El ‘click’ que le falta a las juntas directivas

En estos días de asambleas de accionistas, en los que se observan ajustes en las juntas directivas de las empresas, vale la pena hablar de la importancia de la diversidad en los directorios de las compañías. No solamente se trata de incluir mujeres, sino incorporar una cultura de Realidad Empresarial Digital (RED).

Muchos elementos ilustran la nueva realidad de la que somos testigos en materia empresarial. Sin embargo, un dato reciente corrobora esta obviedad: los buenos negocios son más digitales y menos dependientes de los activos fijos. Los ingresos de Netflix en 2018 ascendieron a casi US$15.000 millones, mientras que las tres cadenas de cine más importantes del mundo (Cinemark, Regal y AMC) con 1.498 salas de teatro, no lograron los US$12.000 millones.  

Es por ello que desde la perspectiva de dirección y estructura de las organizaciones nos debemos preguntar cómo los modelos de negocio subsisten en la RED. Y quizá la primera pregunta es si la conformación de la junta directiva facilita estructurar modelos de negocio, con la capacidad para ser competitivos en esta era digital.

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Aunque en Estados Unidos la discusión de conformación de juntas ha estado centrada en la diversidad racial y en Latinoamérica, está más enfocada en la inclusión de mujeres, poco se habla de la diversidad en materia de edad, la necesidad de conocimiento digital y la capacidad de innovación en los miembros del directorio. Seguimos prefiriendo personas con más pasado que futuro. Los miembros de los directorios son hoy responsables de tener el interés, la apertura y la vocación de mantenerse actualizados, aprender y reaprender todos los días, así como mirar con un nuevo prisma los modelos de negocio. 

Una reciente investigación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) reveló que en más de 25% de las empresas, con utilidades por encima de los US$1.000 millones, cuentan dentro de su junta directiva con personas con conocimiento en tecnología e innovación. Con una consideración importante, las juntas con 3 o más miembros con este enfoque, tienen en promedio 34% más de crecimiento en ingresos y 17% en incremento de utilidades.

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El dato estadístico no es una simple casualidad: al final de cuentas lo que se necesita en las juntas no es conocimiento tecnológico, como equivocadamente se piensa, sino cultura y dinámica de innovación que se geste y transmita desde la dirección. 

Los modelos de negocio que no sean escalables, con vocación global y que se enfoquen verdaderamente en el cliente, simplemente no son atractivos en el inmediato futuro. Y los modelos de negocio se forjan en buena medida en las juntas directivas. 

De tal manera que si no existe la capacidad en el corazón de la dirección de la compañía, la transformación no sucederá espontáneamente. Como lo planteó Reed Hastings, CEO de Netflix sobre su junta directiva: si este cuerpo colegiado no tuviera el conocimiento e información, no entenderían los retos del negocio, ni tendría el tono adecuado de la discusión para tomar decisiones oportunas.

Por Andrés Bernal C, Socio de Governance Consultants

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