¿Quiénes son los innovadores?

La innovación requiere interdisciplinariedad para cumplir el objetivo de entregar valor en el menor tiempo posible. Pero esta variedad no puede medirse exclusivamente en términos de conocimiento o experiencia, sino también en términos de estilos de personalidad. La pregunta es entonces: ¿qué características debe tener una persona para ser considerada en el selecto grupo de los “innovadores”?

Existe una gran diversidad de metodologías que soportan la innovación y la discusión fundamental no debe enfocarse en cuál de todas estas utilizar, sino antes bien en cuál es el tipo de pensamiento o la mentalidad correcta para afrontar el proceso: aquí el pensamiento creativo juega un papel crítico.

En días pasados tuve la oportunidad de asistir a Innov8tors, evento enfocado en los retos de la innovación. Allí, se presentaron las más recientes investigaciones desarrolladas por Foursight sobre quiénes son los innovadores. Esta prueba de personalidad mide las preferencias de las personas en el proceso de solución de problemas.

Desde esta perspectiva, se definen cuatro perfiles que son: el clarificador, persona enfocada en entender los hechos, datos e historia detrás del reto a trabajar, se mueven con facilidad en procesos de indagación y llaman la atención sobre posibles brechas del proceso; el Ideador, persona enfocada en la idea general, su fuerte es la imaginación de escenarios, la construcción de visiones y la búsqueda de múltiples posibilidades para resolver el desafío; el desarrollador, cuya atención se centra en la optimización, los detalles y el desarrollo de las ideas, por lo que son muy buenos para identificar vacíos que aun no han sido considerados en la solución; finalmente está el implementador, quien se enfoca en la acción, en obtener resultados y lograr celeridad en los procesos.

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Lo anterior demuestra que en los procesos de innovación no hay una única de pensar, sino estos cuatro perfiles que no son compatibles entre sí, que unen a personas que, por lo general, tampoco son compatibles entre ellas. Cuando esto pasa no hay un buen desempeño, pues aunque sabemos que en la variedad está el placer, lo cierto es que fluimos con mayor facilidad con aquellas personas que piensan de la misma manera que lo hacemos nosotros.

Los descubrimientos de Foursight demuestran que los clarificadores disfrutan trabajando entre ellos, al igual que los implementadores, y a los ideadores les gusta trabajar con todos, pero nadie quiere trabajar con ellos pues los consideran raros o simplemente no entienden sus ideas. El reto entonces está en ganar conciencia sobre los diferentes perfiles que se tienen, el conocer herramientas que permitan encontrar puntos medios y fortalecer la comunicación entre perfiles, pues el reto es aprender a hablar el lenguaje de los demás perfiles para cerrar las brechas.

Así mismo, se descubrió que la mayoría de los equipos innovadores se componen de ideadores e implementadores, lo que muchas veces se traduce en grandes ideas, pero en iniciativas que son poco implementables o que no cuentan con la aceptación suficiente al perder visibilidad de los detalles. Recordemos que la innovación surge de la creatividad, pero requiere de procesos de pensamiento complejos, por eso se debe contar con la mayor diversidad posible para contar con éxito.

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