ÁNGEL PÉREZ

¿Se justifica maltratar a los docentes por el paro de Fecode?

El señor Carlos Antonio Vélez, en un programa radial de deportes, denostó contra los docentes, y contra Fecode, porque ellos fueron a paro dos días, la semana pasada. Lo grave de este hecho es que el locutor deportivo, sin ningún conocimiento o experiencia con la profesión docente, aprovechó la coyuntura de la protesta para maltratar a los más de 320.000 docentes oficiales.

Ángel Pérez, Ángel Pérez
24 de febrero de 2020

A manera de resumen, el locutor Vélez realizó preguntas o afirmaciones como las siguientes: “¿Por qué los maestros no paran un día festivo o en vacaciones? ¿Por qué hacen las marchas en un día laborable? ¿Por qué los derechos de los niños que están por encima de todos los demás derechos, no se respetan, si los niños quieren estudiar? No les da vergüenza un país que tiene la peor nota de Ocde, por culpa de los maestros ¿por qué se van paro? Cuando deberíamos estar todos berracos con ellos porque no les enseñan lo suficiente a nuestros hijos. Hay mucho profesor, con dos o tres pensiones, tienen un montón de garantías, tienen dos recesos de una semana en el año, más vacaciones de mitad de año y de fin de año” 

Los anteriores comentarios del locutor deportivo Vélez pueden ser más directos: a los docentes les pagan muy bien, trabajan poco (son vagos porque se la pasan en recesos, vacaciones y paros) y los estudiantes colombianos no obtienen buenos resultados en las pruebas Pisa, de la Ocde, por culpa de los docentes, entre otras cosas porque no les dedican el suficiente tiempo para enseñarles bien; además que los docentes no respetan los derechos de los niños que son prevalentes. Hay otra afirmación sobre la unanimidad política de los docentes en torno a Petro, que por su temeridad y desprecio por la personalidad y el variopinto político e ideológico de los docentes, así como por la integridad moral de la mayoría de los docentes, no merece ningún tipo de análisis.  

El señor Vélez no investigó, ni mencionó las motivaciones o razones que Fecode expuso para ir al paro. Tampoco él conoce la labor de los docentes ni las complejidades de su trabajo diario. En juego limpio, el señor Vélez en una búsqueda sencilla en Google hubiera encontrado que a los docentes en este país los matan, los callan, los amenazan y los obligan a trasladarse de un día para otro; por esta terrible situación niños y adolescentes pueden permanecer hasta seis meses sin profesor, además de los daños emocionales y socioafectivos que sufren los estudiantes y sus familias por la repentina desaparición de su profesor.  

Fecode con este paro defiende el derecho a la educación de los niños, su estabilidad emocional y la calidad de la educación. Para nadie es un secreto que en este país desde 1980 hasta 2018 asesinaron 1.088 docentes en Colombia, en promedio 28 maestros fueron asesinados, cada año; en ese periodo 11.000 maestros fueron amenazados, de ellos el 30% se tuvo que desplazar. Para rematar, en 2019 fueron asesinados 19 docentes, 119 desplazados. Tampoco los docentes podían olvidar que al comenzar 2020 atentaron contra la vida de Carlos Rivas, expresidente y directivo actual del ejecutivo de Fecode. Por eso protestaron, por eso pararon dos días, para no dejar a los niños sin sus docentes y para que no sigan matando a los maestros de la educación oficial, ¿acaso existe un derecho más importante que la vida y su respectivo reclamo para que no se les asesine o se les amenace? O para exigir que no sigan matando a los líderes sociales y que el Estado cumpla el deber elemental de garantizar la vida.

Los docentes colombianos trabajan con miedo, algunos están tan asustados que no critican a nadie, no opinan, están callados o vendados frente a temas como la corrupción, el microtráfico, los abusos de los adultos sobre sus estudiantes y las diferentes formas de violencia de todo tipo que tienen sitiada la escuela en Colombia. ¿Cómo progresamos y cómo avanzamos si se tiene miedo para opinar o para confrontar lo que es ilegal, inmoral y atenta contra la vida y la dignidad humana?

La violencia, el miedo y el estrés que producen las condiciones de trabajo terminan afectando la salud de los docentes, un artículo encontró que en 2011, 5.748 docentes tuvieron incapacidades por causas como el estrés y la depresión. Otro estudio realizado en 2019 por la Universidad de los Andes en municipios PDET (los 170 municipios históricamente más afectados por el conflicto armado) reveló que el 61% de los jóvenes que viven en los municipios de posconflicto se han visto afectados por algún evento violento (amenazas, asesinatos, secuestros, extorsiones o desplazamiento); el desplazamiento forzoso afectó al 44% de los jóvenes o a sus familias o amigos; la amenaza por arma (18,1%), seguido por asesinato con arma (15%) y lesión por arma (12,2%); además, el 52% de los jóvenes en zonas de posconflicto presenta riesgo de ansiedad y 43% tiene síntomas de depresión. Estos jóvenes, de 15 a 24 años, son alumnos de los docentes o pasaron en los últimos diez años por sus aulas. Tranquilos no protesten, no paren, no critiquen que trabajar en estas condiciones es fácil y se facilita el aprendizaje y la calidad de la educación. 

Por último, señor Vélez, si la profesión docente es tan bien paga, con garantías, y vacaciones por montón, usted no se ha preguntado ¿por qué los jóvenes de Colombia con mejores Icfes, en su mayoría adolescentes de clases medias y altas, prefieren estudiar profesiones diferentes a la docencia? ¿Será que esta profesión no es tan bien paga? ¿será que ellos se alcanzan a imaginar o conocen las dificultades de permanecer con 20, 30 y hasta 40 estudiantes durante más de 170 días al año en las condiciones socioemocionales y violentas ya referidas, además de tener el reto de lograr incidir en el aprendizaje de más de 7 millones de estudiantes.