MARIA ALEJANDRA GONZALEZ-PEREZ

Deuda, transparencia y prudencia para países, las empresas y los individuos

El aumento de las tasas de interés y la apreciación del dólar está afectando negativamente el endeudamiento de los países, las empresas y los individuos, y aumentando la posibilidad de incumplimiento. Llego el momento de aumentar la prudencia.

Maria Alejandra Gonzalez-Perez, Maria Alejandra Gonzalez-Perez
21 de octubre de 2018

La deuda y el endeudamiento no son fenómenos exclusivamente actuales. David Graeber, profesor de Antropología en London School of Economics, es autor del libro Debt: the first 5,000 years publicado por primera vez en el año 2011. En este libro, el autor analiza cómo por más de 5.000 años, desde los primeros imperios agrarios, los seres humanos han usado sofisticados sistemas de crédito para comprar y vender, y desde esa Era, la sociedad fue dividida en deudores y acreedores.

Desde esos tiempos, desde Italia hasta China, han estado presentes en los debates políticos los argumentos sobre la deuda y el perdón de la deuda. De hecho, Graeber analiza que las palabras “culpa”, “pecado” y “redención” usadas en derecho y en religión se derivan de estos antiguos debates sobre la deuda, que incluso han sido los que han dado forma a las ideas más básicas de lo que es correcto e incorrecto.

Pese a que los países se encuentran hoy en una mejor situación de desarrollo que en los años ochenta, los problemas que enfrentan actualmente son más complicados que décadas atrás. La deuda pública está aumentando -tanto en países en vía de desarrollo y los mercados emergentes, así como en los países menos desarrollados y de menores ingresos- a niveles no vistos desde principios de los años ochenta.

De alguna manera esto responde a que en las décadas anteriores estuvimos inmersos en un entorno de bajas tasas de interés, y a cambiantes precios los commodities que habían dado la oportunidad a los países de endeudarse en búsqueda de crecer y desarrollarse, ya que el endeudarse ha sido una de las formas en que los países pueden financiar inversiones muy necesarias en infraestructura, capital humano u obras públicas.

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Sin embargo, ahora lo que estamos viendo, de acuerdo con la intervención de Haslinda Amin, corresponsal Internacional Principal para el Sudeste Asiático de Bloomberg en el marco de las reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI (que tuvieron lugar entre el 8 y el 14 de octubre de 2018 en Bali), es que en los últimos 5 años el 40% de los países de bajos ingresos enfrentan graves problemas de endeudamiento y muchos de estos se encuentran en alto riesgo de incumplimiento. De hecho, Venezuela, Granada y Mozambique se encuentran en default (cesación de pagos a sus acreedores).

Al mismo tiempo, la deuda corporativa en los mercados emergentes también está superando los niveles históricos. Esta situación requiere nuevos esfuerzos dentro de los países en desarrollo y la comunidad internacional para contener las vulnerabilidades que surgen de estos niveles crecientes de deuda.

En el panel Deuda: desafíos futuros, en las mencionadas reuniones en Bali, el cual estuvo liderado por Haslinda Amin, los panelistas analizaron las complejidades de la deuda pública mundial. John B. Taylor, profesor de Economía de Stanford University, explica que estamos entrando en un proceso hacia la “normalidad” y la corrección de las tasas de interés, ya que las bajas tasas de interés fueron inusuales y, por ende, estamos en proceso de un esperado aumento.  

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Por su parte, Kristalina Georgieva, CEO del Banco Mundial, manifestó que la situación de la deuda requiere atención, y hay que estar en alerta, más no alarmados, ya que el aumento predecible de las tasas de interés puede ser manejable. Georgieva explica que si se sabe que las tasas de interés van en aumento se pueden tomar medidas.

Sin embargo, advierte que hay dos aspectos preocupantes. Por un lado, en los países -tanto los gobiernos como las empresas e individuos- se acostumbraron a las bajas de interés y asumieron que esto podría durar para siempre.  

El segundo aspecto preocupante es que la estructura de la deuda en países en vía desarrollo ha cambiado. Expone la señora Georgieva que en los años ochenta básicamente las deudas se manejaban en el Club de París, el cual es un foro informal de acreedores oficiales y países deudores, cuya función es coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas. Ahora, dentro del ecosistema de la deuda hay deudores y acreedores privados, y esto agrega un nivel de complejidad mayor para su manejo.

Por ende, la buena gestión de la deuda es fundamental para que estas inversiones tengan éxito. Esto implica implementar políticas prudentes, dado que nos enfrentamos no solamente a un aumento en las tasas de interés, también a una apreciación del dólar.

También es muy importante enfatizar en la transparencia de la deuda para poder tener claridad de la estructura de esta, los términos, quiénes son los acreedores y cómo esta se ajusta a los flujos de ingresos para poder tomar con esto acciones tempranas y dar asesoramiento apropiado, según explica Kristalina Georgieva, CEO del Banco Mundial.

Otro aspecto a tener en cuenta y que resalta Georgieva es la importancia de desarrollar mercados de capital local y crear un engranaje para motivar las inversiones y las deudas en monedas locales. Además, es crucial poner un énfasis en la dimensión del endeudamiento en el desarrollo ya que, como precisa Georgieva, “la deuda no es necesariamente mala, la deuda es mala cuando es estúpida”.

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