RAÚL ÁVILA FORERO

Las nuevas tendencias de familia

La imagen de la familia tradicional ya no es la regla de oro en la planeación de estrategias comerciales y de marketing. Las tendencias de consumo en los hogares ya no son las mismas, y es algo que el mercado aún está en proceso de asimilar.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
15 de julio de 2019

La transformación de la familia da lugar a mutaciones socioeconómicas que dejan retos muy importantes en materia de bienestar, consumo, mercado laboral, vivienda, educación, etc. Por ende, es muy importante reconocer los cambios que convierten a lo “no tradicional” en lo nuevo tradicional, pues esto implica un paradigma totalmente diferente en donde las familias se muestran con hábitos de consumo diferentes, y altas expectativas frente a las marcas con las que interactúan.

La noción tradicional de la conformación de hogares se está transformando rápidamente. Ya la definición convencional de dos adultos (hombre y mujer) con niños está quedando en el pasado, para dar la bienvenida a hogares unipersonales (solteros), parejas no casadas con y sin hijos, parejas del mismo sexo, parejas casadas con y sin hijos, o madres y padres solteros, familias con mascotas, etc. Por ende, esto representa un extenso portafolio de deseos y necesidades que satisfacer, concentrados en nichos de mercado cada vez más segmentados.

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Según Euromonitor, las tendencias familiares a nivel mundial están apuntando hacia una reducción del consumo en el largo plazo. La disminución en los niños por hogar es un comportamiento que, al parecer, podría mantenerse hasta en los siguientes diez años llegando a un promedio de un niño por hogar. Por ahora, se estima que entre el año 2000 al 2030 el descenso en esta parte de la población será mucho más notorio en países en vías de desarrollo (-33,8 %) que en los países desarrollados (-26,5 %).

En Colombia, el censo estimado para 2018 dio claros indicios de la llegada de esta tendencia a nuestro país. Según este, los hogares unipersonales pasaron del 11 % en el censo del 2005 a un 18 % el año pasado. Y, sin lugar a duda, esto sí que representa un cambio generacional de la familia colombiana en comparación con las de 40 o 50 años atrás, en donde se evidenciaban familias numerosas, conformadas por cinco miembros y hasta más.

En la medida en que en el mundo se disminuyan las parejas con hijos, el segmento de las parejas sin descendencia se disparará, y muy por encima del crecimiento que tendrán los hogares con hijos. Allí se verán nuevas oportunidades para el voluminoso mercado de los hogares unipersonales, dada la mayor capacidad de gasto que pueden acaparar.

Infortunadamente, otra de las tendencias que tendrá lugar, y pisará muy fuerte, será la de las familias fracturadas. El aumento en las tasas de divorcio impulsará la familia monoparental a tal punto de ser el segmento de más rápido crecimiento. Así, se espera un alza del 78,5 % en la población divorciada entre el año 2000 y el 2030, por lo que ya se especula que el número de hogares con un solo progenitor crecerá tres veces más de lo que asciende el segmento de parejas con hijos.

En Colombia, según la Superintendencia de Notariado y Registro, los dos trámites que más llenan las notarías son los matrimonios civiles y los divorcios. Sin embargo, por cada cinco matrimonios, se presentan en promedio dos divorcios y, desde 2012, la cifra de parejas que se casan viene en declive.

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Los niños que crecen en familias de un solo papá o de una sola mamá son más propensos a vivir en la pobreza, y tienen una alta probabilidad de enfrentarse, en su vida futura, a factores negativos como la deserción escolar, un embarazo adolescente o pasar por un divorcio cuando sean adultos. No obstante, el segmento monoparental sigue en la mira del mercado dado que es un segmento, sin explotar por las diferentes necesidades que presentan en comparación a una pareja con hijos.

Asimismo, se pudo identificar que la falta de hijos en los hogares de hoy día conduce a la formación de hogares cada vez más pequeños, especialmente en las zonas urbanas. La consolidación de familias con un menor número de miembros se relaciona estrechamente con las zonas en las que, por ejemplo, los precios de bienes inmobiliarios se han disparado.

Tokio, Londres y Beijing son algunas de las ciudades con un creciente número de parejas sin hijos, en búsqueda de una mayor comodidad urbana, un mayor acceso a diversos servicios y precios de alquiler altos. Todo esto sin importar, muchas veces, las condiciones de hacinamiento que padecen varias urbes en el mundo. Por ello, países como China, Brasil y Reino Unido son algunos casos que tendrán un fuerte crecimiento en la construcción de apartamentos hasta 2030.

Este fenómeno de hogares cada vez más pequeños ha tenido importantes consecuencias en el portafolio de productos y servicios de las compañías, pues esto involucra la demanda de formas de pago virtuales, soluciones digitales, electrodomésticos más pequeños, muebles a la medida, productos plegables y otros bienes relacionados que tengan la capacidad de adaptarse a espacios reducidos.

Los hogares vienen siendo entonces un patrón determinante en el consumo. La redefinición de las familias modernas sigue siendo un factor de alta volatilidad que muchas empresas en Colombia aún no han sabido identificar y comprender. Saber esto les permitiría reinventar sus estrategias comerciales para abarcar una mayor cuota de mercado, en la medida en que vayan sabiendo apuntarle a los nichos familiares que vienen surgiendo con nuevas necesidades y expectativas.

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