CLAUDIA VARELA

Sobrevivientes

Esta vez si estamos pensando demasiado en el corto plazo. Absolutamente comprensible si tenemos en cuenta que nuestra capacidad para pronosticar hoy en dia es bastante baja. Nadie puede saber cómo va a cerrar en términos de economía el año 2020.

Claudia Varela, Claudia Varela
3 de mayo de 2020

Está claro que hay proyecciones económicas de entidades como el FMI , en donde Colombia no queda tan mal parada frente al resto de países de Latinoamérica, pero con todas las cosas que están pasando hoy es imposible predecir cómo evolucionará la tasa de cambio, por ejemplo o los precios del petróleo. 

En este contexto que definitivamente ejemplifica muy bien lo que es el mundo VUCA de los últimos años (Volatilidad, Incertidumbre, Ambigüedad y Complejidad) está haciéndose evidente que el mundo necesita líderes y no jefes de vieja escuela.

El mundo no va a cambiar de la noche a la mañana hay transiciones estructurales que definitivamente van a ocurrir pero eso va a ser lento y largo. 

Cuáles son a mi juicio y después de un análisis juicioso de algunas fuentes, los líderes que va a necesitar el mundo durante y después de esta pandemia que está generando una crisis social impensable hace unos meses. Cuáles son esos líderes que van a sobrevivir.

  1. Gestionan el aquí y ahora. Los líderes que necesita el mundo son aquellos que saben navegar lo impredecible, que son más arriesgados, que no necesitan horas de análisis de situaciones para tomar decisiones. Deben tener la experiencia y la capacidad de tomar decisiones con poca información pero impactando el corto y largo plazo.
  2. Tienen capacidad de adaptación. Genuina capacidad para ser flexibles y entender que el mundo y sus equipos no van a adaptarse a él/ella sino todo lo contrario.
  3. Saben que la empatía no es un soft skill. Es el momento para de verdad ponerse en los zapatos del otro, solo asi se va a generar compromiso y lazos que vayan más allá de la crisis. En los zapatos del cliente y en los zapatos del empleado.
  4. Están abiertos a nuevas ideas. Es vital en estos momentos de crisis y bajo control entender que las nuevas ideas deben ser bienvenidas, no castradas. Hoy debe premiarse al que sea capaz no solo de tener la mejor idea sino que pueda implementarla y encontrar resultados que sirvan para construir futuro (de marca por ejemplo, de mercado, de relacionamiento).
  5. Entienden que las cosas cambiaron. No hacen negación. Aunque lo toman de una manera positiva no son poco realistas, no banalizan la situación.
  6. Crean marcas personales sin saturar. Este si es un tema. De repente todo el mundo se vuelve guía espiritual, consejero, informador, economista, científico, investigador, presidente, gobernador y alcalde. Hay que tener claro hoy más que nunca que estamos proyectando como individuos por que las imágenes que hoy estén en redes, las palabras mal dichas, las fotos que narren una intimidad que no debo hacer pública van a pasar la cuenta de cobro en el momento menos pensado.
  7. Son modelos pero no perfectos. La teoría del líder que es un role model y que debe ser ejemplificante sigue y seguirá vigente. Pero atención que aquí hay algo diferente, los nuevos modelos no buscan la perfección. De hecho si el éxito a veces se mide por el interaccionismo simbólico que generan las marcas de lujo (es decir me bajo de una camioneta y por tanto soy exitoso) ahora los líderes de verdad son más auténticos, más humanos, más despeinados si se quiere. ¿Quién se maquilla o se pone corbata perfecta para una reunión de zoom? Seguramente muy pocos. Ahora la intimidad ha estado al alcance de todos los equipos así que no tienes ayudas extra como la ropa, el lapicero, la tablet, el reloj. Eres lo que eres y entre más humano más inspirador.

      8. Creen en la inteligencia espiritual. Este concepto que dista de religión, autoflagelación, o colgarse elementos que me vendan como creyente,va a un tema que se nota en el actuar. El enfoque sistémico de la unión de mente, alma y cuerpo debe estar en la autenticidad de un alma que quiera ser un buen líder hoy. Y de nuevo…all we need is love.