CAMILO DÍAZ

Bitcóin se infectó con coronavirus

El bitcóin igual que todos los demás activos se contagió de coronavirus y mantuvo el mismo comportamiento que los demás.

Camilo Díaz, Camilo Díaz
20 de junio de 2020

Durante el momento más crítico de la expansión del coronavirus prácticamente todos los activos sufrieron un deterioro importante. Los principales índices bursátiles como el Dow Jones, el Standard and Poors, el Nikkei o el DAX y FTSE 100 perdieron más de la mitad de su valor. Los principales commodities como el cobre o el acero también sufrieron fuertes desvalorizaciones y, en el caso del petróleo, estas alcanzaron el 70%. Mientras las monedas de los países emergentes sufrieron depreciaciones de más del 20% frente a las principales divisas como el dólar y el euro.

En el ambiente de extrema incertidumbre que causó el coronavirus, los inversores a nivel global huyeron de los activos más riesgosos para buscar protección en activos seguros como el dólar, el oro, los bonos del tesoro japonés o del gobierno alemán. Aunque los otros activos perdían valor y la volatilidad se incrementaba, los activos que verdaderamente pueden conservar valor se valorizaron. El oro, también afectado, solo se desvalorizó 14% desde US$1.700 a US$1.460 por onza, para luego recuperarse hasta US$1.725.

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Al contrario de lo que el boom del bitcóin pregonó sobre sus características como activo que en caso de pánico tendría mejor resiliencia que los demás para conservar su valor, lo que en realidad pasó es que este se fue aguas abajo y, en un mes, desde la mitad de febrero a mitad de marzo, borró el 52% de su valor al pasar de US$10.400 a US$4.930. También es justo decir que el bitcóin desde ese momento hasta ahora se valorizó hasta US$9.300. Lo mismo han hecho los índices bursátiles y el petróleo, que han recuperado la mayor parte de las pérdidas.

La gran diferencia entre el comportamiento del bitcóin y todos los demás activos es que los commodities, las acciones y las divisas tienen un ancla directa con la economía y, por supuesto, su precio está totalmente ligado a su valor fundamental, que ha sido duramente afectado por la crisis del coronavirus. El bitcóin, al ser supuestamente un activo con ancla en la tecnología de blockchain y derivar su valor fundamental del proceso tecnológico, con oferta limitada, encriptación de las operaciones y un medio de pago eficiente—, debió poder conservar su valor en medio de la crisis o por lo menos experimentar una menor volatilidad en su precio.

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Nada de eso pasó y el bitcóin se comportó igual que todos los activos riesgosos, como las acciones, los commodities y las divisas, tanto en su fase de caída por el sell-off, que experimentaron las bolsas mundiales, como en la recuperación posterior. El bitcóin se infectó de coronavirus igual que la economía mundial, dejando a un lado las promesas de estabilidad, de reserva de valor mejor que el oro y de mantener su precio porque su oferta es limitada. Mientras que los bancos centrales del mundo redujeron las tasas de interés y la Fed de Estados Unidos imprimió dólares para soportar la economía, el dólar se valorizó frente a las demás divisas y mucho más frente al bitcóin. No es cierto que el bitcóin se puede constituir como una moneda con valor fundamental mejor que divisas como el euro, el yen, la libra o el dólar, menos aún que el oro, que es usado por varias economías del planeta como reserva internacional.     

El bitcóin es una bola de polvo sin valor fundamental y los precios que marca están relacionados con el intercambio entre tenedores de criptoactivos. Difícilmente un tenedor de bonos alemanes o japoneses aceptaría recibir bitcóin a cambio de este tipo de activos, inclusive si tienen rentabilidad negativa como sucede con el bund alemán. Tampoco sería recibido en el pago por una transacción de intercambio de materias primas o por el alquiler para su almacenamiento. Y lo más contundente de todo: ninguna economía podrá usar bitcóin para empujar su recuperación económica.