a hablar de algo que es la idea de la rana saltadora, en lo que se puede avanzar a lo largo de una curva tecnológica, pero también en lo que se puede omitir completamente para saltar y ser líder.

Un estado de Estados Unidos acaba de anunciar que sus ciudadanos podrán pagar sus impuestos con criptomonedas, Ohio. Todos los demás estados empezarán a pensar en eso, incluso habrá personas que podrían mudarse a Ohio solo porque ahí les permiten eso, verán las criptomonedas, serán aceptadas como estándar y eso simplemente genera muchos cambios.

Colombia podría hacerlo mañana, su Presidente podría decir que ahora acepta criptomonedas para el cambio de impuestos y transformaría la nación. Las criptomonedas han sido una de las tecnologías que han demostrado ser más que las dudas, sabemos que la aceptación de ‘blockchain‘ es inevitable.

Los gobiernos y las empresas tardan en aceptarlo, tomará un poco de tiempo, se conoce a medida que se avanza.

Entre otras cosas, he venido a decir la diferencia entre la innovación y la disrupción. La innovación es hacer que las cosas existentes sean mejores. La disrupción es cuando haces algo nuevo que reemplaza lo antiguo.

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D- ¿Qué idea disruptiva considera que está cambiando el mundo definitivamente?

D.R.- Puedo dar tantos ejemplos que tengo que pensar cuál elegir. En las últimas dos décadas nos encontramos con el internet, con los teléfonos inteligentes y con la nube.

En las próximas dos décadas sabemos que nos encontrarémos con la robótica, la automatización, la inteligencia artificial, la biología digital, la nanotecnología, el financiamiento colectivo, entre muchas otras ideas disruptivas.

Los próximos veinte años no serán como los últimos, es un tipo de experiencia diferente que crece de forma exponencial como ninguna otra antes.

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