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| Foto: Mazda

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Mazda 323, el legendario auto de las familias en Colombia

Mazda llegó a Colombia en 1983 a través de la Compañía Colombiana Automotriz (CCA), que ensambló el primer vehículo en el país: la pick up Mazda B-1600 y más tarde el legendario Mazda 323, que aún rueda por las calles del país.

20 de agosto de 2020

En diciembre de 1983 se presentó en sociedad el primer modelo de automóvil particular: el legendario Mazda 323.

Una versión sedán (4 puertas) con motor de 1.500 centímetros cúbicos, conocida también como notchback, y otra hatchback (5 puertas) de 1.300 centímetros cúbicos

Este modelo puso en sintonía a los conductores colombianos con la industria mundial del momento. Además, generó un fenómeno hasta la fecha insólito en la industria: el de la lista de espera.

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El deseo por tener un Mazda 323 era tal que los clientes estaban dispuestos a pagar el valor total de su vehículo por anticipado y esperar hasta dos meses o más para recibirlo.

Una nueva estirpe de la línea Mazda 323 se toma las vitrinas en 1986. Dos años después se completa la flotilla del Mazda 323 con la introducción de las versiones cupé y station wagon.

En 1990, toda la gama del 323 producida por la CCA recibe un facelift e incrementa sus opciones de equipamiento.

En 1994, se editan versiones especiales del Mazda 323 para el mercado venezolano.

Ya en 1996 se presenta una nueva actualización interna y externa de toda la línea 323, al tiempo que se lanza la versión Valet, al alcance de más conductores.

En Colombia, toda la gama del 323 es equipada en 1998 con el sistema de inyección de combustible y se ofrece solo con cilindrada 1.300. Para el año 2000 la serie 323 recibe algunos cambios en cuanto a opciones de accesorios. Y en 2005 la marca lanza el Mazda3, heredero de las cualidades de ese icónico modelo.

Mazda fue la primera marca en el país en introducir la pintura metalizada en los vehículos. Para ello fue necesario crear de cero toda una infraestructura en el área de esmaltes y acabados.

Mazda también trajo los rines de aluminio, los interiores de cabina en tonos beige distintos a los tradicionales, los asientos posteriores de espaldar abatible, entre otras novedades en la época.

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