Llamas de un incendio forestal arden el domingo 20 de agosto de 2023 en la Columbia Británica, Canadá. (Darryl Dyck/The Canadian Press vía AP)
Llamas de un incendio forestal arden el domingo 20 de agosto de 2023 en la Columbia Británica, Canadá. (Darryl Dyck/The Canadian Press vía AP) | Foto: AP

Medioambiente

Desastre ambiental: los incendios forestales que castigaron al mundo en este 2023

Los incendios forestales en 2023 destruyeron casi 400 millones de hectáreas, se cobraron más de 250 vidas y arrojaron a la atmósfera 6.500 millones de toneladas de CO2.

Redacción Semana
28 de diciembre de 2023

Incendios en Canadá, noviembre duro en el Pantanal brasileño

El continente americano conoció este año una temporada de incendios forestales que batió todos los récords, con cerca de 80 millones de hectáreas quemadas al 23 de diciembre, es decir, más de una vez y media la superficie de España, y 10 millones de hectáreas más que el promedio anual 2012-2022 hasta la misma fecha, según el Global Wildfire Information System (GWIS).

Solamente en Canadá, los incendios destruyeron 18 millones de hectáreas. En Brasil, las hectáreas quemadas este año fueron 27,5 millones hasta el 23 de diciembre, por debajo de la media de la década 2012-2022 (31,5 millones de hectáreas), según datos de GWIS.

La autoridades en los Territorios del Noroeste dijeron el viernes en la noche que alrededor de 19.000 personas habían abandonado Yellowknife en menos de 48 horas, de las cuales casi 15.000 salieron por carretera y 3.800 en vuelos de emergencia.
El incendio forestal de McDougall Creek arde en la ladera de la montaña sobre las casas en West Kelowna, B.C., el viernes 18 de agosto de 2023. Miles han huido, conduciendo cientos de kilómetros (millas) para ponerse a salvo o esperando en largas filas para vuelos de emergencia, como lo peor la temporada de incendios registrada en Canadá no mostró signos de alivio. (Darryl Dyck/The Canadian Press vía AP) | Foto: AP

El Pantanal, el mayor humedal del mundo, sufrió en noviembre incendios récord, con cerca de 4.000 focos, nueve veces el promedio histórico para este mes, según las imágenes satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil.

Los incendios, muchos de ellos alimentados por condiciones más secas y calientes causadas por el cambio climático, resultaron “incontrolables” y “la política de extinción ineficaz”, explica a la AFP Pauline Vilain-Carlotti, doctora en geografía y especialista en incendios.

“Ya no somos capaces de hacerles frente con nuestros medios humanos de lucha. De ahí la importancia de actuar sobre la prevención”, añade.

Sobremortalidad

Noventa y siete muertos y 31 desaparecidos en los incendios de Hawái en agosto, 34 muertos en Argelia, al menos 26 en Grecia… El año fue el más mortífero del siglo XXI, según la Emergency Events Database (EM-DAT) de la universidad católica de Lovaina, Bélgica, con más de 250 muertos.

“Una sobremortalidad que corre el riesgo de aumentar en los próximos años”, con incendios “que se acercan peligrosamente a los espacios urbanizados”, señala Vilain-Carlotti.

Incendio forestal cerca de una intersección en Lahaina, Hawái.
Incendio forestal cerca de una intersección en Lahaina, Hawái. | Foto: Reuters / Zeke Kalua/Condado de Maui/Folleto

En agosto, la ciudad turística de Lahaina en Maui, Hawái, fue prácticamente arrasada. Este año, además de las zonas habitualmente expuestas como la cuenca mediterránea, América del Norte y Australia, otros lugares, hasta ahora más bien preservados -como Hawái o Tenerife-, sufrieron importantes daños.

6.500 millones de toneladas de CO₂

Cuanto más se multipliquen los incendios, menos tiempo tendrá la vegetación para volver a crecer, y más bosques podrían perder su capacidad de absorber dióxido de carbono (CO₂).

“Estudios recientes estiman que los incendios reducen el almacenamiento de carbono en aproximadamente un 10%”, explica Solène Turquety, investigadora de LATMOS (Laboratorio Atmosféricos, Medios, Observaciones espaciales). Al quemarse, los árboles liberan a la atmósfera todo el CO₂ -gas de efecto invernadero- que almacenaron.

Los combustibles fósiles comprenden el 80 por ciento de la demanda actual de energía primaria en el mundo y el sistema energético es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2.
Los combustibles fósiles comprenden el 80 por ciento de la demanda actual de energía primaria en el mundo y el sistema energético es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2. | Foto: getty images

Desde principios de año, los incendios forestales liberaron cerca de 6.500 millones de toneladas de dióxido de carbono, según el Global Wildfire Information System (GWIS), frente a 36.800 millones por la utilización de combustibles fósiles y de cemento.

En general, alrededor del 80% del carbono generado por los incendios forestales es absorbido por la vegetación que vuelve a crecer la siguiente temporada. El 20% restante contribuye a aumentar la acumulación de CO₂ en la atmósfera, alimentando el calentamiento global en una especie de círculo vicioso.

Efecto sanitario inmediato

Además del CO₂, los incendios forestales y de vegetación desprenden partículas nocivas, desde el monóxido de carbono hasta una serie de gases o aerosoles (cenizas, carbono, hollín, carbono orgánico…).

“Estas emisiones alteran la calidad del aire en cientos de kilómetros en caso de fuegos intensos”, explica Turquety, incidiendo en “un efecto sanitario inmediato” que se suma a “la destrucción de ecosistemas, bienes e infraestructuras”.

Un hombre camina por una acera bajo los rociadores, el viernes 14 de julio de 2023 en el centro de Phoenix. Phoenix alcanzó los 112 grados el viernes, marcando el decimoquinto día consecutivo de la ciudad con temperaturas de más de 110 grados
Un hombre camina por una acera bajo los rociadores, el viernes 14 de julio de 2023 en el centro de Phoenix. Phoenix alcanzó los 112 grados el viernes, marcando el decimoquinto día consecutivo de la ciudad con temperaturas de más de 110 grados | Foto: AP

Según un estudio publicado en septiembre en la revista Nature, las poblaciones de los países más pobres, en primer lugar en África Central, están mucho más expuestas a la contaminación del aire causada por estos incendios que las de los países desarrollados.

El caso africano

África es el continente con más hectáreas quemadas desde principios de año (cerca de 212 millones), pero para Vilain-Carlotti no hay que “dar demasiado peso a estos incendios africanos” porque esta cifra no refleja “grandes incendios forestales”.

Según detalla la especialista, se trata en su mayoría de quemas en zonas agrícolas, una práctica que “no resulta particularmente perjudicial para los espacios boscosos porque se hacen de forma controlada” y rotatoria.

Afectan la flora y la fauna locales, pero a mediano plazo “los árboles comienzan a crecer de nuevo, permitiendo un rejuvenecimiento de la vegetación y un aumento de la diversidad de la flora”, añade. El potencial de regeneración de las superficies quemadas depende de la frecuencia de los incendios en una misma parcela y de la intensidad de los mismos.

*Con información de AFP.