Cuando el vandalismo afecta a los emprendedores

El jueves Bogotá vivió una de las jornadas de marchas estudiantiles más violenta de los últimos días. Desde las 3:00 p.m. varios grupos de estudiantes de universidades públicas y privadas se reunieron en diferentes puntos de la ciudad para protestar contra la corrupción en los establecimientos educativos. Sin embargo, hacia las 6:00 p.m. se presentaron fuertes choques entre encapuchados y la fuerza pública . 

El sector más afectado fue el de Los Héroes, en Bogotá, donde la situación se salió de control luego de que varios integrantes de las marchas quemaran una motocicleta perteneciente a la Policía Nacional, atacaran las estaciones de TransMilenio y varios de los establecimientos comerciales del sector. 

Y precisamente uno de esos establecimientos afectados fue el restaurante Fish Place, que sufrió varios daños dada la situación presentada en el sector las cuales, según Catalina Hernández, dueña del establecimiento, las protestas dejaron graves afectaciones y millonarias pérdidas.

Según contó Hernández, los vándalos destruyeron los dos ventanales del restaurante dejando totalmente expuesto el negocio. “Nosotros no estábamos en el establecimiento. Cuando nos dimos cuenta de la situación esperamos a que se tranquilizaran las cosas y fuimos. Todo estaba destruido. Nos tocó pasar la noche en blanco e iniciar la limpieza para poder ofrecer nuestros servicios”, dijo.

En un comunicado, la compañía afirmó que en una evaluación preliminar los daños superan los $30 millones eso sin sumar las posibles pérdidas que podrían tener dada la demora en la recuperación física del local. “Respetamos las exigencia de los estudiantes y todas sus manifestaciones, hacemos una invitación para que estas acciones se den en cala, pues emprendimientos privados como el nuestro no pueden verse afectados por estas situacione”, afirmó Fish Place. 

Pero las afectaciones que dejaron las protestas de este jueves no es lo único que hay que contar de esta cadena de restaurantes, pues detrás de Fish Place hay una extraordinaria historia. 

Fish Place lleva 8 años en el mercado y nació como una unidad de negocio de la empresa colombiana de comercialización y distribución de productos de pescados y mariscos, Ancla y Viento, en la que se esperaba reforzar sus ventas al detal y convertirlo en un espacio gastronómico para todos los ciudadanos. 

Así, en el primer local de la cadena - que precisamente es el que está ubicado en el centro comercial Héroes - se distribuían pescados y mariscos congelados y en la parte de atrás se estableció el restaurante, que en un inicio se llamó Ancla y Viento.

Tras ver la acogida que tuvo este concepto, la compañía Ancla decidió acortar la tienda y ampliar el restaurante con el objetivo de reforzar la idea de que los visitantes podrían comprar y consumir al mismo tiempo productos frescos.

Debido a su rápido crecimiento y gran acogida, la compañía decidió en el 2017 expandirse y se abrió otra sede, que se encuentra ubicada en el centro comercial Plaza Central.  “Nosotros nos dedicamos a brindar platos colombianos con elementos de la gastronomía latinoamericana. Adicional a esto, brindamos talleres de sushi, brindamos servicios de chef a domicilios, organizamos eventos corporativos y somos una plataforma para que los estudiantes refuercen sus conocimientos”, contó Hernández. 

Según cuenta la empresaria, en una jornada normal este restaurante recibe al día entre 80 y 100 personas. Los precios de los platos oscilan entre los 38.000 y los 40.000 pesos y atienden de 12:00 p.m. a 6:00 p.m. 

Vale la pena recordar que Ancla y Viento es uno de los mayores distribuidores de pescados, mariscos, carnes de res importadas, nacionales y cerdo importado. Según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá, la compañía vendió $82.000 millones en el 2018 en todas sus líneas de negocio. Cuenta con cerca de 400 empleos entre directos e indirectos, tiene presencia en los 32 departamentos del país. 

Según Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá Cundinamarca, a pesar de que el 31 de octubre es una de las fechas más importantes del comercio y una de las más productivas para la ciudad, las manifestaciones del jueves dejaron una grave afectación en el comercio, los cuales dejaron de vender hasta un 90%. 

“Algunos centros comerciales tuvieron que cerrar para protegerse de los actos vandálicos que fueron muy graves, en algunos lugares registran pérdidas de hasta $200 millones”, afirmó Orrego. También insistió en que este tipo de manifestaciones deben contar con un seguro de responsabilidad civil para que “alguien responda por los daños que se dan”.