JOSÉ MIGUEL SANTAMARÍA

De lo que nos salvamos

Hoy con cabeza fría, sin la polarización, sin odios de un lado y de otro podemos hacer una radiografía basados en los trinos y comentarios de índole económico del candidato Petro a qué estaríamos abocados y para dónde iríamos.

José Miguel Santamaría, José Miguel Santamaría
22 de febrero de 2019

Nunca antes en la historia republicana de Colombia había estado tan cerca de ganar la izquierda como pasó en la campaña presidencial del 2018, al final en la segunda vuelta resultó ganador Iván Duque frente a Gustavo Petro, la votación por el candidato perdedor fue de más de 8‘000.000, cifra histórica.

Aunque el señor Petro toma como propios esos votos, realidad es que esos más de 8‘000.000 de votos llegaron de muchas y diferentes maneras y razones.

Claro que hay un voto de izquierda, negarlo sería un absurdo, pero este no llega a la mitad de la cantidad: el resto de los votos llegaron de votos anti uribistas, de jóvenes sin partido que querían un cambio, de los que defendían el proceso de paz ciegamente, pero sobre todo de una cantidad de personas que estoy convencido no sabían por quién votaban ni sabían el riesgo que había para el país en materia económica si ganaba.

Hoy con cabeza fría, sin la polarización, sin odios de un lado y de otro podemos hacer una radiografía basado en los trinos y comentarios de índole económico del candidato Petro a que estaríamos abocados y para dónde iríamos.

El primer tema sobre el cual es necesario hablar es sobre el tema pensional donde las diferencias conceptuales son inmensas. Colombia tiene dos metodologías, por un lado los fondos de pensiones privados donde cada quien ahorra para su vejez y no constituye un gasto para el Estado, y el sistema de prima media donde las personas se pensionan con el 70% del promedio de salario de los últimos 10 años sin importar cuánto hayan ahorrado. Este sistema es muy oneroso para el Estado, de hecho hoy en día un porcentaje grande del presupuesto nacional va a este rubro.

Le puede interesar: Nadando en subsidios

La propuesta que han venido promulgando a través de redes sociales ha sido la de incentivar el ingreso o traslado de personas al sistema de prima media de manera que con estos ingresos de futuros pensionados se logre bajar el déficit fiscal inmediato, este planteamiento es un absurdo, claro que entrarían  recursos nuevos pero en el futuro el Estado tendrá que pagar más pensiones deficitarias y el hueco se agigantará, esto lo hicieron los Kirchner en Argentina y quebraron el sistema pensional. Lo ideal es todo lo contrario: marchitar el sistema de prima media y que los privados manejen las pensiones.

El segundo tema con el cual estaríamos penando es los ataques continuos a la empresa privada y a los grupos económicos. No pasa un día en que no culpe al grupo Aval o al Sindicato Antioqueño de ser culpables de algo, sin tener pruebas, esto nos lleva a recordar el video de Chávez caminando por Caracas expropiando todo lo privado.

El tercer tema es su forma de pensar y de actuar tan parecida al ilegítimo dictador venezolano Nicolás Maduro. Aunque trata hoy en día de alejarse, al mismo tiempo está en contra de la presión que están ejerciendo más de 60 países que tratan de devolver la democracia y el estado de derecho a Venezuela, hoy estaríamos en el grupo de aliados de Maduro junto con Bolivia, Cuba y Nicaragua.

Le sugerimos: Endeudamiento público

Por último, diariamente se le nota el desprecio que tiene por las instituciones del Estado, los ataques continuos y recurrentes a la Fiscalía, para él los pesos y contrapesos son un estorbo, él está por encima de la ley y trata de hacerle conejo diariamente. El solo hecho de no haber podido responder claramente acerca del video de la bolsa de billetes nos da una imagen de su verdadero talante.

Estoy seguro que si Petro fuera presidente ya habríamos perdido el grado de inversión, los Tes estarían por lo menos 100 pb por encima, y el dólar rondando los 3.500.

Por eso cada vez que oigo hablar o leo un tweet de Petro siento que haber votado por Iván Duque fue lo correcto.

Espero que el 23 de febrero pueda entrar la ayuda humanitaria a Venezuela y sea el principio del retorno de la democracia a nuestro país hermano, si a ellos les va bien, a nosotros también.

Lea también: El efecto Venezuela