Juan Carlos León, director de Prosegur Cash. Foto: cortesía.

ANÁLISIS

¿Nos conviene vivir sin efectivo?

El uso del dinero en efectivo juega un rol fundamental de incluir a todas las personas en las dinámicas económicas y ser una ficha clave en la reactivación de las economías en crisis

Juan Carlos León*
9 de octubre de 2020

La conversación sobre el uso del efectivo como medio de pago no es nueva, y los argumentos y análisis que afirman que el papel moneda tiene los días contados antecede la actual coyuntura. Aunque en los últimos meses hemos escuchado en diferentes ocasiones que se avecina el fin del uso del efectivo en Colombia, la disponibilidad de dinero físico es de alta importancia y relevancia para un país, más aún con las características de la sociedad colombiana. El efectivo es el medio de pago más inclusivo pues está disponible para toda la ciudadanía. Es ágil y seguro y, dicho de otro modo, es garantía de libertad, equidad y accesibilidad a las dinámicas del comercio.

A pesar de la nueva normalidad que se ha instaurado a raíz de la pandemia, el uso del dinero en efectivo juega un rol fundamental de incluir a todas las personas en las dinámicas económicas y ser una ficha clave en la reactivación de las economías en crisis. En medio de tanta información sobre la pandemia, también han crecido dudas y corrido comentarios sobre el efectivo, sobre las cuales vale la pena aclarar o ampliar el contexto para entender su papel fundamental en el desarrollo económico y financiero futuro.

Una sociedad sin efectivo no es una sociedad con más progreso

Se habla de la conveniencia de una cultura “cashless” o sin efectivo por el progreso que esto trae a una sociedad, mencionando el ejemplo de países como Suecia, donde las transacciones en efectivo solo representan el 20% de las compras. No obstante, el efectivo juega un papel fundamental en la recuperación económica pues es el único activo refugio verdadero durante los procesos de recesión del mercado.

Si las economías quieren reactivarse y recuperarse, no es una opción limitar el uso del efectivo, pues podría redundar en una ralentización adicional de la actividad económica. Vale la pena aclarar que en enero del presente año empezó a regir una nueva ley en Suecia para que todos los establecimientos comerciales volvieran a aceptar pagos en efectivo y así integrar a diferentes poblaciones que no tienen acceso a medios de pagos digitales.

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El efectivo es necesario y se sigue usando

Por otro lado, aunque estudios demuestran que las personas están migrando hacia otros medios de pago, eso no quiere decir que el uso del efectivo no resulte clave para la sociedad, que sea obsoleto, ni que se deba disminuir su circulación. El efectivo y la digitalización no son excluyentes el uno del otro, pues ambos hacen parte del ecosistema de pagos que las personas deben tener disponibles como alternativas para escoger el de su preferencia y aunque su uso esté presentando una leve disminución, sigue siendo la preferencia de pagos del 80% de la población colombiana.

El efectivo no es fuente de contagio de la covid-19

En repetidas ocasiones la OMS ha afirmado que no hay evidencia de la propagación del virus a través de los billetes y monedas, y que su probabilidad de contagio no es distinta a la de otras superficies. Así mismo, Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, afirmó que desde la organización han analizado el potencial riesgo de contagio a través de la manipulación de billetes y llegaron a la conclusión de que el riesgo es prácticamente nulo, pues el virus sobrevive más tiempo en superficies lisas, como el plástico, y mucho menos tiempo en superficies porosas, como el papel moneda.

Afirmar que el efectivo es transmisor del virus de la covid-19, no solo es incierto, sino que causaría pánico e inseguridad entre las personas que prefieren usar dinero físico o aquellas que solo cuentan con este medio de pago.

Entonces, ¿nos conviene vivir sin efectivo? la respuesta es no. La eliminación del efectivo no solo no es viable en el corto plazo pues sigue siendo la preferencia #1 del 80% de las personas en Colombia, sino que no nos conviene y es vital para las personas que no tienen acceso a otro ecosistema de pago, además de ser clave para la reactivación económica.

En tiempos de crisis, los invito a juntar esfuerzos para garantizarle a todos la participación en las dinámicas económicas a través de los medios que cada uno tenga al alcance y prefiera. Mientras haya efectivo, toda la sociedad podrá seguir adquiriendo y ofreciendo productos y servicios.

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*director de Prosegur Cash