Presupuesto Nacional por resultados, el siguiente paso

El Presupuesto General de la Nación se define cada año en el Congreso de la República, que modifica una propuesta previamente presentada por el Ministerio de Hacienda. En el debate, además de los diferentes sectores que presentan sus protestas por los pocos recursos que recibirán y sus grandes necesidades, los congresistas también interceden por sus regiones, para que estas también reciban mayores recursos que les permitan cerrar brechas sociales.

Sin embargo, con el modelo actual del Presupuesto General, los cambios son marginales. La última reforma que se le aplicó al presupuesto se llevó a cabo en 1989 y unos años más tarde, la Constitución Política de 1991 redujo los costos de la participación política, asignó recursos directamente a actividades como educación y salud e impuso nuevas reglas para las transferencias a departamentos y municipios.

Pero a las entidades territoriales se les dio poca autonomía territorial ni se establecieron mecanismos para evaluar la eficiencia y resultados de los sectores o territorios que mayores recursos reciben.

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Por esta razón Olga Lucía Acosta, funcionaria de la Cepal en Colombia, advirtió hace unos días en un seminario sobre la Misión Kemmerer que las mejoras al gasto nacional ahora  tendrán que llegar de la mano del fortalecimiento en la autonomía territorial y un diseño del Presupuesto General por resultados.

Acosta explicó que hay amplias diferencias entre los gastos e ingresos de las entidades subnacionales, pues los primeros son más altos que los segundos. Pero si las entidades territoriales tuvieran mayor autonomía, podrían priorizar mejor sus necesidades y potenciar el recaudo tributario local.

La experta añadió que, por ejemplo, ya hay países en los que diferentes Ministerios se unen para crear “misiones” que resultan en un solo presupuesto para un objetivo o programa de Gobierno en el que intervienen varias entidades.

Francia es un ejemplo de países que hace unos años pasaron de dividir su Gobierno en Ministerios para pasar a las Misiones.

Acosta advirtió que, en este punto, el país depende de las ganancias por eficiencia en los recursos, por lo que se trata de cómo y dónde se ahorra.

Y para que las regiones con mayor autonomía efectivamente administren bien sus recursos y las entidades encargadas de la fiscalización de los recursos y la definición del Presupuesto General tomen las decisiones adecuadas, el país necesitará los consejos fiscales que ya sugirió la Comisión del Gasto y que podrían ser independientes o estar bajo el control de las altas Cortes, así como la Oficina de Asistencia Técnica Presupuestal (Oatp) que ya aprobó la Cámara de Representantes y después del 20 de julio se debatirá en el Senado.

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