GUSTAVO RIVERO

Españoles en Latinoamérica

¿Están en retirada las empresas españolas?

Gustavo Rivero, Gustavo Rivero
13 de diciembre de 2019

En 1989, Telefónica, la mayor empresa de telecomunicaciones de España, hizo su primera incursión en América Latina al lanzar una oferta de compra por un operador chileno desatando una avalancha de inversiones españolas en la región en la década de 1990. El año actual ha estado marcado por protestas populares y crisis económica en la región. Dice mucho que, 30 años después de haberse instalado, Telefónica haya decidido reducir sus pérdidas vendiendo algunos de sus negocios en la zona.

La nueva estrategia de la compañía se anunció hace medio mes después de que su valor de mercado se haya reducido a la mitad en los últimos cinco años hasta 35.000 millones de euros. Tiene una deuda neta incluso superior y, como les sucede a todas las empresas mundiales de telecomunicaciones, se enfrenta al desafío de ofrecer a los clientes velocidades inalámbricas mucho más rápidas a través de 5G y más servicios digitales. Planea reenfocarse en cuatro mercados principales (España, Brasil, Alemania y Gran Bretaña) y crear negocios digitales y de infraestructura separados. Orange, su rival francés, anunció planes similares para reinventarse.

Lo más significativo es la posibilidad de que Telefónica pueda vender sus negocios en Argentina, Colombia, México, Chile, Perú y otros países hispanoamericanos. Representan el 21% de sus ingresos. Su venta, que podría generar 13.000 millones de euros, representa un giro histórico. Al igual que Telefónica, los bancos españoles, las empresas de energía y otras compañías tienen motivos para preocuparse por el lento crecimiento y la volatilidad de las divisas en el otro lado del Atlántico.

Durante años, América Latina ayudó a convertir a las empresas españolas en empresas globales. En pocas décadas, España se había convertido en el segundo mayor inversor extranjero en la región después de Estados Unidos. Sus empresas tienen inversiones hoy por valor de 156.000 millones de euros en la región. Los más grandes, como Telefónica, Santander y BBVA en banca, Iberdrola en servicios públicos y Repsol en petróleo y gas, representaron la mayor parte de la inversión de España en el área. El mismo idioma, así como el pasable “portuñol” en Brasil, les permitió operar industrias que estaban irremediablemente atrasadas. Las ganancias en América Latina durante el auge de las materias primas ayudaron a las empresas españolas a superar la crisis financiera de 2008-09.

Desde la crisis del tequila en México en 1994-95, pasando por megadevaluaciones y agitaciones políticas en Brasil y Argentina, hasta la dictadura chavista en Venezuela, los inversores españoles hemos tenido un curso acelerado en la gestión de desastres. Repsol puede haber sufrido lo peor: en 2012, los peronistas en Argentina expropiaron su participación en YPF, la compañía petrolera nacional. Y recientemente, ha tenido problemas para extraer crudo pesado en Venezuela y México.

BBVA y Santander han utilizado sus grandes filiales de América Latina para ayudar a compensar los nulos tipos de interés en la eurozona y no tienen planes de retirarse. Ahora México, donde BBVA es el banco más grande, está lidiando con la recesión. A Santander le ha ido bien recientemente en Brasil, donde es el mayor banco extranjero, pero sufre de debilidad de las monedas en muchas partes de América Latina. Los ingresos, los retornos y los flujos de efectivo de Telefónica en Perú, Chile y Colombia han disminuido debido a los nuevos competidores que priman la cuota de mercado por encima de la rentabilidad.

España aún no está en plena retirada. Los movimientos de Telefónica podrían ser una combinación de venta de activos (lo está haciendo en Centroamérica) y creación de alianzas (lo ha hecho recientemente en México al acordar usar parte de la red de AT&T para reducir pérdidas). Pero podría hacer ventas por completo para reducir la deuda rápidamente. Empresas como Liberty Latin America y Millicom se están expandiendo en la región a través de adquisiciones y China Mobile también muestra interés en América Latina.

Según The Economist, la decisión de Telefónica de quedarse en Brasil, su mayor mercado con diferencia, sugiere que la clave es saber enfocarse. Otras empresas españolas han usado estrategias similares: BBVA al concentrarse principalmente en México, y Santander, en Brasil. A medida que aumenta la presión sobre los bancos para adaptarse a la era fintech, y sobre las empresas de energía como Repsol e Iberdrola para reducir las emisiones de carbono, la estrategia del enfoque preciso tiene más sentido que la expansión a cualquier precio.