RAÚL ÁVILA FORERO

Medidas empresariales para adoptar ante una crisis

Seguramente ha escuchado que la gestión de riesgos empresariales permite que una empresa responda eficazmente ante la presencia de una emergencia. Con la crisis empresarial actual, ¿es posible que estos sistemas de gestión hayan sido subestimados?

Raúl Ávila Forero, Raúl Ávila Forero
11 de mayo de 2020

Con la llegada del coronavirus, fijar un nuevo propósito empresarial parece todo un reto cuando el propósito de muchos negocios, por ahora, es sobrevivir a este oscuro panorama. A medida que empresas grandes y pequeñas cerraron sus puertas para cumplir con el aislamiento forzado, la magnitud de la crisis pandémica no para de aumentar, haciendo que millones de líderes corporativos se enfrenten al desafío económico  más importante de su vida.

Como actores clave de la economía mundial, la responsabilidad social de las empresas se viene dando por el manejo de una buena gestión empresarial y, como muchos saben, la garantía de seguridad y una organización adecuada de todos sus empleados. Infortunadamente, no están exentas de riesgos económicos, estratégicos y operacionales.

Son varios los negocios que se han visto en enormes dificultades por presentar retrasos o interrupciones en el suministro de sus materias primas, cambios en la demanda de los clientes, aumento desenfrenado de sus costos de producción, dificultades logísticas en sus despachos, insuficiencia de mano de obra, problemas relacionados con la protección de la salud y la seguridad de los empleados, y ni hablar de la baja en las dinámicas relacionadas al comercio internacional.

Por lo pronto, gracias a la implementación exitosa de una gestión integral de riesgos, China ha comenzado a reabrirse mientras que del lado Occidental nos cerramos cada vez más. Infortunadamente, el Global Economics Intelligence indica que la potencia asiática obtuvo una baja en los indicadores para manufacturas y servicios, cayendo a mínimos sin precedentes; y una baja en sus exportaciones del 17%. Esto, a nivel mundial, ha desatado el pánico y la incertidumbre en casi todas las economías.

Así, diversos países han desarrollado programas de ayuda para intentar aliviar la crisis. Por supuesto, el segmento empresarial es parte de esto y ya se han percibido paquetes crediticios y alivios fiscales para disminuir la presión por superar a toda costa la situación actual. Sin embargo, es conveniente tocar el tema de gestión de riesgos para que una empresa pueda redefinirse y hacer frente a la situación actual.

A partir de un análisis de prácticas y estrategias empresariales implementadas en crisis pasadas, Deloitte propuso diez medidas con las cuales cualquier empresa podría salir a flote en este panorama protagonizado por la incertidumbre y el riesgo.

La primera es la conformación de un “Equipo de Respuesta a Emergencias” que establezca una estrategia y objetivos claros en un plan de emergencia, para garantizar que se toman decisiones de una forma mucho más eficaz y acertada.  Así se pueden evaluar las fortalezas y debilidades de una empresa para mirar qué procesos se pueden ajustar en momentos de crisis.

La evaluación de los riesgos y el establecimiento de mecanismos de respuesta a emergencias permite responder más fácilmente a cuestiones relacionadas con los espacios de trabajo, planes de producción, cadena de abastecimiento y hasta de capital financiero. En paralelo, es conveniente desarrollar un mecanismo de información positivo entre empleados, clientes y proveedores manteniendo siempre una disponibilidad de diversos canales para hacerlo. 

Recientemente, en una encuesta realizada por la misma firma consultora, el 82% de las empresas objeto de estudio afirmaron que la flexibilidad en el trabajo es, ahora, el medio más importante de gestión de los profesionales. Este y otros mecanismos relacionados a la salud y seguridad del empleado son componentes que aportan al bienestar físico y mental de los empleados. 

Por otro lado, es muy importante centrarse en los planes de respuesta a los riesgos derivados de la cadena de suministro. En esto es importante evaluar los canales de adquisición para las materias primas necesarias, considerar dentro de la gestión de inventarios el bloqueo del consumo, y el incremento de los costos financieros y modelar ciclos de producción más precisos en épocas de pandemia y mejor proyectados luego de la crisis, para evitar riesgo de un inventario insuficiente.

En cuanto a gestión de datos, la seguridad de la información y la privacidad debe ser uno de los temas prioritarios. Deben existir protocolos para asegurar el funcionamiento de redes, sistemas y aplicaciones sin comprometer la privacidad y el uso responsable de los datos, tanto de cliente como de empleados.

Asimismo, Deloitte aconseja prestar una especial atención al flujo de caja con el fin de garantizar la seguridad de los fondos. Teniendo en cuenta el ritmo de los proveedores, la contracción de los ingresos y la continuidad de los planes de trabajo de los empleados, la empresa debe estar en la capacidad de priorizar escenarios básicos y fundamentales, sin dejar de poner sobre la mesa algunos alternativos. 

Aunque parece un poco tardío hablar de este tipo de medidas justo ahora, mencionar estas recomendaciones deja más que clara la importancia de un sistema de gestión de riesgos en una empresa. Hacer frente a los acontecimientos negativos, como los que atravesamos actualmente, es mucho más sencillo cuando lo que se debe hacer es acatar lo definido en un plan de emergencia ya creado y debidamente documentado.

Crisis como esta no distinguen la naturaleza de la empresa, ni su tamaño ni actividad en la que se desempeña. La evolución está en comprender que identificar riesgos es vital, así como definir marcos de acción para mitigarlos o eliminarlos. Infortunadamente, subestimar la importancia de estos sistemas tiene sus estragos en la crisis empresarial actual.