RAÚL ÁVILA FORERO

¿Qué tipo de consumidor se considera?

Como consumidores, tenemos una gran variedad de patrones de consumo con los que nos enfrentamos día a día en nuestras decisiones de compra. Sin embargo, priorizar ciertos criterios a la hora de comprar es algo relativo a cada tipo de consumidor. ¿Con cuál se identifica?

Raúl Ávila Forero
23 de septiembre de 2019

¿Es usted de los que revisa precios antes de tomar una decisión de compra? ¿O es un poco más impulsivo y gusta mucho de las ofertas y promociones en los almacenes, sin realmente analizar la necesidad que tiene del producto? ¿O tal vez es de los que revisa los componentes nutricionales de los productos para saber cuál es la opción más saludable o si el empaque puede ser reciclado o reutilizado?

Son muchos los criterios que se pueden evaluar para comparar un producto con otro, y nuestra forma de elegir qué criterio tomar como relevante para decidir qué comprar, desde alimentos o productos básicos hasta los más finos lujos y excentricidades, dice mucho del tipo de consumidor que somos.

Euromonitor International, líder en investigación estratégica de mercados, realizó este año un sondeo a nivel mundial para tener una mayor aproximación hacia qué tipo de consumidores debería apuntar hoy día el mercado, bajo qué criterios y cuál de esta tipología es la más dominante. En este, los comportamientos se concentraron en 10 categorías analizando factores clave como el uso de la tecnología, rasgos de personalidad, preferencias de compra, actitudes “verdes” y hábitos saludables.

Así, se determinaron como tipos de consumidor: i) el comprador impulsivo que gusta de las ofertas, ii) el hogareño conservativo para el cual su familia es lo más importante; iii) el minimalista que piensa en la simplicidad; iv) el tradicionalista seguro; v) el luchador imperturbable que siempre quiere lo mejor; vi) el activista empoderado; vii) el aventurero inspirado; viii) el entusiasta digital que incorpora la tecnología en cada aspecto de su vida; ix) el optimista balanceado y, x) el planeador cauteloso que siempre sabe lo que quiere.

De estos, el 15 % de los encuestados fueron calificados como compradores impulsivos, el 13 % como hogareños, y minimalistas y tradicionalistas obtuvieron el 12 % cada uno; mientras que, en el otro extremo, los compradores digitales, optimistas y cautelosos obtuvieron un 6 %, 5 % y 4 % respectivamente. Ello concuerda con las tendencias de demanda más importantes que se proyectaban a inicio de año por las firmas mundiales de medición de consumo, en cuanto a consumidores más conscientes y amantes de lo básico y lo auténtico, bajo una transición en donde los canales digitales toman cada vez más importancia.

Temas como las preocupaciones medioambientales, las tendencias por buscar hábitos de vida mucho más saludables y la tecnología fueron algunos de los temas transversales. Luchadores y activistas fueron los consumidores que más mostraron preocupación por el medioambiente, pero solo los activistas destacaron en hábitos de compra saludables, como leer los componentes nutricionales de los productos. Asimismo, luchadores, impulsivos y digitales mostraron menos resistencia a la tecnología y encontraron en ella más beneficios que contras.

Ahora como, según el estudio, el mercado está siendo dominado por compradores impulsivos, hogareños y minimalistas, vale la pena echar un vistazo hacia los patrones de consumo y de preferencias que varían entre estos consumidores, a la hora de realizar una compra para evaluar, empíricamente y bajo nuestro propio contexto, qué tan cercano está este estudio a nuestra realidad.

Por ejemplo, los impulsivos gustan bastantes de compañías y marcas en las que confían plenamente, pero no dejan de lado el gusto por encontrar y disfrutar de las gangas. Tienen altas preferencias por los productos y servicios novedosos (aspecto que un tradicionalista nunca hallaría atractivo), para poder tener un grado de distinción y no tener lo que otros ya tienen. Asimismo, prefieren la calidad sobre el precio (contrario al tradicionalista), las marcas reconocidas, ven como importante comprar con criterios de responsabilidad ambiental y tienen una gran dificultad para visitar tiendas, sin realizar algún tipo de compra, por más que no necesiten comprar algo en realidad.

Por su parte, los hogareños son personas que gustan visitar centros comerciales por los diversos espacios y experiencias de compra que ofrecen estos formatos. Gustan de visitar las tiendas, así no realicen ninguna compra y no les parece mal intentar uno que otro producto nuevo, solo por ver qué pasa. No están muy seguros si elegir la calidad sobre el precio, o viceversa, porque ambos criterios son importantes y no tienen muy arraigados patrones actuales como un consumo consciente y responsable.

En motivaciones y preferencias, los minimalistas tienen un patrón muy parecido a los hogareños, pero, por ejemplo, gustan un poco más de los productos nuevos y tener cosas únicas y auténticas, prefieren criterios de calidad sobre precio (casi como un impulsivo) y gustan de visitar tiendas así no compren nada. No obstante, creen que es importante comprar responsablemente para evitar efectos negativos en el medioambiente (más que un hogareño, pero menos que un activista), reparar las cosas para evitar comprar nuevas y no sienten gusto al comprar cosas innecesarias y que no necesitan, por más que estén en oferta (a diferencia de un impulsivo).

Por ahora, el balance entre el gusto por visitar tiendas físicas y preferir los servicios de compra online se mantiene. Pero es indudable que, con los avances en e-commerce, esto va a cambiar y los canales virtuales van a ser más importantes a mediano plazo. De cualquier forma, al identificarse con uno o varios tipos de consumidor, debe ser consciente de que nuestros patrones son estudiados minuciosamente, día a día, por centenares de departamentos de marketing que redefinen, una y otra vez, sus estrategias para lograr su más importante fin: que finalmente compremos.