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MERCADOS

Momento de pensar con calma y a largo plazo: Bancolombia

En tiempos de turbulencia, el pánico es el peor consejero. Por eso, Bancolombia hace un llamado a la cautela y la paciencia. Explica que si un inversionista se dejara llevar por el pánico y se retira de un producto está efectivamente realizando la pérdida y abandonando la posibilidad de recuperarse en el largo plazo.

20 de marzo de 2020

Las noticias positivas han sido escasas durante los últimos días. La incertidumbre frente a la evolución del Coronavirus en todo el mundo ha tenido impactos significativos cuya magnitud aún es incierta y por eso, la cautela debe guiar la toma de decisiones en esta coyuntura.

Los trastornos se han sentido en todo nivel. La rutina diaria de las familias y las empresas ha cambiado drásticamente para prevenir la expansión del Covid-19. Las consecuencias económicas de esta situación han generado grandes temores, que se han visto reflejados en un remezón en los mercados financieros de todas partes del mundo, lo que no se veía ni en las peores crisis financieras.

La desvalorización de los mercados golpeó a los portafolios -incluso a los que se consideran de bajo riesgo-, y afecta a inversionistas de todos los tamaños, desde las grandes instituciones con recursos en todo el mundo hasta las personas naturales que han visto en los Fondos de Inversión Colectiva (Fics) alternativas accesibles de ahorro e inversión.

Aunque las cifras puedan parecer decepcionantes, la realidad es que lo ocurrido exige una lectura juiciosa y con un acompañamiento de profesionales, de manera que cualquier acción que se tome tenga unas herramientas mínimas de análisis y en mejor beneficio para el inversionista. En tiempos de turbulencia, el pánico es el peor consejero y en especial cuando se trata de dinero.

Lo primero que debe entenderse es que ninguna de las alternativas de inversión que ofrece el mercado está exenta de riesgos. Los mercados son sensibles e impredecibles. Así como las ganancias llegan -a veces pronto, a veces tarde-, las pérdidas también. Por eso es que la primera pregunta de los asesores de inversión siempre está relacionada con el perfil de riesgo de los inversionistas. No se puede dar la misma alternativa a quienes están tomando sus excedentes de liquidez para buscar una rentabilidad, que a quienes están construyendo un ahorro con un propósito de largo plazo. 

Además, las expectativas deben ser realistas: no se puede determinar el comportamiento futuro de una inversión basada en el pasado, ni tampoco creer que se pueden esperar buenos resultados en corto tiempo. De hecho, las inversiones tienen ventanas de oportunidad para la toma de decisiones (de entrada o salida), que deben entenderse de la mano de expertos.

Justamente, en momentos de alto voltaje en los mercados no hay que mirar la foto del día, sino la película completa. Es decir, si un ahorrador que hoy tiene $95 ve que ayer tenía $110 va a creer que está perdiendo. Pero si mirara que hace seis meses tenía $90 y que hace un año, cuando abrió el producto de inversión puso $85, se va a dar cuenta que tal vez ahora está ganando menos, pero en la práctica no ha perdido. 

Y así la persona tuviera menos de $85 en este momento, si se dejara llevar por el pánico y se retira, en el momento en el que le entreguen el dinero va a sentir efectivamente la pérdida, pues automáticamente está abandonando la posibilidad de recuperarse y de generar rentabilidad

Y en el caso de los fondos de inversión colectiva, en donde el inversionista tiene una determinada cantidad de unidades (que es la misma siempre, lo que cambia según el comportamiento del mercado es el valor de cada una), si decide retirarse para volver cuando el mercado empiece a recuperarse, va a tener que pagar más para obtener el mismo número de unidades que tenía

Por eso, la mejor solución es la paciencia. En el caso de los Fics, si la inversión fue realizada a través de profesionales y en activos de alta calidad crediticia, no hay razones para creer que los recursos se van a perder. Además, en la medida en que la situación empiece a normalizarse, las inversiones de alta calidad empezarán a recuperarse y a traer rentabilidad para los usuarios.

Finalmente, en una coyuntura de mercado atípica y difícil, la buena noticia es que las entidades financieras en Colombia están bien preparadas. Las lecciones aprendidas del pasado permiten que el sistema financiero en Colombia cuente con niveles adecuados de solidez, solvencia y liquidez que le permiten sobreaguar la situación, garantizando la continuidad del servicio.

La principal responsabilidad de las compañías del sector es con los clientes y por eso, seguirán ofreciendo herramientas para que los inversionistas tomen decisiones informadas de acuerdo con su situación particular. También seguirán analizando las condiciones del mercado, pues la turbulencia también ofrece oportunidades que pueden capitalizarse en beneficio de los clientes.

Y un último mensaje: con la asesoría experta de los profesionales en el mercado de capitales, la diversificación de inversiones es siempre la mejor estrategia en momentos como este, en donde el rojo es el color dominante en las pantallas del mercado. Ese color no estará ahí por siempre: en cualquier momento empezarán a verse brotes verdes.