GUILLERMO VALENCIA

Las claves para enfrentar a la inteligencia artificial

Oponerse y no reinventarse es el camino a la obsolescencia. Para evitarlo se debe apostar por la toma de riesgo y la formación en temas en los que la máquina no es la mejor.

Gustavo Valencia Patiño, Gustavo Valencia Patiño
19 de febrero de 2019

En nuestra columna anterior hablamos sobre los cambios que traerá la llegada de la inteligencia artificial a diversos sectores y cómo esta amenazará millones de puestos de trabajo.

¿Qué se debe tener en cuenta para que esto no nos suceda? ¿Cómo sobrevivir ante una posible obsolescencia? Si bien los oráculos no existen y predecir el futuro es imposible, sí debemos tener claros los siguientes puntos para afrontar el ascenso de la inteligencia artificial.

  • El reto no lo tienen las máquinas, sino quienes llegarán a necesitarlas. Por eso, es un sin sentido apostar por la idea de que la tecnología es mala. En realidad esta carece de calificativos morales.
  • La inteligencia artificial mejorará resultados y reducirá los costos de muchas actividades de la economía actual. Esto significa que creará oportunidades en campos que antes creíamos que no podría ser reinventados.
  • Las industrias que adopten la inteligencia artificial serán las primeras beneficiadas. No por nada se dice que quien golpea primero, lo hace dos veces.
  • Sin duda, la inteligencia artificial amenazará muchos trabajos y profesiones, pero la única opción será adaptarse al cambio.
  • La combinación humano-máquina puede ser más poderosa que una máquina por sí sola. Por eso, debemos reinventar la forma como nos educamos.
  • Lo anterior implica abandonar una mentalidad conservadora y abrazar la toma de riesgo. El ciclo: experimentación, adaptación y toma de riesgo será vital en nuestro futuro.

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  • Las máquinas recolectan datos, los analizan, interpretan sus resultados y luego determinan una decisión a tomar. Si nuestra profesión se basa solo en esto perderemos nuestra ventaja competitiva.
  • El conocimiento de los seres humanos en el siglo XXI debe ser más ecléctico y enfocados en el desarrollo de la creatividad, no en los trabajos repetitivos.
  • Estar en la zona de confort será la actividad más riesgosa para el ser humano. El precio a pagar es ser obsoleto.
  • La inteligencia emocional será preponderante. Examine sus propias capacidades interactuando, motivando y evaluando a otras personas. Es importante reconocer sus fortalezas y debilidades cuando se trata de inteligencia emocional.
  • Filósofos, teólogos, escritores, artistas, antropólogos, psicólogos tendrán un rol preponderante en evitar que los seres humanos caigamos en un inercia nihilista.
  • El futuro tiene sentido solo cuando lo construimos y abrazamos proactivamente.