GUSTAVO RIVERO

Gracias, Trump: oportunidad para Europa y China

“Make our planet great again”, le dijo Macron a Trump. El país más poderoso ha comenzado a debilitar el orden mundial que creó.

Gustavo Rivero, Gustavo Rivero
9 de junio de 2017

La retirada de EE.UU. del pacto global contra el cambio climático (Acuerdo de París), uniéndose a un club que únicamente integraban Siria y Nicaragua, confirma los peores temores tras las cumbres de la OTAN y del G7 recientes, cuando la sensación entre los líderes europeos era que el liderazgo asumido por EE.UU. en las últimas décadas empieza a difuminarse. No en términos militares, pero sí cuando pensamos en las cualidades que debe cumplir una nación líder: poder de persuasión, capacidad de generar consensos con sus aliados y liderazgo moral.

A la espera de cómo afecta ese cambio a la geopolítica mundial, el mensaje de Angela Merkel durante la semana fue muy claro: Europa debe resolver sus propios problemas y hablar con una única voz en un escenario global, en el que se van a producir cambios de calado: “Los tiempos en que los europeos podían confiar completamente en otros están quedando atrás", y señaló particularmente a EE.UU. y Reino Unido. Así que, como casi siempre ocurre en Europa (es decir, haciendo virtud de la necesidad), puede abrirse una oportunidad para avanzar en el proceso de construcción europea, contando con un aumento de la sintonía en el eje franco-alemán, a raíz de la llegada de Macron al poder.

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En este sentido, no ha podido ser más pertinente en el tiempo la publicación de un documento en el que la Comisión Europea reflexiona sobre cómo profundizar en el proyecto. El mensaje es que la Unión Económica y Monetaria sigue presentando debilidad en tres aspectos: 1) convergencia económica y social; 2) insuficiencia de instrumentos de política económica para enfrentarse a crisis como la última; y 3) gobernanza.

Evidentemente, todo avance real en el proyecto (eurobonos, Tesoro único, etc.) implicará mayores dosis de mutualización de los riesgos, a lo que Alemania no está dispuesta mientras no disminuyan los niveles de riesgo actuales y se diseñe un nuevo marco fiscal con reglas y sanciones más efectivas. La esperanza es que probablemente estemos más cerca de alcanzar ese mínimo común denominador entre el norte y el sur de Europa. De momento, hasta la celebración de las elecciones al Parlamento Europeo los esfuerzos se deben centrar en reducir los niveles de préstamos dudosos y avanzar en la Unión de los Mercados de Capitales.

Finalmente, es muy interesante la propuesta de dar pasos hacia la creación de un activo europeo sin riesgo antes de que se conceda el visto bueno a los eurobonos. Este "eurobono light" (European Safe Assets) sería una cesta de bonos europeos (cada país aporta bonos según su tamaño) con dos tramos, uno senior y otro junior (primero en recibir pérdidas). El tramo senior sería el activo libre de riesgo y el junior permitiría limitar el aumento de la fragmentación en la zona euro en caso de aumento de la desconfianza de los inversores.

Por otra parte, los analistas consideran que la falta de compromiso de Trump con las alianzas de la posguerra, su actitud hacia el comercio y su falta de voluntad para colaborar en temas como el cambio climático están beneficiando a un país en particular: China.

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"El objetivo de la política internacional de EE.UU. era integrar a China al orden mundial definido en gran medida por EE.UU. Ahora le está entregando el rol a China en sus propios términos", tuiteó Richard N. Haass, presidente del Consejo de Relaciones Internacionales, influyente centro de análisis estadounidense de asuntos exteriores.

"La ironía es que había gente que temía que Trump llegara al poder e hiciera del mundo un lugar más seguro para la intromisión rusa", dijo Haass a The New York Times. A lo que agregó: "Puede que aún lo haga, pero lo cierto es que ha convertido al mundo en un lugar seguro para la influencia china".

Y el gigante asiático no está dejando pasar la oportunidad. En enero, en el Foro Económico Global de Davos, el presidente de China, Xi Jinping, realizó una apasionada defensa del libre comercio y la globalización, dos pilares del capitalismo atacados por Trump durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia.

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"No habrá ganadores en una guerra comercial. Seguir el proteccionismo es como encerrarse uno mismo en un salón oscuro: puede que evite el viento y la lluvia, pero también se quedarán fuera la luz y el aire", señaló entonces Xi.

Con motivo de la visita a Berlín del primer ministro chino, Li Keqiang, Merkel repitió: "Vivimos en tiempos de incertidumbre global". Pero esta vez agregó: "Consideramos que nuestra responsabilidad es expandir nuestra asociación en todas las áreas e impulsar un orden mundial basado en la ley". En este sentido dijo que "China se ha convertido en un importante socio estratégico". Por su parte, Li afirmó: "Ambos estamos dispuestos a contribuir a la estabilidad del mundo".