Nada que radican la ponencia del Plan de Desarrollo

El retraso en la radicación de la ponencia se dio tras la falta de ajustes en la organización de la numeración que debe hacer el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y que impidieron que fuera presentada el día de ayer, tal y como lo tenían previsto algunos coordinadores ponentes del proyecto.

Además, el PND se ha visto marcado por una serie de hechos que parecieran confabularse e impedir el trámite del mismo en el Legislativo. El primer episodio se dio el pasado martes en el Senado, cuando la bancada de la oposición, haciendo uso del ‘Estatuto de la Oposición’, solicitó cambiar el orden del día para debatir primero las objeciones de la JEP, antes que el Plan.

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En su momento, la senadora Angélica Lozano del Partido Alianza Verde señaló que de no cumplirse con este cambio, el PND quedaría anulado si iba en primer punto. Sin embargo, la Mesa Directiva del Senado acogió la propuesta de realizar el ajuste, motivo por el que la fecha de la discusión será el próximo lunes a las 11:00 de la mañana, lo que evidencia que ese día, no se daría debate al Plan.

Otro de los obstáculos, se dio ayer con las marchas programas contra el PND que convocó la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) y los estudiantes universitarios que terminó en disturbios tras conocerse además, la decisión del Consejo de Estado de anular la elección de la ahora exrepresentante Ángela María Robledo, luego de considerar que incurrió en doble militancia por no renunciar al Congreso un año antes de las inscripciones de candidaturas presidenciales, en la que participó como fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro.

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Lo cierto es que, con obstáculos o no, para tener un PND que marque la hoja de ruta de la políticas públicas del Gobierno del presidente Iván Duque durante los próximos cuatro años, debe aprobarse antes del 7 de mayo próximo; es muy difícil que se logre ese objetivo en apenas una semana de discusión, así que cabe esperar que la aprobación se dé en bloque y a pupitrazo como sucedió en el primer debate, en donde por poco se hunde la iniciativa.

El gobierno y los ponentes tienen la presión del tiempo y de las enormes dificultades políticas que enfrenta el actual gobierno. Todo es claro que este pulso se va a poner más difícil para el oficialismo. En esta novela todavía quedan muchos capítulos por contar.

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