RAÚL ÁVILA FORERO

Carta al presidente electo

Estimado (Iván Duque o Gustavo Petro), ya designado usted como futuro presidente, resulta muy conveniente que logre asimilar y resolver las muchas necesidades que enfrenta hoy el país, en un contexto en que la globalización ha tomado fuerza, y en el que la situación económica demanda una integralidad con lo social y medioambiental para promover el desarrollo.

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
16 de junio de 2018

Estos últimos 8 años de gobierno nos han dejado un país con enormes retos enfrentados y algunos superados. Asimismo, queda una agenda desbordada de temas prioritarios que no dan espera. Logramos sobrellevar un choque petrolero que dejó un ingente hueco fiscal, una devaluación temporal que nos llevó a una mayor inflación, y unos de los menores crecimientos del PIB en los últimos años.

A pesar de tantos altibajos, entienda usted futuro presidente de Colombia, que el país pudo avanzar en materia social logrando una mayor formalidad laboral, en donde se crearon más de 2,5 millones de empleos formales, y una mayor tasa de cobertura en educación terciaria. Los índices de desigualdad se mantuvieron a la baja desde 2010, incluyéndose el desempleo y la pobreza. En resumen, el progreso social no se vio interrumpido, pero los retos son de aun gran envergadura.

Asimismo, se alcanzó a duplicar la IED promedio respecto a años anteriores y la confianza de los inversionistas se ha mantenido alta. La modernización de la infraestructura vía APPs resultó en la construcción de más de 30 proyectos 4G. La sostenibilidad fiscal, aunque no pudo con una reforma tributaria realmente progresiva, acogió algunos incentivos para una economía más verde como el impuesto al carbono, la exención de renta a energías renovables e incentivos para vehículos eléctricos. La Misión de Crecimiento Verde liderada por el DNP delineó la hoja de ruta.

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Futuro presidente y futura vicepresidenta (Martha Lucía Ramírez o Ángela María Robledo), dejándonos de vanidades políticas, el país enfrenta una actualidad crítica, en donde se requerirá un mandatario estratega que logre catapultar una mayor prosperidad nacional, con un equipo que sepa y blinde con su experticia estos apartados. El problema es que se debe conjugar la productividad total de factores con el empleo de calidad, el crecimiento económico con el progreso social, la búsqueda de un mayor presupuesto (¿de dónde saldrán mayores ingresos para el Estado?) con una adecuada gestión del gasto (sobre todo el pensional), y unas inversiones con responsabilidad social y de desarrollo de más infraestructura con equidad.

Durante épocas pre electorales, recordará usted futuro presidente, varias campañas que se disputaban la presidencia, no paraban de hablar sobre combatir la corrupción y erradicarla de raíz. Ya hemos visto las enormes pérdidas económicas y sociales que nos deja el desvío de los recursos públicos y sus inadecuados usos, como para seguir perpetuando esta dañina práctica que lo único que hace es propagar la desigualdad social en el país; por favor, que uno de sus focos de acción gubernamental sea combatir este flagelo.

Sabemos que la pérdida de recursos también viene de la evasión de impuestos que ejercen actualmente muchas personas naturales y, sobre todo, jurídicas. Un menor ingreso ha involucrado, durante los últimos periodos, el aumento del recaudo tributario para intentar incrementar los ingresos del país, que lo que ha causado, entre otros flagelos, es afectar la supervivencia empresarial de muchas organizaciones al día de hoy.

En esto, futuro presidente, el país debe adaptar rápidamente la gestión pública con ayuda de la tecnología. Bastante se ha dicho sobre los beneficios de la facturación electrónica y ante el desconocimiento de las ventajas por parte del empresariado, ahora va a ser más una exigencia del Estado.

Ningún presidente (ojalá usted sea el primero), ha establecido tarifas diferenciales para las micro, pequeñas y medianas empresas –Mipymes– para darle un mayor empuje empresarial al país, puesto que de cada $100 en utilidades, más del 60% se van para impuestos. Una mejoría en esto, no solo tendría incidencia en un aumento del tan necesitado recaudo, sino que establecerá mejores oportunidades de empleo formal y la diversificación de sectores de la economía en donde mantenemos falencias de producción.

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Todos estos, en sí, son algunos de los requerimientos para mantenernos dentro del selecto grupo Ocde, porque la competitividad es uno de las exigencias más importantes futuro presidente. En ello, el ingreso parecerá tarea fácil en comparación a todas las acciones a emprender para mantenernos allí, y que a usted le pido, debe salvaguardar, buscando coherencia entre las acciones del Estado y los retos asumidos como Nación.

Por esto y mucho más (son muchos más temas, pero el espacio de la columna no da para enumerar todos los retos en materia económica), se necesita de un presidente visionario que logre integrar nuestro crecimiento nacional, con un contexto de competitividad internacional. Debe definir, correctamente, un mayor recaudo en conjunto con una racionalización del gasto para contribuir a un mejor ajuste fiscal. Debe propender por un mejor desarrollo agropecuario/industrial y minero/energético bajo una condiciones sociales y medioambientales que generen un mayor bienestar y valor agregado productivo. Tendrá que consolidar soluciones sostenibles y viables sobre los problemas pensionales y de salud actuales, corrigiendo en esto las problemáticas de los sistemas descentralizados con un fortalecimiento de las entidades de supervisión, vigilancia y control, así como con racionalidad económica. ¡Si la propuesta no tiene respaldo mostrando claramente de donde van a salir los recursos para ejecutarla, no es viable!.

Futuro presidente, usted deberá definir todas las políticas y acciones necesarias en contra de la corrupción. En esto hay que pasar, verdaderamente, a los planes de acción. Se debe  ser enfático sobre el sistema de compras y de contratación estatal, la reelección de los cargos públicos, la administración de proyectos, la asignación vía meritocracia y concurso, deben ser pilares de ajuste y seguimiento, y la crisis de los sistemas político y judicial que ha perdido representatividad por responder más a intereses particulares, deben ser ajustados de manera inmediata.

Al Presidente ya electo el próximo domingo no queda más que decirle que es un camino difícil, pero no imposible. Lo importante es que debe cuidar de un balance económico, social y medioambiental, y en esto, su idoneidad será fundamental para ejercer la política de la forma en que Colombia la necesita. Por favor, no nos decepcione.

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