VÍCTOR RIVERA

La maquinaria detrás de los subsidios

Entregar subsidios y ayudas ha tenido una serie de dificultades. Estos retos pueden enfrentarse aprendiendo del ejemplo de otros países. Un análisis de Víctor Rivera.

Victor Rivera, Victor Rivera
16 de abril de 2020

Con mas de $15 billones disponibles para soportar a las familias que viven del día a día, suavizar el inevitable aumento del desempleo y proveer cuanto necesiten las personas afectadas directa e indirectamente por la pandemia, el gobierno enfrenta dos problemas sin precedentes:

  • Entregar estos recursos de manera inmediata a la población que los necesita.
  • Asegurar que los recursos no se pierdan por el camino.

Durante los últimos días, hemos visto en redes sociales, a la comunidad molesta por cobros de comisiones por parte de los bancos al recibir los subsidios vía transferencia y también está molesta porque lideres regionales están contratando mercados con presupuestos inflados.

Pero ¿cómo pueden países como Estados Unidos, Inglaterra y Japón distribuir cerca de US$4.000 billones, sin tener escándalos por excesivas comisiones de las entidades financieras, ni lideres políticos usando inapropiadamente los recursos?

Primero, todos los empleados y todos los trabajadores independientes presentan su declaración de impuestos anualmente, incluyendo los que ganan el salario mínimo o menos del salario mínimo. Esta práctica, le permite al gobierno identificar, quienes pueden pagar impuestos y quienes pueden recibir subsidios. 

Lo anterior permite beneficiar a 2,3 millones de familias de bajos recursos en el Reino Unido, al recibir un subsidio de desempleo mensual del gobierno y a 4,1 millones de familias que no tienen para pagar un arriendo, al recibir vivienda en residencias subsidiadas por el gobierno.

Segundo, Las cuentas bancarias no tienen costo de administración, se pueden abrir de forma digital y las transferencias se realizan de forma inmediata, incluso en un fin de semana.

Lo anterior se presenta por la competencia de bancos y fintechs que tienen sistemas de cumplimiento instantáneo, adicionalmente, existen normas que prohíben la consignación de efectivo en cuentas de terceros, obligando a las personas a hacer mas transferencias electrónicas.

Aun cuando el párrafo anterior suene un poco restrictivo, el FMI en su último reporte sobre Finanzas y la Desigualdad, subraya que el tener cuenta de ahorro o cuentas digitales en una fintech, empodera a las mujeres, permite la inversión de emprendedores e incentiva el ahorro de las familias, generando mayor inclusión y mayor desarrollo económico.

India y Kenia son una prueba de esto: las mujeres cabeza de familia que venden frutas y verduras en la plaza de mercado prefieren que les paguen vía mensaje de texto o transferencia electrónica. De esta manera evitan que las roben al salir de trabajar y tienen total control de sus finanzas.

Pero lo anterior no es nuevo, desafortunadamente el proceso de expedición de normas, decretos y leyes que permitan un significativo desarrollo del sistema de pagos y la implementación de sistemas transparentes de recaudo de impuestos y de entrega de subsidios es afectada por el interés particular.

Recordando al Papa Francisco en el mensaje del Domingo de Pascua, es el momento para que nuestros líderes del gobierno implementen normas en pro de bien común, para que la digitalización del sector financiero y que la transparencia de los empleos, ingresos e impuestos sean una realidad.

De esta manera, se consigue agilidad en el momento de distribuir subsidios y transparencia, al evitar que se distribuyan mercados, casa a casa.