CLAUDIA VARELA

Busco apasionados comprometidos con su sueño

Cuando en mis talleres trabajo con gente y navego a través de la pregunta interior de 'a ti qué te mueve' encuentro cosas sorprendentes.

Claudia Varela, Claudia Varela
15 de abril de 2018

Ando observando mucho. Escuchando más y tal vez hablando menos. Buscando nuevas formas de entender a las personas para hacer que mi trabajo sea más gratificante y sobre todo que logre impactar más en otros.

No porque pretendo un premio, ni un botón de años cumplidos. Más bien porque he descubierto que una de mis grandes pasiones es compartir mi experiencia, lo que conozco, mis éxitos y fracasos para hacer que otros sean más felices. Y además porque todos los días aprendo más del mundo, como si hubiera abierto un canal a una nueva dimensión de lo sensible.

Cuando en mis talleres trabajo con gente y navego a través de la pregunta interior de “a ti qué te mueve” encuentro cosas sorprendentes. La primera de ellas es que la lista acaba rápidamente, es decir, nuestra vida puede volverse tan automática que creemos que nos mueven cosas, pero no sabemos identificar bien cuáles.

Lo más curioso es que he descubierto también que lo que más mueve es lo que menos se hace. He encontrado listas con temas realmente lindos e impactantes, pero al indagar cuánto tiempo se dedica realmente a esto, las respuestas me dejan un poco reflexiva ya que normalmente la vida cotidiana no deja tiempo ni espacio para hacer lo que verdaderamente nos gusta.

La lista de pasiones debe ser más corta. Si vamos al significado literal de pasión, es un sentimiento vehemente, capaz de dominar y perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira intensos.

La pasión (del verbo en latín patior que significa sufrir o sentir) es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto. Así, la pasión es una emoción intensa que engloba el deseo por algo.

Cuando se mira con cuidado y leyendo entre líneas pareciera que la pasión, más allá de un sentimiento positivo, se puede leer como algo incontrolable, intenso y excesivo que puede arrollar un poco a los no tan apasionados.

Para la filosofía las pasiones se encuentran en seis ámbitos: amor, deseo, gozo, odio, aversión y tristeza.

Lo anterior implica que todos los sentimientos, acciones, afinidad y energía se mueve alrededor de la pasión. Qué interesante entonces entender cuáles son mis verdaderas pasiones y cómo debo llevarlas en la vida para realmente ser una persona llena de energía bonita que entregue cosas buenas y viva feliz el presente planeando su futuro.

Si en la mañana no siento mariposas por lo que voy a hacer en el día es que estoy haciendo pocas cosas de mi lista de auto-motivos. Si descubrimos que las pasiones son una, dos o tres; descubrimos que sin esto no debemos movernos en la vida. La fórmula es fácil, mi trabajo o lo que me ocupe en la vida debe permitirme hacer lo que me gusta, lo que me mueve el corazón y me lleva a sentirme realmente bien conmigo y con el universo.

No complejicemos. Mantengamos sencillo el tema. Aclaremos cuáles son mis pasiones y qué es lo que me mueve para que la mayoría de cosas que hago en el día a día sean las que me apasiona hacer y menos las que me toca hacer.

Vivamos bonito. Busquemos ser felices, ya que la vida es corta pero solo termina el día que termina… así que, ¿por qué no movemos nuestras pasiones de una vez y nos dedicamos a ser felices e intensos? 

Empoderemos el alma y seguro todo saldrá bien. Amo a los valientes que toman decisiones intensas y tienen claro qué es lo que los mueve. ¡Amo a los que buscando sus pasiones encontraron sus sueños!

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