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| Foto: Archivo particular

TRANSFORMACIÓN

Ingenieros tendrán que reinventarse para ejecutar obras en esta coyuntura

Las obras requerirán de inversiones millonarias en campamentos de obra, entrenamiento de personal, dotación de elementos de protección, construcción de zonas de aislamiento, entre otras.

23 de abril de 2020

La ejecución de obras de infraestructura es uno de los retos más complejos por superar en medio de esta pandemia. Aunque el gobierno nacional autorizó la reactivación de las obras desde el 13 de abril (decreto 531 de 2020), alcaldes y gobernadores, así como el personal en campo están muy temerosos por las dificultades que habrá para cumplir con los protocolos de bioseguridad. 

Bien sea en un contenedor de acero adaptado como oficina, en la construcción de una nueva vía o en una bodega de materiales o laboratorio de materiales, el contacto entre colegas e interacción hace parte de este ejercicio.

Es por esto que, si se quiere reactivar la economía, es necesario reinventar y ajustar buena parte de los procesos.

Por ejemplo, en la nueva economía ‘poscovid-19‘ se prevé restringir al máximo el número de trabajadores en una obra y mantener una distancia entre obreros e ingenieros de 1,5 metros como mínimo. 

Además, miles de obreros, técnicos e ingenieros toman el transporte público urbano para movilizarse desde sus casas a las obras. Una de las salidas para este reto la propuso hace unos días la alcaldesa Claudia López cuando dijo que los contratistas debían vincular al personal que viven en la zona de ejecución de una obra. Ejemplo, si se construye un puente vehicular en la avenida 68 con calle 17, buscar a los obreros que habitan cerca para evitar que tomen servicio público.

Otro de los planteamientos y soluciones proviene de los propios ingenieros.  Una buena parte de las obras; como puentes, viaductos, pilotes, box culvert (elementos de elaborados en concreto reforzado que pueden ser prefabricados), incluso grandes losas para un patio de buses o trenes, se pueden construir en módulos en un área restringida. 

En todo caso, durante el montaje y fraguado de las piezas es necesario ajustar protocolos para reducir los contagios. Estas estructuras prefabricadas y modulares también ahorran tiempos y costos, una situación no menor teniendo en cuenta que los desafíos más grandes del sector serán financieros. Estos ajustes en la forma de ejecutar obras, requerirán de inversiones millonarias en campamentos de obra, entrenamiento de personal, dotación de elementos de protección para todos los trabajadores, construcción de zonas de aislamiento en las obras, solo para hablar de la ejecución. Los bancos y constructores tendrán que ajustar los modelos financieros ante la nueva realidad, un ejercicio que apenas inicia.