CLAUDIA VARELA

Escúchame más

Por alguna razón cada vez hablamos más y escuchamos menos.

Claudia Varela, Claudia Varela
17 de junio de 2018

Que satisfactorio es el ejercicio de poder ver el bosque sin tener que contar árboles. Tener la capacidad de ver la foto grande, el panorama completo sin quedarnos solo en una parte parcial de lo que vemos. Sin sumar hojas, hormigas y troncos, más bien observar lo que se ve como un todo.

Los negocios se tratan de gente. Las organizaciones se tratan de gente… el mundo, la vida es gente. Todos tienen sus propias historias y falencias, pero también su propia forma de ver el mundo y si algo necesita cada persona es ser escuchada. Pero por alguna razón, cada vez hablamos más y escuchamos menos.

Ver el panorama completo también es entender que cada ser es una individualidad, pero a la vez un ser integral, no una suma de cosas, un individuo que maneja un bosque propio. Para ser mejores líderes debemos conocer mejor a nuestros interlocutores, no solo a nuestros clientes y con quien vamos a negociar, sino a todos aquellos con quienes nuestra interacción e influencia es necesaria para poder llegar a resultados.

Le puede interesar: Busco apasionados comprometidos con su sueño

Hoy la escucha debe ser un concepto interesante de manejar por quienes tienen una interacción de negocios. Es mandatorio, es una obligación que se genera por el buen hacer. Para ser un poco más técnico y encontrarle metodología al tema desde lo asertivo de la comunicación, veamos algunos tipos de escucha que habría que manejar de manera habilidosa para influir en los demás:

.Escucha Empática: Poniéndonos en el lugar del otro. Entendiendo, re-preguntando y mostrando un genuino interés por el interlocutor.

.Escucha de Análisis: entendemos el flujo de la conversación, preguntamos y estructuramos en compañía del interlocutor un mensaje específico y ojalá concluyente.

.Escucha Activa: Mostramos un claro y real interés en la comunicación y el mensaje.

Siendo estas tres vías de escuchar y comunicar de manera efectiva también es muy importante el entendimiento del entorno, del contexto y de los motivadores principales de mi interlocutor evitando así prejuicios inconscientes que pueden dañar la intencionalidad del mensaje.

Le sugerimos: Por qué no

También me parece relevante la escucha que, como líderes o negociadores que buscan influir en los demás, debemos evitar a toda costa:

.Escucha Subjetiva: la que busca solo mis intereses, llegar a las conclusiones que busco y no me preocupa el mensaje del interlocutor sino mi pre concepción.

.Escucha Sesgada: solo muestro atención por la parte que me interesa del mensaje e interpreto como considero conveniente de acuerdo con mis propios intereses.

.Escucha Apreciativa: realmente no escuchamos. Solo lo hacemos por entretenimiento o por cumplir con el protocolo, pero no se tiene respeto por nuestro interlocutor.

Si vemos el bosque de nuevo, pensemos entonces en que hay dos factores básicos en el proceso de comunicación el mensaje y los interlocutores. Como líder o negociador debo prestar un interés superior en lo que pasa en mi entorno, en los motivadores de mi contraparte y al final, en la claridad del mensaje.

Una buena comunicación es donde ambos interlocutores se sientan cómodos y satisfechos con el mensaje final. Si siento que manipulé para convencer, no es un buen proceso. Pero si al final logré influenciar con buenos argumentos y el resultado es un mensaje claro y positivo para las dos partes entonces se logra el objetivo.

El llamado es a entender a los demás. A evitar las pre concepciones y a hacer que la comunicación sea un buen vehículo para influenciar, no para manipular, por supuesto respetando al otro. Amo aquellos seres que hablan menos y escuchan más… ejemplos de empatía y corazón. ¿Le metemos corazón a las organizaciones? Empieza por escuchar un poco más.

 Recomendamos: El difícil arte de decidir